2013, la elección plurinominal

Dejan al PRI la elección uninominal

Las alianzas entre partidos no prosperaron

Necesitan por lo menos 13 mil votos

Jicoténcal, Margarito y Tránsito se reúnen para ir en búsqueda del bosque enano y después de dar vueltas, vueltas y más vueltas y preguntar, preguntar y preguntar, descubren que el mensaje no era lo enano del bosque sino de la elección del 1 de julio.

¿Cómo está eso?, pregunta el Margarito.

El Tránsito le explica que la apuesta de todos los partidos políticos en la elección de 2013 está en obtener votos para meter diputados plurinominales y le están dejando la elección uninominal al Partido Revolucionario Institucional. ¡La competencia es por las plurinominales!

Eso no es cierto, enfatiza el Margarito, los partidos políticos grandes y chiquitos se encuentran realizando procesos de selección interna para ubicar candidatos en todos y cada uno de los distritos electorales.

¡Ahí está la trampa!, apunta el Jicoténcal, si se dan cuenta, a todos les surgió el espíritu ciudadano y abrieron los procesos inscribiéndose hasta Juan de las pitas como aspirante, ¿por qué?, porque no quisieron arriesgar a sus cuates y prefieren que alguien más pague sus campañas para obtener votos y asegurar financiamiento y las plurinominales.

Ahora comprendo, exclama el Tránsito, los dirigentes de los partidos políticos insistieron una y otra vez que formarían coaliciones –alianzas, dicen ellos– y las fueron dejando pen...dientes hasta que los comió el tiempo y el único que registro una fue el PRI con el PVEM.

Ahí está el detalle, confirma el Margarito, los dirigentes nunca explicaron que para tener derecho a diputados plurinominales la Constitución los obliga al registro de candidatos en al menos 13 distritos, lo que significa que la coalición sólo podía ser total o hacerse en seis distritos, pero si era total se quedarían sin un solo diputado plurinominal.

Las candidaturas uninominales son para la ciudadanía

Ahora entiendo, asienta el Margarito, al otorgar las candidaturas de los distritos uninominales a los candidatos de la ciudadanía, éstos tienen que pagar sus campañas y los votos que logren se suman al partido con lo que se asegura que los jefes de las tribus, mafias o familias lleguen al Congreso. Ahora sí, ¡que se haga justicia en los bueyes de mi compadre!

La compra y venta de candidaturas no sólo fue para los externos, expone el Tránsito, ya ven lo que sucedió en el Consejo Estatal del PRD, los aspirantes soltaron lana a diestra y siniestra con tal de ganar las dos primeras posiciones, a grado tal que el propio presidente del PRD salió perdiendo porque no pudo meter a su mujer en el segundo lugar. ¡Pobre Tomasa!

¿Eso qué? De Todas maneras la pudo meter en la lista, le revira el Tránsito.

¡En la lista, pero no en el Congreso!, le grita el Jicoténcal y explica: lo importante de las dos primeras posiciones, y en algún caso hasta la tercera, tiene que ver con el número de partidos políticos que participan en la elección, ¡Son nueve! De acuerdo con el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Tlaxcala (Cipeet) para que un partido político pueda mantener el registro y tener derecho a un diputado plurinominal debe alcanzar un mínimo del 3.5 por ciento de la votación total.

¡Eso quiere decir que todos los partidos políticos tienen asegurado un diputado plurinominal!, exclama el Margarito, por eso es determinante quien vaya en el primer lugar de la lista. Así que hay que revisar los nombres de los que apuntan en el número uno porque a ese hay que decirle diputado, ya que sin hacer campaña, va estar tres años cobrando sus dietas de más de 150 mil pesotes.

Eso quiere decir que antes de la jornada electoral ya tenemos nueve diputados locales y sólo quedan por definir 19 distritos, 19 más nueve es igual a 28, lo que significa que solo quedan por repartir cuatro lugares de los plurinominales. ¡Ahí está la importancia de ir en el lugar número dos!, ya que en el remoto caso de que un partido político alcance la mayoría de los distritos uninominales, las posiciones dos y tres se vuelven importantísimas, afirma con solvencia el Margarito.

La pelea por las posiciones en las listas

El Jicoténcal le dice que como buenos ciudadanos deberían leer la Constitución, porque ahí se asienta: el Congreso del estado estará integrado por 32 diputados electos en su totalidad cada tres años; 19 según el principio de mayoría relativa mediante el sistema de distritos electorales uninominales y 13 electos según el principio de representación proporcional en una circunscripción plurinominal, mediante el sistema de listas de candidatos.

El Margarito comprende por qué los líderes de los grupos, tribus o familias están en la lista y no en la tonta, porque la lista es la plurinominal y la tonta la uninominal. Eso explica la pelea por repartición de las plurinominales entre los internos y la uninominales a los ciudadanos. ¿Habrá mejor engaño a la ciudadanía?

El Jicoténcal les muestra que en el artículo 33 de la Constitución se anota: todo partido político tendrá derecho a participar en la asignación de diputaciones según el principio de representación proporcional, si obtiene cuando menos 3.125 por ciento de la votación total válida en la circunscripción plurinominal. Los partidos que cumplan con lo dispuesto por las dos fracciones anteriores, tendrán derecho a que se les asignen diputados conforme al principio de representación proporcional, de acuerdo con la votación total efectiva, siguiendo el orden que tuviesen los candidatos en las listas respectivas.

¿Cuántos votos son el  3.125 por ciento de la votación total válida?, pregunta el Margarito.

¡Menos de 15 mil votos!, le responde el Jicoténcal y amplía: en la elección de 2010 el 3.125 por ciento fueron 13 mil 758 votos, tres años antes, en 2007, fueron 13 mil 351 votos, y en 2004 por el orden de los 12 mil  237 votos, suponiendo sin conceder que exista un incremento en la votación y voten 450 mil ciudadanos, el 3.125 serían 14 mil votos, lo que significa que todos los partidos políticos que participan de la elección lograrán meter al congresito negro al primero de la lista.

No me queda claro el asunto, replica el Tránsito, ¿cómo está eso de que todos los partidos políticos que logren menos de 15 mil, pero más de 13 mil votos tendrán derecho a un diputado plurinominal? Si no es la elección de una sociedad de alumnos, ¡es la elección constitucional local!

Mira querido primo, señala el Jicoténcal, en las elecciones intermedias por lo general participa menos gente que cuando se elige al gobernador y que coincide con las elecciones federales; por ejemplo, en 2007 votaron 427 mil 263 tlaxcaltecas, en 2010 éstos subieron a 440 mil 264, cantidades que si multiplicas por 3.125 te dan esos números.

Ahora entiendo por qué la lucha es por los tres primeros lugares en el PAN, en el PRD y en todos los chiquitines, se le ilumina la cara al Tránsito, ¡porque son los que más posibilidades tienen de entrar al Congreso!

A eso debes sumar el hecho de que los candidatos a diputados plurinominales pueden sustituirse hasta un día antes de la jornada electoral, que es lo que sucederá en los partidos bonsái. Para no meter ruido a sus electores van a registrar a unos candidatos y un día antes van a meter a los que verdaderamente irán al Congreso.

El Código dice en su artículo 293: los partidos políticos o las coaliciones podrán sustituir o cancelar libremente las candidaturas dentro del plazo establecido para su registro. Vencido ese plazo, sólo podrá solicitarse la sustitución del registro por causas de fallecimiento, inhabilitación, incapacidad o renuncia de los candidatos.

El Partido Socialista, el Partido Alianza Ciudadana, el Partido Nueva Alianza, el Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo y también el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática le están apuntando a los plurinominales y no a los uninominales, lo que significa que la verdadera pelea se dará en los ayuntamientos, porque en las elecciones de diputados en lo único que hay que poner atención es a quien registran en las lista plurinominal para saber quiénes serán los juanitos o las juanitas que renunciarán para que lleguen los que deban llegar.

No te olvides, dice el Jicoténcal, poner atención en los nombres de muchos de los candidatos a diputados en los distritos electorales que dobletearán y también serán registrados en los tres primeros lugares como plurinominales, lo que significa que de antemano van ir a la campaña sabiendo que perderán, pero con la intención de ganar votos para asegurar la plurinominal y asegurar el boleto de entrada al congal.