Ignorancia o torpeza

Las nuevas reglas electorales y la ignorancia de quienes las deben acatar, llámense candidatos, asesores, líderes de partidos o comedidos, han puesto casi a la deriva, en materia de comunicación social, a los aspirantes a integrar el Congreso de la Unión.

Ello, aderezado por la falta de experiencia y hasta sentido común de quienes se han empleado como voceros, ha generado grandes pifias en la cobertura tanto de las giras de los candidatos a la Presidencia de la República como en la cobertura del día a día de los aspirantes a senadores y diputados federales.

Muestra de ello es la escasa difusión que tuvo la visita a Tlaxcala del candidato magisterial Gabriel Quadri, quien casi pasó de puntitas y en la sombra por la entidad.

Lo mismo casi ocurrió con el candidato priista, Enrique Peña Nieto, en su pasada gira por la entidad. La prensa de Tlaxcala fue minimizada y desdeñada por la gente del abanderado, pues al acto de campaña más importante, al menos mediáticamente para sus fines, con la firma de un compromiso más, los comunicadores locales fueron excluidos, con la justificación de que “fueron órdenes nacionales”.

Un viejo lobo de mar en estas lides me confió algo al respecto, los candidatos deben aprovechar todo, sobre todo cuando se trata de líneas, espacios y tiempos al aire “gratuitos”. Pero parece que los Golden Boys de Tlaxcala no lo saben o de plano son muy torpes.

A 60 días de la jornada electiva, tampoco se conoce mucho de la plataforma política de quienes buscan acceder a un cargo de elección popular en el Congreso de la Unión.

Todos, o casi todos, con una estrategia similar a ras de piso, que es lo mismo, en campaña de las tres S, suelo, saliva y suelas (de zapato), no se han detenido a tratar de difundir la plataforma política del partido o coalición que representan.

Lo cual confirma que a la mayoría poco o nada les importa los ideales ni los compromisos que representan, pues al final lo único que cuenta e interesa es llegar al cargo.