Despierten, acéfalos

El país se encuentra sumergido en una sociedad sin valores, sin rumbo, cada vez más cerca de cumplir el sentimiento de predominancia de los ricos en el gobierno del estado, lo que se llama plutocracia, como una forma de desviar el verdadero sentido peyorativo de poder y abundancia. Si lo duda ponga atención a los apellidos de los que sustentan el poder o desean obtenerlo para “representar” al resto que somos híbridos o autóctonos y que por lo tanto no merecemos nada en el sitio de los señalados y escogidos por el destino y sus dioses, situación que se repite en todos los estratos, en todos los niveles, incluyendo el universitario, de instituciones públicas de hoy, con los que comparto un espacio físico por necesidad y orgullo. Estos cambios de pensamiento social lo hecho los políticos Pri–Pán–icos, que ni son revolucionarios los unos, ni tienen acción nacional alguna los otros, porque juntos han convertido el país en un espacio donde no caben más que los plutócratas de la riqueza mal habida, que han hecho del mes de mayo el mes de festejos incoherentes y sus arrebatos: 1. El último día de abril hay festejar al niño faltando a clases. 2. El día primero de mayo se festeja el día del trabajo no trabajando. 3. El día 5 de mayo festejaremos el día que tropezaron los franceses en Puebla, ciudad que los esperaba con los brazos abiertos. Fue don Benito Juárez y un ejército nacional urgido en su conformación quien les opuso resistencia con los indígenas de la sierra, a los que hoy los burócratas del poder marginan. 4. El día 10 se festeja al miembro principal del árbol genealógico, del que muchos políticos carecen. 5. El día 15 se festejará al maestro, más como está la educación del país debería ser día de luto. En resumen mayo es el mes de ocio. 

En tanto ocurre un suceso penoso y desagradable en nuestra Facultad, resulta que el maestro, médico veterinario y zootecnista a cuyo cargo está el bioterio de la Facultad, de nombre es Amando Martín Mendoza Velázquez ha desaparecido desde el día 10 del mes abril, mismo que consideramos como hecho increíble que no despierta ninguna inquietud en las autoridades que en la institución oficialmente, listas a leer su informe de labores, preparando seguramente fantásticos jolgorios. 

A esta autoridad no le preocupa que el docente haya desaparecido de su domicilio sin dejar huella; por tanto, el director leerá su informe que no ennegrecerá con el dato oficial de un desaparecido en su academia, un miembro del que oficialmente nada se sabe. Si a las autoridades, como ya se ve, no les preocupa, sus compañeros estamos alertas; se han buscado datos útiles para encontrarlo o rescatarlo; los sindicatos charros igual que los directivos están mudos, no hacen nada, pudiera preguntarse si ello obedece a que han quedado estupefactos, no pueden articular palabra, la sorpresa les paralizó los dedos ante las computadoras que el rector les obsequió. En cambio el Suntuap, que sí protege cuando puede a los trabajadores afiliados o no, cada vez más agrupado al entorno, se reunió con familiares y amigos, avisa que ya se levantó un acta ante el Ministerio Público y está en espera de que la Procuraduría de Justicia del Estado le conceda una entrevista para oficializar la ruta que conduzca al esclarecimiento de la desaparición del maestro Amando. Yo señalo porque me llena de orgullo haber trabajado con él en un proceso investigativo para establecer la incidencia de macroparasitosis del intestino de perros que se sacrificaban en el Departamento de Cirugía, un proceso de importancia debido entre muchos otros factores, se trata de cánidos callejeros cuya presencia en el medio ambiente tiene importancia epidemiológica por ser portadores de parásitos, que cercanía al hombre funcionan como forontes o transmisores de enfermedades, en donde sobresalen Capillaria hepática, Ancilostoma caninum y brasiliensis, Toxocara canis y cati y Gnatostoma spinigerum, causales de enfermedad para el humano que en muchas ocasiones ni sospechamos los médicos.

Desde donde te encuentres, Amando, tus verdaderos compañeros estamos preocupados por ti; ojalá y pronto te veamos como siempre trabajando en esta institución. Amando Martín Mendoza Velázquez: recibe un abrazo solidario de todos los que te estimamos y esperamos sólo sea un hecho intrascendente.