2013-06-21 04:00:00
Tomame le dijo
llenate el corazón de valor
y de alegría
y se dio así nomás
en la hamaca compartida
con el gotear sudoroso de aquél muchacho
sobre sus mejillas y en su vientre
cuando minutos después
el muchacho se dejó caer a su lado
ella le murmuró
hundiendo la nariz en su oreja
“Andate vos aquí te espero”
Y pasaron las noches de la ofensiva
con todo y hasta el tope
y las vueltas de las avionetas
y su tirar de bombas
sobre los barrios y el hospitalito
donde ella en servicio
esperaba
en las noticias averiguó
si su cara acaso...
y a cada brigadista de salvamento
que descargaba sus heridos
le inquiría
si reconocieron a su muchacho
entre los muertos
si quedaron heridos
en la vereda
Siguió el repliegue a las montañas
nadie lo había visto en la ofensiva
lo habrán mandado a otra tarea
Ella confiaba
Cuatro meses después
supo que él
a dos días de iniciado el ataque
había volado hacia Los Ángeles
porque esto va pa’ largo
y no tenemos la fuerza de La Tandona
Él lo había escrito en una postal
que le trajeron al local del grupo de salud
con las letras H O L L I W O O D
alzadas sobre una montaña
diferente a la del Guazapa
Esperó a tener a su hija
y que él volviera por ellas
no lo juzgaría
esperaba el momento
con los pómulos mojados
y los muslos abiertos
en las dilatadas noches del verano
No llegó en siete años
ni en diez
que parecían ya quince sin él
Conoció a otros muchachos
admitió besar a algunos
mientras esperaba
Luego de contar esta historia
al final de un tenso abrazo
a un amante que quiso conocerla
en el rebase de las ansias
ella le advirtió:
“Andate no me pidás que te espere”.
*De la serie: Pétalos en una rama negra y húmeda.
Share |
Tweet
|