Cuánto cae en el desprecio

Cae el cuerpo

sin sentido

y no hay alma que le alce

Cae el planeta

descuidado por su sol

y la vida sólo se ensombrece

Cae el árbol horrorosamente seco

sin más hacha que la ruina

y el suelo desentiende

Cae la gaviota sin aviso

ni pez que la incitara

y el viento silba indiferente

Cae el rey y sus poderes

sin que el pueblo se lo exija

y en el cetro se expande la polilla

Cae una mujer

estrellando con las sombras

y ni luz que la refugie

Cae el recuerdo

se lleva sus agrados

y nadie sabe qué guardaba en su pocillo

Cae el amor inerte

como la caspa sacudida

y ninguno queda que le cante

No es injusticia

es lo vano que se impone:

cae la muerte en el desaire.