Logo de La Jornada de Oriente
Cargando...

Contra los saqueadores: cruzada nacional abstencionista

Por: Juvenal González González

2013-05-16 04:00:00

Cuando el gobierno viola los

derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes.

Marqués de La Fayette

 

El sistema tributario desnuda por completo el alma del entramado político–económico mexicano, conocido en el bajo mundo como “el sistema”.

Ya en 2006, el premio Nobel de Economía, el estadunidense Gary Becker, reconocía que en algunos países de América Latina se estaba consolidando un “capitalismo de compadres”, por el cual sectores privilegiados consiguen “favores del gobierno…en el caso mexicano lo vemos en el sector televisivo y de telecomunicaciones”.

Lo cierto es que en nuestro país el compadrazgo utilitario ya tiene décadas de haber florecido vigorosamente, propiciando la generación de inmensas fortunas al calor del poder público.

Formas, estrategias y argucias de lo más creativas y abusivas han convertido a México en un paraíso de la especulación, el trasiego, lavado y acumulación de dinero, digno de las mil y una noches; 40 ladrones, alfombras mágicas y caballos voladores incluidos.

En esa vorágine financiera se enmarañan principios morales, valores nacionales y derechos humanos. Poseer y acumular se erigen como el tótem que rige el principio y el fin de la vida y las relaciones humanas.

Entonces, cuando con pompa y circunstancia se anuncian grandes reformas y pactos nacionales, dejando intocado el andamiaje que sustenta el contratismo, el diezmo, el intercambio de favores, el tráfico de influencias y un sinfín de cochupos que dan vigencia al pacto de impunidad que supera a la mismísima omertá siciliana, una sombra de duda empaña a los supuestos o reales buenos propósitos.  

En esas andamos. Apenas anunciado el Pacto por México que, dicen, significa un acuerdo entre las principales agrupaciones políticas de México para realizar las reformas que el país necita para salir del bache en que ellas mismas lo hicieron caer, entró en una mini crisis provocada por el “descubrimiento” de que los programas sociales se disponían para hacer manita de puerco a la plebe muerta de hambre a cambio de su voto. Pronto la resolvieron con relativa facilidad por la vía de los adendum, que en cristiano significa parches. 

Ahora surgió otro aprieto (no sé si es antónimo de agüero) al “descubrirse” que el gobierno de Peña Nieto ha perdonado a Televisa un adeudo de 3 mil millones de pesos. Una baba de perico, ajá. Nomás de hacer cuentas me dan náuseas.

Pero no hay “descubrimiento” alguno. López Obrador y muchos más han venido denunciando desde hace buen rato que en este país las grandes empresas, nacionales y extranjeras, se las arreglan para no pagar impuestos. La excelentísima senadora Dolores (Lolita, casualmente) Padierna estima que la hacienda pública deja de captar 750 mil millones de pesos por no cobrar adeudos fiscales. Y los expertos afirman que por evasión fiscal se esfuman del erario más de 400 mil millones de pesos cada año.

Si ese platillo se condimenta con informaciones que acusan al ex dirigente del PAN y ex secretario particular de Felipe Calderón, de favorecer “de manera fraudulenta” a las empresas Siemens y SK Engineering, cuando se desempeñaba como director jurídico de Petróleos Mexicanos (2001–2003) al tiempo que obsequiaba a su amada Patylú un depa de 335 metros cuadrados en Polanco; y, por otra parte, se denuncia al ex gobernador priista de Tabasco, Andrés Granier Melo, de poseer propiedades en Miami, Cancún, el Distrito Federal y Villahermosa, asimismo de ridiculeces como mil camisas, 400 pares de zapatos, 300 trajes y 400 pantalones, queda claro que este país está en manos de una bola de malandrines sin patria y sin matria.

Así que cuando nos vienen con la mamada de que hay que ponerles IVA a los alimentos y medicinas, o la “imperiosa” necesidad de abrir Pemex al depredador capital privado, lo menos que podemos hacer los mexicanos bien nacidos es pintarles un violín y mandarlos a chiflar a su máuser.

Una respuesta digna contra tanta impune trapacería es una Cruzada Nacional Abstencionista. Ellos viven, se enriquecen y justifican con la piña de que el voto popular respalda sus acciones y otorga legitimidad a sus decisiones, pero ¿qué pasaría si el electorado les da la espalda y los deja abanicando la brisa?

Es cierto que ya se ha intentado otras veces con poco éxito, pero la insolencia de los poderosos lejos de atenuarse se agiganta. La “soberanía popular” ya no sirve ni para envolver promesas.

Ha llegado la hora de retomar las estrategias pacifistas de Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Hay que asistir a las urnas el próximo 6 de julio, pero en lugar de votar, hacer expresivas y pacíficas demostraciones de repudio a la impudicia política, cómplice de los depredadores financieros, llamando a los potenciales votantes a sumarse a la abstención masiva. ¿Cómo ves?

 

Cheiser: El PAN ha propuesto eliminar el IFE y crear un Instituto Nacional Electoral fusionando los 32 organismos estatales. Para completar tan magnifica iniciativa, propongo que se eliminen todos los partidos y se cree un Partido Único Nacional. Así nos ahorramos el inútil despilfarro electorero y se despeja el campo de batalla: políticos contra ciudadanos. Chido. A poco no.

Share
La Jornada
Nacional Michoacan
Aguascalientes Guerrero
San Luis Veracruz
Jalisco Morelos
Zacatecas  
Tematicas
Defraudados Izquierda
AMLO Precandidatos 2012
Servicios Generales
Publicidad
Contacto
© Derechos Reservados, 2013. Sierra Nevada Comunicaciones S.A. de C.V.