Callejón sin salida

Cartas a Gracia

Sorpresas Gracia. En una conversación reciente, Raúl González Apaolaza, ex secretario de Educación Pública del estado Hidalgo, ex director académico del Colegio Nacional de Estudios Profesionales (Conalep)  –suplantado por una institución del mismo nombre dedicada a impartir estudios de bachillerato–, ex director general del girector general de Educación Tecnológica, ex director de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, ex secretario académico del Instituto Politécnico Nacional, ex director general del Sistema de Transporte Colectivo Metro, nos compartió, a cuatro amigos, su afición por las carreras de maratón, de las que ha corrido nueve, y su participación en dos maratones más en lo que resta del año, cuestión que me permite preguntar por tu preparación rumbo al XXXI Maratón Internacional de la Ciudad de México y enterarme que a más de tu participación en las 10 millas de Coyoacán, corriste ayer nuevamente 16 kilómetros en los viveros de Coyoacán. Por cierto que Pumas le gano al Tigres, asunto que nos garantiza un buen partido ante al América la semana próxima.

Alguien quiere sangre Gracia y radicaliza la postura de las maestras y los maestros que se oponen a la aplicación de una reforma educativa adoptada verticalmente. Los llaman a tomar el camino de un diálogo del que fueron marginados originalmente. Los conducen a un callejón sin salida y los exponen ante la sociedad como los culpables del rezago educativo y de todos los males del sistema educativo, vilipendian sus acciones y mediáticamente los enfrentan con algunos sectores de la sociedad civil que agraviados por los actos de protesta justifican acciones gubernamentales radicales mientras que otros grupos sociales señalan que los trabajadores de la educación no tienen otro camino para defender derechos y principios establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pero, Gracia, radicales o no, argüenderos o defensores de conquistas sociales, señalan que no se oponen a la mejora de la calidad de la educación, que están dispuestos a ser evaluados y llaman a la corresponsabilidad de todos los actores sociales, gobierno incluido, para el diseño a contrapelo, de medidas que en el centro tomen en consideración principios de igualdad y equidad. Pero, y al margen de lo que los medios masivos de comunicación y los organismos empresariales de extrema derecha nos quieren hacer creer, tienen proyecto Gracia y lo expresan aunque este no coincida con lo dispuesto por los organismos financieros internacionales.

En la carta que te envié la semana pasada comente ideas plasmadas en cinco puntos de la exposición de motivos de una iniciativa construida por docentes y gobierno de Oaxaca en un ejercicio basado en el pacto federal contemplado en los artículos 39, 40, y 41 de la Constitución y en ésta, en un ejercicio complementario, pretendo abordar los que restan. Coinciden con postura externadas por responsables del despacho educativo en los Estados en el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) y señalan que “debe procurarse cambiar el centralismo político que impera en la materia educativa, que limita las capacidades de innovación y restringe las posibilidades de mejora de la calidad educativa.”.

Pero y mientras que plantean eliminar todo lo relacionado a la evaluación de la Ley General de Educación por ser en adelante materia de una ley orgánica vinculada al Instituto Nacional de Evaluación Educativa plantean fortalecer atribuciones en materia educativa de estados y municipios para: Establecer la obligación de las autoridades educativas locales de realizar procesos de consulta y consenso con los diversos sectores sociales involucrados en materia educativa, antes de proponer a la Secretaría de Educación Pública los contenidos regionales” relacionados con la educación básica; para establecer que “ las autoridades educativas locales” participasen “en la definición de los criterios, términos y condiciones de evaluación que se efectúen para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el servicio profesional docente.”, lo mismo que “en la elaboración y diseño de los componentes, procesos y resultados del sistema educativo y en la definición de los lineamientos que contengan los criterios de evaluación correspondientes”. Proponen incluir en la facultad concurrente, retomada del Acuerdo Nacional para la Modernización Básica, “la de llevar a cabo los concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades para el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o supervisión en la educación básica y la media superior”, contemplada en el artículo 73 de la constitución. En cuanto al Servicio Profesional Docente, la propuesta de “Propuesta de Reformas a la Ley General de Educación del gobierno del estado de Oaxaca”, incluye aquello a lo que denominan “definiciones claras de los mecanismos que integran el servicio docente para que sirvan de guía a la configuración que se debe hacer con más detalle en la Ley secundaria”, que incluya reconocimientos, incentivos “basado en un proceso de medición y evaluación justo y adecuado que considere su contribución al mejoramiento del aprendizaje de los alumnos”. Consideran que el proceso de formación de docentes debe ser continuo y permanente “con estricto respeto a los contextos regionales,” y sujeto a “los apoyos necesarios para que –el personal docente– puedan desarrollar sus fortalezas y superar sus debilidades”. Proponen “definir en la Ley General de Educación, la función de evaluación como un proceso dialógico, ético, formativo, reflexivo, sistemático, contextualizado, permanente e integral que incluye a todo el sistema educativo nacional, los elementos del proceso de aprendizaje y las funciones que realizan quienes participan en el mismo”.

Basta que las autoridades centrales lean las propuestas “alternativas” y entiendan que hay materia para el discusión Gracia y para dejar de lado sus posiciones fundamentalistas. Nada tan lejano a la democracia como ignorar propuestas del pueblo para el pueblo.