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Ya se cuenta con un medicamento para la prevención del sida

Por: Rafael H. Pagán Santini

2012-07-19 04:00:00

 

Finalmente la evidencia clínica sobre la efectividad del medicamento Truvada para la prevención de la infección del VIH fue evaluada y aprobada. La Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos anunció el lunes la aprobación de Truvada, del laboratorio Gilead Sciences, como primera píldora para ayudar a prevenir el VIH causante del sida en algunos grupos de riesgo. Aunque este medicamento ha sido utilizado en el tratamiento del VIH desde 2004, Truvada será utilizado para la profilaxis previa a la exposición del virus. La importancia de esta evaluación radica en que la mayoría de los países del mundo siguen las recomendaciones del FDA.

El principio terapéutico detrás del tratamiento preventivo consiste en inhibir la replicación del virus desde el momento en que este entra al organismo, lo que impediría que se lleve a cabo una infección permanente y a su vez permitiría al sistema inmunológico poder destruirlo. Truvada consiste en la combinación de dos medicamentos: el tenofovir y emtricitabine. Los estudios con animales han demostrado que la administración de tenofovir combinado con emitricide antes de la exposición logra proteger significativamente a monos que habían sido expuestos repetidas veces a un virus como el VIH, su nombre comercial es Truvada.

La prevención del sida está indiscutiblemente vinculada al uso del condón. La efectividad del condón se extiende, además del VIH, a las principales enfermedades transmisibles sexualmente como lo son: la gonorrea y la clamidia. Además, es una barrera efectiva para evitar el embarazo. En los últimos años muchos países han puesto su empeño en mejorar el sistema de tratamiento ya que, se ha demostrado que la reducción de la carga viral no tan solo aumenta la calidad y cantidad de vida de la persona infectada sino que también se reduce el riego de infección a la pareja discordante. La estrategia preventiva de tratar con medicamento anti–retroviral a las mujeres embarazadas que ha tenido un gran excito, la reducción del riesgo de que el producto nazca infectado es menor de 8 por ciento.

Recientemente se han publicado varios estudios que presentan evidencia de cómo la circuncisión puede reducir el riesgo de infección del VIH. Junto con estos estudios también se ha presentado cierta evidencia que sugiere que las mujeres con parejas circuncidadas corren menos riesgo que otras de contraer cáncer cervico–uterino debido al virus de papiloma. La explicación que se tiene sobre este respecto es que la parte interna del prepucio contiene cierto tipo de células que son más propensas de ser infectadas. Aunque los estudios han sido llevados a cabo entre heterosexuales, la recomendación de circuncidarse puede ser dirigida también a homosexuales.

Las vacunas preventivas (con una eficacia superior a 80–90 por ciento) son los instrumentos más eficaces para controlar las enfermedades infecciosas y, eventualmente, incluso erradicarlas del planeta, como ha sido el caso de la viruela. Las vacunas es el primer instrumento con que cuente la salud pública para la prevención de enfermedades infecciosas alrededor del mundo, son fáciles de administrar y sus efectos son duraderos. Como una de las herramientas más poderosas, la accesibilidad a una vacuna contra el VIH es una de las grandes prioridades de esta década.

La capacidad del VIH, única en su tipo, de evadir y suprimir la respuesta inmune, su extraordinaria diversidad genética, la propiedad de la glicoproteína de membrana y la capacidad de establecer una infección sistémica en días así como de inducir la disfunción y la muerte de células inmunes con la necesidad de remontar una respuesta de protección han establecido un desafío sin precedente en el desarrollo de una vacuna. Entre las vacunas más prometedoras se encuentra la desarrollada en Tailandia. En la prueba clínica participaron 16 mil voluntarios, a los que se les inyectó una combinación de dos vacunas experimentales ya existentes. A la mitad de los voluntarios se les suministró una vacuna, mientras que la otra mitad recibió un placebo. La tasa de infección entre los dos grupos fue comparada y los que recibieron la vacuna mostraron 31 por ciento menos posibilidades de infectarse. Los hallazgos en la prueba clínica de Tailandia sugieren que la respuesta inmune provocada por la vacuna puede disminuir la tasa de adquisición de VIH.  

Además de la las vacunas preventivas, se han dirigido esfuerzos por desarrollar vacunas que coadyuven al restablecimiento del sistema inmune en personas infectadas. La elevada tasa de replicación del VIH, sobre todo en una personas que no recibe antirretrovirales es de un billón de nuevos virus cada día, aunado a los errores espontáneos de copia cuando se duplica el material genético, permiten al virus evadir con relativa facilidad los antirretrovirales (creando resistencias a los fármacos).

En un estudio coordinado por la doctora Barbara Ensoli en 11 centros de salud de Italia, se aplicó una vacuna contra la proteína Tat. La vacuna ataca la proteína Tat, que se encuentra dentro del VIH y que es el motor que le permite replicarse y difundirse por el organismo. De acuerdo a lo publicado en la revista científica internacional Plos One, el análisis sugiere que la vacuna Tat puede llevar hacia la normalidad, de manera selectiva, las funciones inmunitarias de pacientes con infección VIH que son tratados con terapia antirretroviral.

Los fármacos antirretrovirales reducen el número de partículas de virus en circulación, pero no logra eliminar totalmente al virus del cuerpo, pues el virus se mantiene presente y se refugia en “santuarios o reservorios”, obligando al sistema inmunitario a un continuo estado de alerta. Actualmente, se recomienda la utilización de la terapia antirretroviral desde el inicio de la infección con el fin de preservar el sistema inmune en capacidad de responder a la infección y así no esperar a tener que restaurarlo una vez el virus ha matado las células inmunes. Sin embargo, lo anterior causa diversos síntomas adversos. Los afectos secundarios de los medicamentos pueden crear problemas cardiovasculares, renales o hepáticos, mientras que la vacuna parece en grado de poder llevar al sistema inmunitario a un estado de equilibrio coadyuvando los medicamentos.

Apenas se logra ver la punta del iceberg en la erradicación del VIH. El desarrollo de la vacuna contra el sida y una estrategia preventiva eficaz puede hacer que millones de personas vuelvan a vivir una vida con calidad emocional. No más medicamento, no más discriminación hacia los homosexuales y basta de discrimen contra cualquier persona que padezca una enfermedad extraña ante los ojos del médico o de la sociedad.

 

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