2012-02-02 04:00:00
Apesar de los diferentes obstáculos legales y éticos que la investigación en células troncales ha enfrentado los avances son prometedores. Recientemente la revista The Lancet publicó los resultados del primer ensayo en humanos de una terapia de células troncales embrionarias para tratar formas de ceguera. Según la revista, este ensayo clínico demostró que la técnica es segura. Le técnica involucró extraer células inmaduras de un embrión humano las cuales se manipularon en el laboratorio para desarrollar células del epitelio pigmentario retinal (EPR), la capa de células en el exterior de la retina, para luego ser implantadas en los ojos, en este caso, de dos mujeres ciegas.
Existen dos tipos de células madres o troncales: las embrionarias, que provienen de la masa celular interna de pre–embriones antes de que se implanten (de cuatro–cinco días de edad y que tienen la capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo adulto); y las somáticas, provenientes de tejidos u órganos adultos. La mayoría de tejidos de un individuo adulto poseen una población específica propia de células madre que permiten su renovación periódica o su regeneración cuando se produce algún daño tisular. El ejemplo más clásico de este último tipo células son las hematopoyéticas (productoras de sangre). Las células troncales embrionarias tienen dos propiedades distintivas: son capaces de auto–renovarse ilimitadamente y poseen un desarrollo pluripotencial, lo que las hace capaces de diferenciarse en cualquiera de los tres tipos de tejido que forma el embrión. Las células madres embrionarias de humanos pueden producir la mayoría, si no es que todos, los tipos de células diferenciadas del cuerpo humano1.
Las células trocales están juegan un papel fundamental en los tratamientos de vanguardia, sobre todo, en la renovación de los tejidos. Esto las convierte potencialmente en un instrumento para la restauración de la función tisular, asistiendo de esta forma la raíz de la causa de la enfermedad degenerativa. La terapia génica en células troncales es otra forma viable de abordar enfermedades genéticas. Sí se puede reparar la célula troncal somática y luego ser autotrasplantada (trasplante autólogo) la reparación del tejido evitaría los injertos2.
Las células troncales pueden ser utilizadas para restaurar la función de un tejido, ya sea como una participante integrada en el tejido diana o como vehículo para llevar señales complejas al tejido diana sin verdaderamente integrarse a éste. El trasplante de tejidohematopoyético es el tratamiento estándar en restauración de funcionamiento tisular a través de injerto en el tejido diana. El segundo mecanismo se ha utilizado en infartos del miocardio y sus efectos, hasta el momento, han sido beneficios.
Una de las mujeres que participó en el ensayo clínico sufría degeneración macular seca, una de las principales causas de ceguera en el mundo, y la otra, tenía enfermedad de Stargardt, otra forma de degeneración macular y una de las principales causas de pérdida de visión en jóvenes y adolescentes.
El deterioro de las células del epitelio pigmentario retinal (EPR) puede conducir a daños en la mácula, la parte central de la retina, y a la pérdida de la visión central. Cada una de las participantes en el ensayo clínico recibió una inyección que contenía unas 50 mil células de EPR suministrada bajo la retina de uno de sus ojos. Posterior al tratamiento de implantación, la evidencia estructural confirmó que las células se habían adherido a la membrana ocular, como se deseaba, y continuaron sobreviviendo durante las siguientes 16 semanas del estudio.
En el proceso de aprobación de técnicas quirúrgicas dentro de Estados Unidos se requiere que se demuestre no tan sólo la efectividad del tratamiento sino la seguridad del usuario, esto es del paciente al momento de su ejecución. En este caso se demostró que la técnica de implantación no causó daño a las pacientes con problemas visuales. Aunque, el objetivo de este ensayo no era demostrar si el procedimiento en realidad funciona, los resultados sugieren que la visión de las pacientes sí logró mejorar.
Las células troncales embrionarias son únicas en cuanto a su potencial regenerativo debido a su capacidad para dividirse y sobre todo por su potencialidad para convertirse en cualquier tejido. Los beneficios de este grupo de células no había podido ser utilizado debido a su potencial inherente, al ser separadas de su nicho embrionario tienen la propensión peligrosa de dividirse sin dirección. Por lo tanto, el riesgo de crecimiento de desarrollar una neoplasia (tumor) es mayor que el beneficio terapéutico al trasplantarse. En este caso, de acuerdo a lo publicado, no se ha desarrollado ningún teratoma.
1J. Cell. Mol. Med. Vol 11. No 5.
2Cell 123, February 2008.
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