2012-12-21 04:00:00
Fotograma de la cinta Lo imposible
De al menos 2009 para acá, Joseph Gordon–Levitt ha estado en un puñado de películas que genuinamente han llamado la atención; son, en orden cronológico: 500 días con ella(2009), El origen(2010), 50/50(2011), El caballero de la noche asciende(2012), Asesino del futuro (2012) y La entrega inmediata(2012). Además, Steven Spielberg lo llamó para el papel de Robert Lincoln en su drama biográfico/políticoLincoln, aún sin estrenar en México. Así pues, Gordon–Levitt, de sólo 31 años, ha transitado con capacidad por dramas, melodramas y comedias; por el thriller, el romance, la ciencia–ficción, la fantasía y la Historia, airoso y aparentemente sin despeinarse. No son muchos los que pueden presumir de lo mismo.
Traigo esto a colación justo por el estreno entre nosotros de La entrega inmediata (Premium rush), acerca de Wilee (Gordon–Levitt), un mensajero neoyorquino cuyas entregas por la ciudad se cumplen con el vértigo que le permiten su audacia temeraria y su singular bicicleta, carente de frenos y provista de una única velocidad constante. Un mal día, este kamikaze del asfalto recibe –para entregar– un sobre que varios quieren; en especial, con absoluta urgencia, un detective torcido (Michael Shannon). Así, sobre su bicicleta, mientras se aferra a la necesidad de entregar el sobre, Wilee tendrá que vérselas no sólo con el desquiciado tráfico de Manhattan, sino también con los corruptos y mafiosos que vienen tras él. ¿Vale la pena el film? Roger Ebert tiene la respuesta: “Si andas en busca de hondura y trascendencia, esta no es la película. Pero dirigida por David Koepp (el guionista de Misión imposible y El hombre araña), se convierte en una aventura experta y fascinante”. Agrego, por mi parte, que el imaginativo trabajo de fotografía de Mitchell Amundsen es además un plus en La entrega inmediata. Vale la pena verla.
Y otro estreno, también para tenerse en cuenta, es Lo imposible, de Juan Antonio Bayona, el realizador catalán que sorprendiera hace cuatro años con el film de misterio El orfanato. Con Lo imposible, Bayona da un golpe de timón para recrear la odisea –una historia verdadera– de una de las familias que vivieron el terrible tsunami de 2004, en un resort de la costa tailandesa. En locaciones reales, e incluso convocando como extras a sobrevivientes de la tragedia, la recreación conseguida por la cinta es de un realismo sobrecogedor, lo que la hace más cercana y conmovedora. La actúan estelarmente Ewan McGregor, Naomi Watts y el niño Tom Holland, siendo los dos últimos quienes en especial nutren la hondura y el sentimiento de esta historia de valor y fuerza de espíritu. Lo imposible no parece tener una sola nota falsa, además de que mantiene presente la óptica macro –global– de los actos, al tiempo que focaliza en los sucesos particulares que rodean a los Bennet: el matrimonio y sus tres hijos pequeños, agredidos y separados por la monumental ola principal del tsunami, así como por su posterior réplica. La historia de la familia Bennet es un milagro en sí misma; por fortuna, la película de Bayona le hace justicia. Es de ese milagro que desprende su título: Lo imposible, que puede crecer en celebridad los próximos días, a la luz de las nominaciones que la cinta consiga para los diversos premios fílmicos que se avecinan.
En cuanto a El Hobbit, de Peter Jackson, es curioso que muchos creen saber todo sobre el film... aunque no lo hayan visto. Y es que no todos se animan a sus dos horas y 49 minutos de duración, por muy impecable que sea su diseño de producción y muy hi–tec –e inéditos– sus 48 cuadros por segundo (que funcionan sin duda, pero que a ratos sólo consiguen que su universo se vea más “como video”). Como sea, imposible sustraerse a la tentación y experiencia de esta nueva aventura Baggins surgida de la Tierra Media, que ya comentaremos con amplitud.
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