Rodolfo Suárez Cruz, superintendente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afirmó que el proyecto Gasoducto Morelos–Tlaxcala ha sido concluido, pues registra un avance de 96 por ciento; además, sostuvo que ya se resolvieron los problemas que surgieron con el municipio de Texoloc y que impedían la culminación de los trabajos.
Los ductos “están debidamente realizados y la trayectoria que atraviesa el estado se ha realizado”, expuso el funcionario durante la Novena Reunión Plenaria de titulares de delegaciones federales este miércoles.
Subrayó que con la participación “de todos los niveles de gobierno se han solventado las diferencias que se tenían por ahí, particularmente con el municipio de Texoloc, donde la autoridad se oponía al desarrollo del proyecto. Se han solucionado”.
Luego, Belén Carrasco, residente de la obra, precisó que el Gasoducto Morelos es parte de la estrategia nacional de energía. Puntualizó que el trazo tiene alrededor de 170 kilómetros, de los cuales 48 pasan por nueve municipios de la entidad.
“A la fecha, en todos estos 48 kilómetros ya tenemos el tubo enterrado, ya estamos en las actividades de tapado y de restauración del terreno. Esto quiere decir que ya hemos subsanado cualquier tipo de roces que de repente se tienen con los más de mil predios atravesados en el estado de Tlaxcala”.
La inversión en obra social (que se ejecutará en las demarcaciones por donde pasarán los ductos) “ha sido bastante e importante” –señaló–, pues a la fecha la cifra asciende a más de 62 millones de pesos.
El avance general de este gasoducto es de 96 por ciento, “esperemos que al inicio del próximo año ya estaremos arrancando”, concluyó la funcionaria federal en su participación.
En su oportunidad, organizaciones civiles locales e internacionales han condenado el Proyecto Integral Morelos (PIM), pues, entre otras cosas, han señalado que la empresa Enagás, una de las encargadas de introducir el ducto, está vinculada en planes controvertidos, principalmente en materia ambiental.
Octavio Rosas Landa, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es uno de los principales activistas que han cuestionado al PIM, en apoyo a las comunidades por donde atraviesa el gasoducto.
Estas expresiones de rechazo han llegado al Parlamento Europeo y al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
Además varias organizaciones externaron su rechazo al proyecto.