El rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Puebla, David Fernández Dávalos, consideró que la actual crisis en la sociedad está motivada por el predominio de la “religión del éxito”, la cual está sustentada en universidades como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, que han olvidado resolver problemas de tipo social y humanitarios a favor de los sectores empobrecidos.
“Me parece que con la crisis universal, la crisis económica del sistema neoliberal y de la religión del éxito y de todo esto que se ha empezado a desmoronar con los inconformes, es el proyecto que representan universidades como el Tecnológico de Monterrey y otras de estas características. Es ese proyecto de vida, de sociedad y de ser humano, el que está entrando en crisis”, acotó el rector de la Ibero.
De acuerdo con David Fernández, las instituciones de educación superior “lo declare o no lo declare” desempeña un papel político dentro de la sociedad, que puede orientarse a legitimar y perpetuar el sistema imperante o buscar su transformación en beneficio de los sectores marginados, por lo que “no puede haber universidades neutrales; todas representan un proyecto de ser humano y una influencia concreta en la sociedad”.
Asimismo, destacó que en estas circunstancias de irracionalidad, generada por la injusticia y la violencia como la que se vive en México “la universidad tiene que ponerse del lado de la paz, la verdad y la justicia”, con la intención de ofrecer soluciones a los problemas que actualmente aquejan a la sociedad.
Durante la conmemoración del XXII Aniversario de los Mártires de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador, Fernández Dávalos refirió que los temas cruciales de la humanidad, como el desempleo, inseguridad y medio ambiente, no se están resolviendo con la universidad actual.
“La universidad está orientada sólo para cumplir estándares que le impone el mercado. Nos hemos olvidado de cumplir demandas del conjunto social. No generamos empleo y no hay visos, salvo sus excepciones, para resolver los problemas ecológicos”, agregó.
Por ello consideró necesario que en una sociedad estratificada, dividida, con sectores sociales antagónicos y opuestos, la universidad debe actuar a favor de los intereses de las mayorías, tratando de convertirse en una institución de razón para los pobres “que contribuya al cambio social a través del conocimiento crítico y creador que permita ver las injusticias sociales”.
Fernández Dávalos aseguró que ante la tendencia dominante para restringir los derechos, criminalizar la protesta social y actuar por encima de la ley, la ciudadanía debe buscar alternativas sensatas para mejorar el nivel de vida de las personas.
Asimismo, destacó que en los jóvenes reside la responsabilidad de cambiar la realidad, a través de la construcción de un pensamiento comprometido, crítico, propositivo y al servicio de las mejores causas del país, región y Estado.
El rector dijo que el reto es el de transformar a las comunidades universitarias para generar “una masa crítica que acepte el desafío que nos propone la terca realidad que aguarda en el exterior de nuestros muros. Desde una universidad así podremos ir creando agendas comunes con otros sectores sociales interesados en la paz, la justicia, el bienestar de todos y todas”.
Fernández Dávalos recordó a los jesuitas que fueron asesinados el 16 de noviembre de 1989 en un ataque de agentes del Estado salvadoreño. Entre los jesuitas, que pertenecían a la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador, destacan: Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Ignacio Martín Baró, Amando López, y Joaquín López y López, así como Elba Ramos y su hija Celina.
Finalmente, el rector de la Ibero entregó un reconocimiento al teólogo jesuita español Jon Sobrino S.J., quien por brindar una conferencia en Tailandia, se salvó de ser asesinado en 1989 junto a sus compañeros de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”. Sobrino es considerado como el principal promotor del discurso teológico latinoamericano, por su contribución en la cristología, eclesiología y la espiritualidad de la liberación.