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Miércoles, 24 de agosto de 2011
La Jornada de Oriente - Puebla - Municipio
 
 

Tecnología electromagnética en alumbrado público, causante de contaminación: Mir

 
JAVIER PUGA MARTÍNEZ

El uso de tecnología magnética en el alumbrado público, como se pretende usar en la ciudad de Puebla con el contrato recién firmado con la empresa Citelum, también es causante de contaminación electromagnética que es un problema cada vez mayor en las grandes urbes y del que poco se ha estudiado.

Sin embargo, este tipo de polución tiene efectos en los seres humanos que son perjudiciales de acuerdo con la Asociación de Estudios Geobiológicos (GEA), una organización española con presencia en varios países incluido México, que desde hace 20 años ha estudiado los efectos del uso de la energía eléctrica, el magnetismo y otras fuentes de energía en las personas.

Insomnio, fativa, cambios de comportamiento, irritabilidad, depresión e incluso enfermedades degenerativas como el cáncer y la leucemia, son algunas de las consecuencias de esta contaminación, de acuerdo con un documento elaborado por el investigador la GEA Alejandro Mir Flor, debido a las altas exposiciones de las personas a la tecnología comúnmente usada en las ciudades como líneas eléctricas, transformadores, antenas de telefonía móvil, emisoras de radio y televisión, entre otras.

Entre las conclusiones a las que llegó Mir Flor en su estudio están que los habitantes de las ciudades son constantemente irradiados por millones de impulsos eléctricos, tanto magnéticos digitales o analógicos, así como distintas frecuencias que interactúan con la bioelectricidad de los seres humanos, haciendo que la fisiología del cuerpo esté envuelta en un microclima electromagnético que resulta perturbador.

Estimó que 75 por ciento de las instalaciones eléctricas de las viviendas no son compatibles con la bioelectricidad corporal, perjudicando con ello la calidad de vida de las personas que viven en  las ciudades.

El investigador recomienda vivir a más de un kilómetro de líneas de alta tensión, así como a más de 50 metros de un transformador de energía en la vía pública y a más de 300 metros de una antena de telefonía móvil.

También recomienda, entre otras cosas, evitar el uso de módems de internet inalámbrico tipo ADSL, pues generan un riesgo electromagnético innecesario, principalmente para los niños, igual que los teléfonos inalámbricos tipo DECT, ya que éstos tienen la capacidad para modificar la polaridad de las células humanas que son radiadas con pulsos digitales; es decir, con microondas.

Los radiorelojes despertadores contaminan en un espacio de 150 metros a la redonda, señala el investigador, que sugiere desecharlos, como también evitar regalar teléfonos móviles o celulares a niños y jóvenes menores de 16 años por las frecuencias electromagnéticas que irradian al cerebro.

 
 
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