Cartas a Gracia
Gracia, cierto es que el día de ayer, 1 de mayo, se conmemoró un aniversario más del inicio de un movimiento obrero (1886), cuya demanda central fuese la de establecer una jornada laboral de 8 horas en sustitución de las habituales de 12 y/o 16 horas. Represiones de por medio, muertos a causa de una manifestación y ejecuciones públicas de líderes (1/11/1886), acusados, sometidos a juicio, condenados a muerte y declarados inocentes tres años más tarde, señalados como responsables de una provocación institucional montada el 3 de mayo de 1886, cuyo resultado arrojara siete policías muertos y casi 40 trabajadores fallecidos. Recordados, Gracia, señalan las fuentes, por el Congreso de la Asociación Internacional de Sindicatos Europeos, organización que instituyera en París, el 1 de mayo de 1889 el Día Internacional del Trabajador, Gracia, cuya celebración, en nuestro país, corre a cargo de “sindicatos independientes”. Lejos quedaron aquellos magnos desfiles con los que los líderes charros evidenciaban su alianza con el gobierno mexicano, muestra evidente de los postulados de Partido Revolucionario Institucional (PRI), del estado Corporativo y del control absoluto del movimiento obrero mexicano que aún detenta el gobierno en turno.
Pero en tanto pongo a tu consideración algo que para mi se encuentra fuera de razón, Gracia, me da gusto que Ceci Espino, Directora de Instituto Municipal de las Mujeres de la capital del estado de Puebla de Zaragoza, te invitase a participar en la justa denominada “Corramos con la mujer en contra de la violencia”, que se desarrollará el próximo 8 de mayo a partir de las 9 horas y seguramente, como establece, la ruta transitará por calles de nuestro bello centro. La convivencia, mas que competencia, pues invitan a quienes solo puedan trotar y caminar a que lo hagan, pretende fomentar “la convivencia familiar”.
Y esto que para mi requiere una explicación más profunda, Gracia, seguramente a cargo de peritos en Derecho Laboral, tiene que ver con el doble proceso de negociación salarial instrumentado por los líderes, incluida Elba Esther Gordillo Morales, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Transcurrida la negociación centralizada a cargo de una comisión mixta integrada por representantes del SNTE y de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tras la entrega formal, Gracia, de un pliego petitorio y luego de obtener, normalmente, resultados por encima de los otorgados a otros gremios, cuyos trabajadores se encuentran también al servicio del Estado, la negociación pasa a las entidades y corre a cargo de las secciones sindicales del SNTE, delegatarias de la titularidad de las relaciones laborales pactadas el 18 de mayo de 1992 entre el gobierno federal, las administraciones de las entidades y el SNTE (Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica –ANMEB–), quienes para cumplir también con la “formalidad” requerida, entregan el correspondiente documento, dos para ser más exactos, reiniciando un nuevo proceso de negociación salarial, inequitativo a todas luces por enfrentarse un gobierno local a un sindicato nacional.
Y esta, que es una práctica recurrente de la estrategia salarial desarrollada por el SNTE, se manifiesta con toda crudeza en las declaraciones vertidas recientemente (http: //impreso.milenio.com/node/8945937) por Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández, Secretarios Generales de los Comités Ejecutivos Secciones 23 y 51 del SNTE, quienes, manifiesta la nota “solicitarán un incremento mayor a 4.9 por ciento directo al salario y 1.5 en prestaciones, dentro del pliego petitorio 2011 que entregarán al gobierno del estado encabezado por Rafael Moreno Valle, para comenzar las negociaciones de aumento salarial.”. Previamente Gracia, con un día de antelación, un periódico de circulación nacional (Reforma 18–04–2011) habría dado a conocer que el SNTE habría sido beneficiado con un incremento del 4.7 directo al salario y 1.2 a prestaciones, superior a otorgado a sus pares en otras dependencias incluido Pemex.
Pero es en este punto, Gracia, en el que la puerca tuerce el rabo. El ANMEB precisa que su alcance vincula únicamente a los trabajadores transferidos en virtud del Acuerdo y que los de origen estatal continúan siendo responsabilidad de los patrones originales. De ahí deriva el doble proceso de negociación salarial pues mientras, teóricamente, ya se ha resuelto lo conducente para los trabadores de origen federal, al trasladar el porcentaje de prestaciones para que se resuelva en una negociación de carácter local, se infla artificialmente la fuerza política y de negociación de la sección que agrupa a los trabajadores de origen local y juntos, encabezados por un representante del CEN del SNTE, arrancan de los patrones sustitutos, prestaciones por encima de lo pactado nacionalmente, no reconocidas por la federación al ser responsabilidad política, económica y social de las administraciones estatales, asunto que impacta negativamente a las finanzas de los Estados.
Independientemente de ser la negociación de los federalizados un asunto de los patrones sustitutos como lo es el de los estatales, cuestión que otro día consultaré contigo, Gracia, quiero ejemplificar eso que encuentro fuera de toda lógica y que te comentaba al inicio de la presente. ¿Si la Federación sólo entrega a través de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB) y Normal sólo 40 días de aguinaldo, por que el Estado, receptor de una negociación nacional centralizada entre SEP–SNTE, en la que se han definido los parámetros de incremento a salario y prestaciones, tiene que asumir con recursos propios, el pago 50 días de salario adicional que se integran a esa prestación, el aguinaldo de los federalizados, de la que además absorbe el pago del impuesto sobre la renta?, y esto por citar sólo una, pero en la práctica hay muchos ejemplos similares.
Del tema hay mucho que platicar y te pediré tu opinión en otras misivas. Hasta la próxima, disfruta tu carrera que yo estaré con Víctor en un concierto de música electrónica de videojuegos en la ciudad de México.