Desde el año pasado, un grupo de académicos del Colegio de Posgraduados, bajo el proyecto “Custodios” del programa general “Mejoramiento genético en nichos ecológicos”, mantiene protegidas a tres razas de maíz criollo en el estado de Puebla, como es el chalqueño, el elote chalqueño y el cacahuazintle, ante su posible desaparición por baja siembra.
Pedro Antonio López, responsable del proyecto, informó que la idea de protegerlas surgió a raíz del estiaje que azotó al estado hace más de una década.
La propuesta es avalada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y lo que hacen los investigadores del Colpos es ubicar a los campesinos que mantienen las variedades de maíz lo más cercano posible a las razas criollas que prevalecen en valles altos.
Actualmente, comentó que están trabajando con cuatro custodios en Ciudad Serdán, Tlachichuca, Santa Rita Atlahuapan, Santa María Zacatepec, que pertenece al municipio de Juan C. Bonilla, y en Puebla capital, en la colonia La Resurrección.
El programa apoya a los agricultores con los costos de producción. Se les paga desde la siembra hasta la cosecha, y los campesinos se comprometen a devolver 200 kilogramos de semillas de cada variedad, y es esa la que se están distribuyendo.
Algunas de estas razas ya se cultivan, pero no bajo las mismas condiciones ni procesos.
A los campesinos interesados se les hace la aclaración, dijo, que no son variedades de alto rendimiento, pues, hasta el momento, no han sido mejoradas. No obstante, sí cuentan con un alto potencial de rendimiento.
En México, informó, existen entre 55 y 65 razas criollas de maíz, y algunas de ellas están en peligro de extinción, como el “harinoso de ocho hileras”, que se cultiva en el occidente del país, y el “Nal Tel”, en la península de Yucatán.
Aquí en Puebla, aseveró, “afortunadamente las razas no tienen tanto ese problema; el que más se acerca es el cacahuazintle”, porque explicó que a través de la introducción de nuevos materiales a la cosecha van cambiando sus características, asociado al intercambio de semillas.
Pedro Antonio mencionó que todas las razas de maíz criollo que se cultiva en la entidad es para consumo humano, pero el totomoxtle tiene usos diversos, como envoltura de tamales y para la elaboración de artesanías.
De las 600 mil hectáreas que están produciendo maíz en Puebla, principalmente en la zona de Libres y Cholula, confirmó que ninguna se está empleando para la transformación industrial.