En la previa fiesta de adiós a la carne, danzantes de los batallones del carnaval de San Pedro Cholula anunciaron la realización de una marcha en el centro de la ciudad para el día 30 de enero. La intención es llamar la atención de las autoridades en funciones y electas, que hasta el momento los han ignorado.
Hay que destacar que el carnaval de San Pedro reúne a alrededor de 4 mil danzantes, agrupados en 12 batallones de los 10 barrios que participan.
Atraídos por la algarabía, cada año acuden en promedio 10 mil turistas nacionales y extranjeros. Esta fiesta habitualmente comienza en la primera semana de febrero, antes del carnaval de Huejotzingo.
En esta ocasión se desarrollará del 6 de febrero al 13 de marzo.
Por tal motivo, los danzantes explicaron la necesidad de establecer contacto con el gobierno municipal que va de salida, para continuar con la tradición que data de hace un siglo.
Los carnavaleros dijeron que necesitan desde financiamiento, hasta vigilancia policiaca y de protección civil a fin de garantizar seguridad tanto a los danzantes, como a los visitantes.
El general en jefe del Carnaval 2011, Guillermo Melgarejo Martínez, se dijo extrañado por la cerrazón de la administración de Francisco Covarrubias y del gobierno de transición de Dolores Parra, pues se trata de una antigua tradición.
Melgarejo expuso que tan sólo el costo de un traje, dependiendo si es de zacapoaxtla, turco, francés, indio o zapador, va de los 15 hasta los 30 mil pesos. Por lo tanto, la demanda es justa.
A manera de comparativo, expusieron que autoridades anteriores les han bridado respaldo cada año, pues la celebración representa un atractivo turístico y una importante derrama económica para la localidad.
Comentaron que tras la realización de la marcha tenían la intención de reunirse con el edil cholulteca, y aunque la solicitud fue realizada desde noviembre del año pasado, esta vez, sin explicación, les dijeron que no serán atendidos por el edil priista.
Por otro lado, comentaron que la presidente municipal electa no tiene interés en recibirlos ni en apoyar al carnaval, lo cual lo demostró desde su campaña electoral.
Consientes que la falta de apoyo por parte de las autoridades no atenta la tradición, ni frenará sus participaciones, los danzantes se encuentran practicando desde sus barrios, pues la fiesta comienza en dos semanas.