“Al transitar por la globalización será necesario mantener las raíces culturales, ya que de no hacerlo México será una nación sin pasado y sin un acervo lingüístico y cultural”, advirtió el poeta en lengua náhuatl Natalio Hernández, al enfatizar que es indispensable que el próximo gobierno ponga en marcha un proyecto de sensibilización y de rescate hacia las lenguas indígenas.
En entrevista con este medio, el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas 1997 consideró que este estado es un terreno fértil para que los idiomas originarios florezcan y se desarrollen, y en donde sus “migrantes sean embajadores de su cultura y se sientan orgullosos de su raza”.
“Las lenguas que se hablan en Puebla, el totonaco, el mixteco o el náhuatl, no son menores que el inglés, un idioma que ha ido permeando entre los hablantes por la falta de una política cultural que las refuerce y por fenómenos como la migración”, consideró.
Hernández, poeta originario de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, trabajó como maestro en la Sierra Norte de Puebla en la década de los sesentas del siglo pasado. Durante su estancia en municipios como Zacapoaxtla y Huauchinango supo que dentro de una sociedad mestiza es importante que haya equidad y respeto hacia las lenguas originarias.
Frente al siglo XXI es primordial que los gobernantes “promuevan el diálogo horizontal y simétrico entre los indígenas y las instituciones para que se permita valorar la diversidad de las lenguas, las culturas y las costumbres de los pueblos”, consideró.
El ensayista, quien es fundador de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas, llamó a fortalecer la cultura de las comunidades serranas, mixtecas y cercanas a la capital, y lograr una convivencia lingüística con el español.
En Colibrí de la armonía, un poemario escrito en español, inglés y náhuatl, Hernández demuestra que la poesía es un espacio abierto a la multiculturalidad actual, en un mundo que a decir de su autor está interactuando para intercambiar sus palabras.
La posibilidad del poema, continuó, está en la lengua. “Ya sea en español, en totonaco o en náhuatl, la poesía se cultiva por igual si la sociedad no las oprime y las deja florecer”, afirmó.
Consideró que en el futuro crecerá el interés por las lenguas originarias de México y previó que dicho proceso será más fuerte en el extranjero. Recordó que en algunas universidades de Europa y Estados Unidos ya se enseñan varias lenguas originarias de América. Ejemplo de ello, es la Universidad de Columbia, en Nueva York, la cual entre sus planes de estudio ofrece varios niveles del estudio del náhuatl.
Hernández es autor de los libros de poesía Collar de flores, Así habló el ahuehuete, Canto nuevo de Anáhuac, Canto a las mariposas y Colibrí de la armonía.
Cuenta, además, con dos libros de ensayo, La palabra, el camino. Memoria y destino de los pueblos indígenas y El despertar de nuestras lenguas.