Debido al trabajo del retiro de combustóleo derramado en más de 11 kilómetros del río Atoyac y canales de San Martín Texmelucan, trabajadores encargados de la limpieza han presentado infecciones, dolores de cabeza y ardor en ojos, por lo que, temerosos, no descartaron que el problema de salud pueda ser más grave e inclusive mortal ante una posible intoxicación.
La empresa responsable de contratar a alrededor de 200 personas de la localidad es Biotecnología Aplicada al Saneamiento Ambiental (Basa), y la misma Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol), a través del programa “Empleo temporal”.
A los trabajadores contratados, que en su mayoría fueron damnificados por la explosión del pasado 19 de diciembre, nunca se les advirtió que la limpieza también consistía en adentrarse al río, con una profundidad de un metro para retirar de ahí el hidrocarburo almacenado.
Por cada familia damnificada
sólo pueden contratar
a tres personas.
Uno de los afectados, de nombre Facundo Hernández, de la colonia Morelos, se enlistó con la empresa Basa desde el 20 de diciembre. Desde entonces, por 800 pesos quincenales, “todo el día estamos limpiando en agua espesa por combustóleo y heces fecales del río Atoyac”.
Adriana Franco Alvarado es una de las pocas mujeres contratadas para la limpieza en las casas derruidas en la colonia El Arenal, tras la explosión de un oleoducto de Pemex.
“No me quedó de otra que aceptar, porque no hay trabajo”, señaló Adriana, quien está desempleada desde hace un par de meses, cuando fue despedida de la textilera Tavex –ubicada en Villa Alta–, donde laboró por varios años.
Ella, al igual que Facundo, sólo recibió como herramientas de trabajo y protección una escoba, un uniforme, un par de botas, lentes, rastrillo y pala.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los principales problemas que enfrenta una persona que se expone a problemas de contaminación del aire, provocados por quemas e incendios, es conjuntivitis, dermatitis, salpullido, resfriado y gripe, bronquitis, faringitis, laringitis, sinusitis, neumonía o pulmonía y cáncer pulmonar.
Sobre el tema, Salvador Escobedo, director del programa Oportunidades de la Sedesol, comentó que desconoce si es que los trabajadores presentan algún tipo de infección.
No obstante, comentó que de ser necesario iniciaría una inspección a los trabajadores que continuarán realizando las operaciones de limpia de los cinco canales de agua y de río.
Mientras, los afectados aseguraban que los despidos injustificados ya se empezaron a presentar dentro del programa “Empleo temporal”, el cual fue ofrecido por la Sedesol tras llegar a un convenio con Petróleos Mexicanos.
Precisamente los despidos se deben a que se han empezado a manifestar por las ronchas y otras infecciones cutáneas que han presentado a raíz del trabajo de limpia y reconstrucción de la colonia El Arenal.
Por otra parte, el titular de la agencia de Protección al Medio Ambiente de la capital, Virgilio Vázquez Ruanova, aseveró que el líquido derramado al río Atoyac no generó daños a la flora y fauna que se encuentra en el área metropolitana de Puebla hasta donde llegaron los residuos, por lo que afirmó que el personal de la agencia supervisa el cauce del Atoyac que corresponde a Puebla para monitorear y detectar algunos lugares donde se ve acumulación de hidrocarburo.
Las cuadrillas contratadas por Petróleos Mexicanos, Basa y Sedesol siguen realizando los trabajos de limpieza en la llamada “zona cero”, con herramientas y químicos especiales para subsanar el material contaminante que logró llegar hasta Puebla capital sin la mayor protección que el uniforme de tela color naranja, casco, botas y guantes.
La jornada de limpieza empieza a las 8 de la mañana y culmina a las 6 de la tarde, con la entrada de los últimos rayos del sol del día.