Atlixco. A pesar de que en mayo de 2010 el ayuntamiento canceló por tiempo indefinido, a través de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología (DDUE), la obra del fraccionamiento denominado San José Acatocha (ubicado en el entronque de la vía Atlixcáyotl) por la falta de algunos trámites administrativos ante la autoridad local, la empresa responsable de esos trabajos retomó las labores, realizando ua serie de acciones como poner en riesgo y destruir la salida del cauce natural del agua de las viviendas aledañas, levantar una barda, obstaculizando las entradas de las casas, apropiándose del paso de servidumbre y hasta posiblemente vender un predio propiedad de la Comuna.
La obra de construcción del fraccionamiento inmobiliario San José Acatocha, propiedad del empresario Carlos Maldonado García, cuenta con el permiso correspondiente autorizado al final de la anterior administración emanada del Partido Acción Nacional, aunque por el momento no están claros aspectos fundmentales para un desarrollo urbano de esta naturaleza, por ejemplo el abastecimiento del agua, el destino de las aguas negras y el impacto ambiental en la zona.
Según el oficio 245/ 2010, de la dependencia señalada, y cuya copia está en poder de este reportero, para tomar esa decisión la DDUE expuso una serie de argumentos legales y técnicos al interesado en edificar viviendas sobre 78 lotes de entre 800 y mil 500 metros cuadrados: “con motivo de la actualización del permiso de construcción expedido en el gobierno anterior, se revisó el expediente del Fraccionamiento San José Acatocha observando lo siguiente:
“La autorización de ese proyecto inmobiliario fue otorgada en 2007 en un predio que de acuerdo al Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Atlixco cumple con el uso de suelo correspondiente. Del estudio de los planos se consideró que el lindero del terreno que está cerca de la vía del ferrocarril se respetó la zona federal de 15 metros.
“En cuanto a los límites del área que conduce hacia la barranca, resulta necesario respetar el espacio de 10 metros de restricción señalado por la Comisión Nacional del Agua (CNA); de igual manera es prudente salvaguardar los lineamientos de 15 metros marcados por este ayuntamiento mediante el departamento de protección civil, asunto señalado en el acta de cabildo de fecha 11 de junio de 2009 para quedar finalmente un margen de 15 metros a partir del eje del río”.
El documento, fechado apenas el pasado 3 de mayo y signado por el titular de la DDUE, Sergio Villalón Rodríguez, también refiere esto: “sobre la entrada y salida del fraccionamiento por la autopista vía Atlixcáyotl, es necesario elaborar el estudio de tránsito correspondiente, que por cierto, debe ser avalado por las autoridades municipales y estatales”.
Abunda el texto: “sobre las minutas relacionadas con la factibilidad de los servicios de agua y alumbrado, manifiesto que deberá continuar con los trámites ante las diferentes dependencias como marca la Ley de Fraccionamientos y Acciones Urbanísticas del estado de Puebla y el Reglamento de Construcción para Atlixco”.
Entrevistado en torno a ese fraccionamiento, el edil Eleazar Pérez Sánchez opinó esto en mayo pasado: “el objetivo ahí es poner en marcha unas villas de descanso; pero como muchos ya saben, la obra está detenida porque el dueño aún no cumple con todas las normativas. La autorización para ese desarrollo inmobiliario ocurrió en el anterior gobierno, con los buenos amigos del PAN quienes incluso cambiaron el uso de suelo”.
Sigue: “y también, curiosamente, en el ayuntamiento anterior entregaron la licencia de construcción. Aunque, por el momento, esperamos que la empresa satisfaga todos y cada uno de los requisitos establecidos en la ley para continuar con ese proyecto”.
–¿Entonces todo el asunto de San José Acatocha ocurrió en la administración panista? –insistió una reportera.
–¡Vamos!, no solamente eso hicieron; otro ejemplo más es Homex y Aurrerá, en donde los panistas lograron llevarse buena lana. ¡Sin duda, les tocó hacer buenos negocios a mis amigos de Acción Nacional; con ellos pudo más el dinero que la vocación de servicio!
Pérez Sánchez descartó que en ese predio pretenda instalarse un mar de viviendas, como ocurrió algunos kilómetros más arriba, en la junta auxiliar de Tehuixpango, en donde en un lapso de dos años levantaron 2 mil 700 casas de interés social. “Hoy nuestro trabajo, tras el consentimiento de los pasados funcionarios, es hacer respetar la normativa de ecología y desarrollo urbano”.
Y es que, dijo, estrictamente la empresa debe presentar los planos de la obra. “Y aquí ocurre algo: los involucrados nada más llevan un bosquejo para ser aprobado en cabildo, aunque en realidad pretendan otra cosa distinta y de mayores dimensiones. De ahí que la instrucción para el departamento encargado de ese asunto es revisar con lupa todo el expediente del caso”.
–Cuándo hablas de villas de descanso, ¿concretamente a qué te refieres? –soltó otro reportero durante la entrevista.
–Son casas amplias, con espacios y áreas verdes grandes; pero estamos vislumbrando otra cosa. Sin duda, el dueño y la constructora violentaron la normativa, y por eso como representantes del gobierno exigimos que las cosas terminen como propusieron en un principio.
Pérez Sánchez detalló que la obra en el fraccionamiento San José Acatocha fue detenida durante la primera semana de mayo. “El mensaje es que deben justificar y sobre todo apegarse al plano presentado ante el cabildo. Otro aspecto de trascendencia son las áreas verdes de donación ya que finalmente todo mundo termina por hacerse pato en cuanto a este aspecto. Por ahí abundan en Atlixco una serie de fraccionamientos que nunca entregaron ese tipo de áreas, y cuando preguntamos las razones asientan que ese perímetro estaba contemplado para construir calles. ¡Pos’ que fregones se la encontraron!
Los documentos
El incumplimiento de algunos requisitos técnicos y administrativos para continuar con la obra, cancelada en esos momentos, desató una serie de sospechas y preguntas de las actuales autoridades locales en torno a un nuevo problema y negocio inmobiliario en la ciudad.
El dueño del fraccionamiento residencial denominado San José Acatocha, ubicado en el kilómetro 24.5 de la autopista Atlixcáyotl, en los ex ejidos de San Félix Hidalgo, y quien recibió el permiso correspondiente dos meses antes del fin del último ayuntamiento panista encabezado por Manuel Vargas Martínez, aunque logró acomodar el tipo de uso de suelo para este fin lucrativo, debe cumplir con preceptos establecidos en la Ley de Fraccionamientos y Acciones Urbanísticas del estado de Puebla si pretende obtener ganancias de esta transacción, revela un documento oficial de la Comuna.
San José Acatocha, aseguró en entrevista el alcalde Eleazar Pérez Sánchez, es la cereza del pastel de una serie de licencias concedidas por los albiazules en el gobierno para la abrupta aparición, entre otras cosas, de miles de viviendas en la periferia del municipio, como el caso de Homex y las más de 2 mil casas de interés social.
Según el expediente del caso en poder de este reportero, la historia comenzó el 6 de noviembre de 2007 con un oficio dirigido a Juan González Rojas, director de Desarrollo Urbano y Ecología del entonces ayuntamiento panista: “estimado arquitecto: por medio de la presente le solicito a usted de la manera más atenta la autorización para construir un fraccionamiento de tipo habitacional el cual consta de 78 lotes con medidas de entre 800 y mil 500 metros cuadrados y que contará con todos los servicios y lineamientos que ustedes indiquen”.
Al respecto, uno de los planos –el L1– de esa propuesta inmobiliaria, aprobado el 11 de diciembre de 2007, apenas un mes después de la solicitud ya mencionada por la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología, especifica: “obra: fraccionamiento San José Acatocha; proyecto: Frafer Construcciones SA de CV; propietario del terreno: Carlos Maldonado García”.
Sigue: “superficie del terreno: 89 mil 889 metros cuadrados; superficie de vialidades: 17 mil 760 metros cuadrados; superficie vendible: 57 mil 662 metros cuadrados; superficie de donación de área verde: 17 mil 476 metros cuadrados”.
La constancia de pagos de derechos, con folio 6351, expedida por la propia Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología del anterior trienio, fechada el 7 de diciembre de 2007 y firmada por el responsable de ese departamento, Juan González Rojas (quien también jugó un papel de gestor en el caso de Homex), refiere: “el costo del señalamiento y número oficial: 2 mil 782 pesos; uso de suelo: 0 pesos; permiso de construcción: 0 pesos; lotificación y condominios (62 lotes): 59 mil 120 pesos; licencia de construcción: 0 pesos; formato de ventanilla única: 38 pesos. Total: 61 mil 940 pesos”.
Un dato más: el 11 de octubre de 2007, bajo el expediente (D–U), Juan González Rojas remite el siguiente texto a Maldonado García: “me refiero al escrito en donde pide el uso de suelo habitacional para el predio de su propiedad y que será destinado para el fraccionamiento San José Acatocha. Al respecto me permito informarle que con fundamento en el artículo primero y segundo, fracción II, del reglamento de construcciones del municipio de Atlixco, y de acuerdo con el Programa de Desarrollo Urbano, el inmueble se localiza en una zona compatible con densidad (H–O), por lo que se autoriza para tal fin”.
Destaca en este caso un convenio suscrito entre Manuel Vargas Martínez, como presidente municipal; Alberto Meléndez Flores, el síndico de esa administración, y el mayor interesado: Carlos Maldonado García, el dueño del predio. Algunos de los términos de las cláusulas aceptadas son estos: “el alcalde representa a un órgano autónomo en su régimen interior para la administración de su hacienda pública, en términos de lo dispuesto en el artículo 115 Constitucional y en el primero de la Ley Orgánica Municipal”.
Añade el texto, en el apartado 5 respecto a las declaraciones del gobierno de Atlixco: “contamos con el acta de cabildo en la que se autoriza la celebración del presente convenio de fecha 16 de febrero de 2005”.