Búsquedas en el diario

Proporcionado por
       
 
Viernes, 7 de enero 2011
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 ENTREPANES 

Amén

 
Alejandra Fonseca

Se tuvieron que esconder entre las sombras. Esperar la noche y caminar sin tocar el suelo para no dejar huella. No pudieron dar la cara. No tienen rostro. Hijos de la oscuridad. Hienas alimentadas de carroña.

No pudieron soportar el valor que ilumina. El de cara a la luz. Mismo que cegó sus ojos y mentes. Ofuscó la respiración de sus vidas. Su obnubilado instinto perdió la dirección del humano para dejar salir al gusano rastrero.

No pudieron sostener argumento alguno. Sus fragmentadas frases derrumbaron todo razonamiento. Usaron paralógica: La del loco que no liga sujeto con verbo y complemento. Sólo dilucidaciones por sus egos lastimados. Nada ligaban tesis alguna. Ni siquiera una antítesis por frágil que fuera. No había sentido más que el restablecer sus egolatrías ficticias al precio que fuera.  

Olvidaron el objetivo. ¿Algún día tuvieron? ¿Existió para ustedes? ¿O era sólo usar lo que se podía para lograr sus intereses? No conocen convicciones. Jamás podrían acariciar su crepúsculo. No se puede hacer poesía con lo instrumental. Con lo práctico.

Los imagino en las tinieblas de sus presencias. Reunidos para plantear la estrategia. ¿Cómo hacer para que el reyecito recupere su trono? Y tan pequeños ambos: rey y trono. Y más pequeños, todavía, los consejeros. Buscar no cumplir la palabra entregada. Burlar el honor que no pueden imaginar existe. No soportan verse en el espejo.  

Creyeron podrían detener lo que pasaba. Sin pensar que las circunstancias cobran propia vida y toman fuerza. Todo por un descuido, profundo. De ustedes. Por no darse cuenta. Que la vida es más que un cuerpo unicelular que reacciona sólo ante los pequeños estímulos externos que puede percibir. Porque no hay nada más por dentro.

La conciencia nunca rondó sus aposentos. Lo práctico, decían. Siempre repetían. Nada que traspasara el velo de lo inmediato. Imposible la reflexión y el diálogo. Imposible la duda que vuelca las cosas. Imposible valorar opciones. Imposible cavilar. Imposible la comprensión que la vida es mucho más compleja que mover la patita cuando suena la campanita.

El miedo es su único fiel compañero. Llena sus vísceras y el hueco interior de sus cabezas. No conocen el valor: ni del valiente ni del significado. Quisieron usar a la gente y no se dieron cuenta que nunca los habían conocido: hay algo que se llama integridad y no es negociable.

El que se queja no hace poesía. Y tienen su hipocresía para seguir adelante. 

Amén.

 
 
Copyright 1999-2011 Sierra Nevada Comunicaciones - All rights reserved
Bajo licencia de Demos Desarrollo de Medios SA de CV