A pesar de que hace dos semanas comerciantes agremiados a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y el ayuntamiento firmaron un acuerdo para que finalmente (y tras varias amenazas de cierre de calles en el primer cuadro de la ciudad) las avenidas aledañas al mercado Benito Juárez queden despejadas de vendedores de temporada –quienes serían trasladados dos cuadras más adelante a la calle La Paz– después del próximo 12 de diciembre, los acuerdos están a punto de “reventarse” una vez más.
Desde principios de esta semana, y con la llegada de la fecha pactada para el retiro de los ambulantes de las calles, entre los “pupilos” de Leovigildo Jiménez Tapia, actual secretario general de la CROM, corrió la versión de que finalmente no levantarían sus puestos de la vía pública. De hecho, el lunes pasado sostuvieron un cónclave en el edificio de esa central obrera para fijar una postura. Y la postura de Jiménez fue clara: “ustedes deciden, compañeros... la mayoría manda”.
Frente a esa posibilidad, el coordinador de directores de la Comuna, Salvador Torres Romero, objetó: “en los intereses de los mercados, si tocas o lesionas los intereses de otras personas que no sean los tuyos, indudablemente los líderes estarán contentos. Pero en el momento en que la autoridad aplica la ley por igual, entonces ninguno de esos representantes de comerciantes se queda contento, y hasta terminan unidos”.
Recordemos que la mala relación personal entre el edil Eleazar Pérez Sánchez y el líder de la CROM, Leovigildo Jiménez Tapia, acentuada en el pasado proceso interno para elegir al candidato a la alcaldía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –donde el cromista apostó por un aspirante distinto–, la eterna disputa de los vendedores de temporada por las calles en épocas de fin de año, y sobre todo la “falta de compromiso” de todas las partes involucradas (entre éstas los comercios establecidos), estuvieron a punto de provocar el martes 24 de noviembre, en pleno centro de la ciudad, un nuevo “zafarrancho” entre ambulantes y elementos de seguridad pública.
Las no tan viejas cuentas políticas pendientes y el choque de fuerzas y de poder entre ambos priistas afloraron sin mayor recato ante los medios de comunicación esa mañana. Una antigua historia, la del “derecho de nuestra gente a ganarse todos los días el pan para su familia, a pesar de la ineficiencia e ineptitud de la autoridad”, según Jiménez, contra el “incumplimiento sistemático de los acuerdos de parte de este señor a quien vamos a poner a leer un diccionario porque no sabe que significa la palabra compromiso”, sentenció Pérez Sánchez.
Sobre este conflicto, representantes de la organización de comerciantes 21 de Marzo plantearon su postura: “nosotros queremos por escrito, de Eleazar Pérez y de Salvador Torres Romero, coordinador de directores, si pronto llevarán a cabo la obra de la avenida Manuel Ávila Camacho para saber si es conveniente trasladarnos, como proponen, a la calle La Paz; y en caso de no ser así, que las cosas se queden como están y cada quien trabaje en los mismos espacios que tienen”.
