Sectores sociales de Atlixco dedicados a preservar el medio ambiente de la región, e integrantes de organizaciones locales no gubernamentales independientes (ONG), pidieron a la autoridad en turno y a los miembros de la siguiente administración no descartar la posibilidad de generar energía eléctrica, para dotar de ese servicio a las luminarias del alumbrado público y en general a los edificios oficiales, con las toneladas de basura que todos los días llegan al relleno sanitario intermunicipal.
“Más allá del debate sobre si se trata de una privatización, o de poner en manos extranjeras o de empresarios esa responsabilidad, en Atlixco es tiempo de tomar una decisión en cuanto a una pregunta básica: ¿qué hacer con nuestra basura? Es decir, si dejamos pasar este momento o esta coyuntura, difícilmente habrá otra oportunidad para entrarle al asunto. Y mientras, la basura sigue ahí, contaminando y desaprovechándose”, reiteró en entrevista con este diario Jesús Aroche Ramos, ex director de desarrollo urbano y ecología en el ayuntamiento.
Estos puntos de vista surgen luego del choque público, legal, administrativo y mediático entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el ayuntamiento de Atlixco por un pago o recibo extra de más de un millón de pesos derivado de la dotación de luz a una cantidad importante de luminarias del alumbrado público.
Aroche recordó que en 2007 dos empresas internacionales, con las respectivas subsidiarias en el país, y cuyos nombres no fueron revelados, estaban interesadas en comprar el gas metano producido por millones de toneladas de basura acumulada en el relleno sanitario intermunicipal para posteriormente generar electricidad, según admitió en su momento el entonces responsable de esa área Juventino Hernández Lima.
El funcionario ofreció en aquel año detalles del caso: “en marzo recibiremos la visita de un par de compañías mundiales con el objetivo de comenzar a planear el uso del llamado bio–gas; de hecho ya tenemos instaladas siete torres, desde el fondo hasta la parte de arriba para capturarlo. Incluso en el anexo quedarán dos más”.
Según Hernández Lima, los cálculos apuntaban a que en aproximadamente 24 meses existiría la factibilidad de concebir de tres a cuatro toneladas de metano, cantidad suficiente para desencadenar luz; “sin embargo, en caso de no concretarse nada, el ayuntamiento cuenta con la perspectiva de completar los trabajos y hacer llegar a los miles de postes ese servicio. Eso representaría el ahorro para el gobierno local de 6 millones de pesos anuales, entregados por el alumbrado público a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”.
En interés de las trasnacionales, abundó Hernández Lima durante una entrevista con este reportero aquel día, tiene una explicación: “de acuerdo con los parámetros del Protocolo de Kioto, los países más industrializados, como Estados Unidos, deben dejar de lanzar cierta cantidad de emisiones contaminantes, y para muchos es imposible lograrlo; por eso buscan, a través de bancos conectados con los gobiernos, obtener o comprar el denominado bonocarbón. Este último es comercializado y nosotros recibiríamos pago por el gas emitido; es decir, dinero por el metano”.
El asunto, subrayó, es determinar cuál de las dos empresas alcanza a pactar la instalación de un biogenerador. “Con la llegada de este último aparato y toda la infraestructura correspondiente es necesario gastar aproximadamente un millón de pesos a fin de captar todo el material”.
El relleno sanitario intermunicipal recibe cada 30 días 2 mil 600 toneladas de desechos de Atlixco, San Juan Tianguismanalco, Tochimilco, Santa Isabel Cholula, y pocas veces de Atzizihuacán.
Incluso Aroche revivió la oferta hecha por la UNAM al ayuntamiento de Atlixco en junio de este año para realizar un plan integral en el relleno sanitario, que desde luego incluía la posibilidad de generar energía eléctrica. “Esto debido a los graves problemas ambientales representados por el mal manejo y confinación de los residuos en el relleno sanitario intermunicipal”.
Domingo Cobo, investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, y responsable de elaborar ese esquema, platicó tras el acto protocolario con La Jornada de Oriente durante la presentación del anteproyecto:
“Es un plan integral sobre la gestión de los residuos sólidos en Atlixco. La propuesta contempla un diagnóstico sobre la generación, manejo, recolección, transporte y disposición de ese material. La segunda etapa refiere factibilidad técnica, económica y ambiental. Para el caso específico del municipio contemplamos varias opciones de solución para el destino final de la basura”.
Atlixco “cuenta actualmente con un relleno sanitario, y la idea es optimizar y mejorar ese espacio mediante la aplicación de técnicas modernas. Los detalles completos están en manos de los técnicos del gobierno local para el correspondiente análisis, y en este momento nos encontramos en el establecimiento de las inversiones económicas requeridas para echarlo a andar”.
El esquema, explicó, está incluido en la iniciativa federal llamada Proresol (Programa de Residuos Sólidos Municipales), que es manejada por el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras). “Es decir, dentro de esta última oficina existe el Fondo Nacional de Infraestructura dedicado al apoyo de los ayuntamientos con la aportación de 50 por ciento del total de la inversión a fondo perdido y el resto es otorgado por operadores privados, quienes participan en un concurso público para ganar un contrato de prestación de servicios durante 20 años”.
Sobre la situación del manejo de la basura en Atlixco, respondió que es “ineficiente e inadecuado. Tiene hoy mismo muchas complicaciones que a corto plazo provocarán severos problemas ambientales a la ciudad y puede empeorarse por el gran crecimiento en los próximos años de Atlixco. Por eso ésta, sin duda, es una buena medida o decisión del actual gobierno local para quitar en los próximos 20 años ese peligro”.
El relleno sanitario, aclaró, tiene muchos problemas operativos que provocan que cada vez más represente un conflicto de alta magnitud el manejo de los lixiviados. “Eso genera, entre otras cosas, una producción importante de fauna nociva. Con el proyecto puesto en la mesa, eso cambiaría para convertirse en un sitio moderno donde logremos la producción controlada de biogas y que contaría con el espacio suficiente para manejar sin complicaciones toda la basura dispuesta por los más de 120 mil habitantes de Atlixco, y los miles de otros municipios”.