El director de los Centros de Integración Juvenil en Puebla (CIJ), José Antonio Vicuña García, consideró que el incremento al precio del tabaco, aprobado por la Cámara de Diputados en la Ley de Ingresos de la Federación para 2011, no disminuirá los índices de adicción a la nicotina, tal como lo argumentaron este martes algunos legisladores en la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
“Para los jóvenes el precio no es un factor que los frene a dejar de fumar. Ellos con mayor impuesto seguirán comprando cajetillas, sino hay un factor educacional no va haber ningún cambio”, señaló.
Opinó que los diputados deberían promover un programa de educación en salud que informe sobre las consecuencias a esta adicción y aumentar los centros de atención para adictos, pues refirió que tan sólo en Puebla más de 50 por ciento de los fumadores desconoce cómo pueden acceder a un tratamiento médico y 76 por ciento de los alumnos de educación básica ignora los daños que puede causar el tabaquismo a su salud.
Vicuña García refirió que de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Adicciones, Puebla se ubica entre los cinco estados donde los habitantes de 18 a 65 años consumen más de cinco cigarrillos al día y donde los estudiantes de educación básica menos percepción tienen de que el tabaco es malo para ellos. Por ejemplo, abundó, desconocen que fumar les puede causar cáncer pulmonar.
“Desgraciadamente la promoción hacia los servicios de salud es muy baja, entonces, muchas veces las personas con problemas de tabaquismo ni siquiera tienen idea que existen clínicas contra el tabaquismo ni como acceder a un tratamiento, entonces, es en el aspecto de promoción donde se debe trabajar en el área gubernamental y de salud”, aseveró.
Este martes, el pleno de San Lázaro aprobó un amento de 7 pesos a las cajetillas de 20 cigarros.
Con esta medida, personajes como el presidente de la Comisión de Salud en el Senado, Ernesto Saro, estimaron que el consumo de cigarros en México disminuiría hasta en 15 por ciento, lo que se traduce en 400 millones de paquetes menos anuales.
Según Ernesto Saro es positivo el aumento porque impacta el precio al público y porque al subir los costos, baja el consumo. “Por cada 10 por ciento que suba, baja 5 por ciento el consumo; si sube 30 por ciento esperamos que baje 15 por ciento el consumo. Esto quiere decir que de 2 mil 500 millones de cajetillas que se fumaron este año, con este aumento va a bajar a 2 mil 100 millones”.