Tras cuatro días de silencio, la aspirante a la gubernatura de la alianza Por el Progreso de Tlaxcala, Adriana Dávila Fernández anunció que no impugnará la elección del pasado 4 de julio, con lo cual tácitamente reconoció el triunfo del priista Mariano González Zarur en las urnas; sin embargo, continuó con sus señalamientos de que hubo fraude electoral en los comicios.
Serena, afirmó que no estaba “ni lastimada, ni derrotada”, pero al final, al abrazar a una de sus colaboradoras de campaña, no pudo contener que una lágrima se derramara por su mejilla.
La panista apareció públicamente tras su fracaso electoral en una conferencia de prensa la tarde de ayer para anunciar que no impugnará los resultados de la elección gubernamental “porque no es un asunto revanchista”, pero insistió en que hubo fraude electoral de parte del priista Mariano González Zarur, quien le aventajó con 8 puntos en la contienda del 4 de julio.
Adriana Dávila inició la conferencia de prensa citando a Manuel Clouthier: “sólo está derrotado aquel que ha dejado de luchar”. Flanqueada por su efímera aliada, la senadora con licencia, Minerva Hernández Ramos, los líderes estatales del PAN, Benjamín Ávila Márquez y del PRD, Luis Roberto Macías Laylle, la panista advirtió que vigilará al gobierno venidero.
“Desde la trinchera partidista y ciudadana seguiré cada uno de los movimientos del gobierno que entrará en funciones en enero de 2011, lo haré sin ánimo revanchista”, sentenció.
El lugar donde se realizó la conferencia de prensa estaba lleno, lo mismo había colaboradores de su campaña que operadores políticos de varios municipios. Ahí, enumeró una serie de anomalías de parte de los priistas y de los grupos políticos que se sumaron a ellos, pero evadió señalar alguna simulación de los propios panistas, e incluso del gobernador Héctor Ortiz Ortiz.
Sostuvo que en 198 de las mil 248 casillas instaladas detectó 6 mil 172 boletas de más, entre otras irregularidades, como embarazo de urnas, votos piratas y la práctica del carrusel.
“Los estamos acusando de rateros, aunque no de tontos (…) Todas estas son irregularidades dignas del México de los ochenta, son prácticas de lo más rancio del viejo PRI. Del PRI de los fraudes electorales, del PRI de los fraudes patrióticos”, subrayó Dávila Fernández.
Sonrió todo el tiempo y al momento de tocar el tema de quienes estuvieron colaborando con ella, pero que finalmente operaron a favor del PRI, soltó: “quienes simularon o no, en la conciencia de cada quien está luchar por ideales, el costo no lo estamos pagando nosotros (los panistas), sino los ciudadanos”.
No se aventuró a afirmar si buscará una senaduría, un cargo en el gobierno federal o la candidatura al gobierno en seis años, pero sustentó que su trinchera es Tlaxcala y que continuará con su carrera política y partidista.
“No es un asunto de estar formado o en la cola de las tortillas, es un asunto de dignidad, dentro de seis años si tengo esa posibilidad (de ser candidata) lo haré, si no estaré apoyando dentro de mi partido a quien sea postulado”, recalcó la panista.
También agradeció el voto de los 180 mil tlaxcaltecas que creyeron en su proyecto y en el de Minerva Hernádez.
“En ningún momento dejaremos de luchar, por el contrario, lo haré con más fuerza y con mayor vigor, porque soy una convencida de que tenemos que sacar a Tlaxcala del anonimato y hacer de esta tierra el mejor lugar para vivir”, asentó la candidata de la coalición que integraron el PAN, Panal y PAC.
Concluyó la sesión de preguntas y respuestas, y prosiguió a abrazar a los asistentes, lo mismo a Minerva Hernández, a los diputados locales panistas, que a sus colaboradores de campaña y al quedarse en un fuerte abrazo con una de sus seguidoras, Adriana no contuvo una lágrima que secó rápidamente con una de sus manos.
