En la aula Germán List Azurbide, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla, se presentó el libro La naturaleza de la memoria, del ensayista Erik Vázquez.
Uno de sus críticos, el escritor Eduardo Huchía, refirió que el texto publicado por Tierra Adentro recupera dos cosas: primero al ensayo como uno de los géneros literarios contemporáneos y otro, al tema del amor, un asunto que había sido relegado por los escritores actuales.
Acompañado por sus lectores Huchía, Aracely Toledo y María Torres Ponce, el escritor originario del estado de Nuevo León presentó su primer libro, que conjunta una serie de ensayos, los cuales resultaron de la serie de cartas que escribió durante el lapso de un año.
“La naturaleza de la memoria”, confió el autor durante una entrevista, es un texto que nació de manera inesperada, pues al no venir de la academia ni tener algún acercamiento previo con la literatura, optó por el ensayo como el género para acercarse a una serie de anécdotas, que si bien toman como referencia a diversas teorías o autores, se alejan de la formalidad y recurren a una prosa sencilla y accesible al lector.
Para Eduardo Huchía, uno de los presentadores, Vázquez tomó como punto de partida al recuerdo, “ese hecho de la memoria que va cambiando como las novelas: las tomas y las relees y descubres que son tan vigentes como en el primer acercamiento”.
Por ello, consideró que la fuerza del texto radica en su facilidad para provocar la reflexión utilizando al ensayo como el medio idóneo.
Distinguió, además, que el autor toma al “amor” como uno de los temas principales de su obra y que tal licencia es como un atrevimiento, pues los ensayistas contemporáneos lo han desechado y hasta “discriminado”, pues consideran que no es un asunto sobre el que se pueda reflexionar.
“Para Erik Vázquez no es un crimen ser cursi”, definió.
Señaló que además de la memoria, echa mano de sentidos, como el olfato, la vista y el oído para reconstruir esa serie de recuerdos, mientras que para Aracely Toledo, experta en literatura mexicana, La naturaleza de la memoria está hecha con una “prosa de traza natural, en la que se mezclan elementos de la arquitectura, como una parte de esa construcción memoriosa en la que el autor se empeña, por explicar las vivencias”, definió.
Por su parte, María Torres Ponce, coordinadora de Extensión y Difusión Académica de dicha facultad, precisó que la obra del autor norteño estudia y narra, por medio de una prosa fluida, a autores y filósofos modernos, tal y como lo debe hacer un buen ensayista.
Destacó que una buena parte de la temática del texto está concentrada en el amor y en el goce sexual, uno de los temas, que si bien eran tratados por autores clásicos como Séneca y Montaigne, han sido desdeñados por los escritores contemporáneos, quienes los consideran temas menores. Por último, Erik Vázquez destacó que ya trabaja en su próximo proyecto editorial, el cual tendrá como tema principal a “la muerte, pues es un tema que anduvo rondando la escritura de La naturaleza de la memoria”, definio.