El uso eficaz de una encuesta de opinión pública puede guiar a un candidato y a un partido político a obtener el triunfo en unas elecciones. El conocimiento de las preferencias entre la población sirve para decidir quién gana y quién pierde.
Aunque no todas las encuestas se han hecho públicas, varias empresas han levantado estudios para conocer la presencia de los aspirantes al gobierno del estado, entre otras: Mitofsky, Parametría, Gabinete de Comunicación Estratégica, y BGC Beltrán y Asociados.
A fines de 2009, los partidos políticos acudieron a las agencias de investigación de mercado y opinión pública para conocer su posicionamiento en el ánimo de la población para saber quiénes eran las personas que aceptaban como candidatos.
Bajo la premisa de que los candidatos no nacen sino que se hacen, se producen, se fabrican como cualquier producto, el Ejecutivo local declara que ninguno de los que suspiraban por la silla gubernamental alcanzaba más de los tres puntos porcentuales.
Al comparar las cifras de una sola empresa encuestadora es fácilmente comprobable el dato; sin embargo, cuatro meses después, antes de que den inicio las campañas electorales y con la certeza de que habrá cuatro competidores, el panorama es totalmente distinto.
Todas las empresas que levantaron encuestas electorales muestran que los resultados favorecen al PRI y a su candidato, por lo que la diferencia estaría en el segundo lugar, donde se encuentran prácticamente empatadas las aspirantes del PAN y del PRD.
Es de destacar que el 40 por ciento de los electores todavía no decide por quién votar, lo que puede modificar de manera radical los resultados de inicio, situación que dependerá del trabajo que realicen los candidatos durante los 56 días de campaña.
La ventaja inicial puede incrementarse o disminuir, pero sin duda que en la jornada electoral habrá de verse quién tiene mayor cantidad de dinero, mejor estructura y sobre todo capacidad de movilización de los electores. ¡Ese será el ganador o ganadora!