Entre 40 y 50 trabajadores del periódico El Sol de Puebla fueron despedidos entre el jueves de la semana pasada y ayer, como parte de los recortes que está haciendo la Organización Editorial Mexicana en sus 60 filiales de todo la República Mexicana. Se calcula que en total serán rescindidos unos mil 500 empleados de las diferentes publicaciones del consorcio encabezado por Mario Vázquez Raña, y que en el rotativo local de la cadena podría haber al menos media centena de despidos más en las próximas horas.
No obstante, toda la información que se manejaba ayer, cuando se supo la noticia de los despidos, ha quedado a manera de especulación, pues hasta ayer por la noche ni siquiera los líderes del sindicato ni los directivos del rotativo tenían clara la situación, porque los recortes están ordenados y son orquestados por emisarios de la matriz en el Distrito Federal.
“En realidad nadie sabe qué pasa, sólo se sabe que es un caos terrible. No hay orden, hay negociaciones después de lo decidido y supuestamente ya negociado... ¡es una locura!, gente a la que ya le habían dado las gracias y resulta que siempre se queda, otros que ya estaban confiados y a la mera hora se van”, expresó ayer un trabajador que pidió la gracia del anonimato.
Algunos de los liquidados en El Sol de Puebla fueron los vigilantes: “quitaron a los de vigilancia para contratar a una empresa de seguridad privada y así ahorrarse seguro, prestaciones, en fin, todo lo que implica”, manifestó otra fuente.
Entre los rescindidos estuvieron empleados de las áreas de administración, avisos, cobranzas, dibujo, redacción y fotografía.
Ayer también trascendió que habían despedido al menos a 30 personas en El Sol de Xalapa.
A principios de septiembre del año pasado, Arturo Manzano Nieto, entonces secretario general del Sindicato de Trabajadores de El Sol de Puebla, fue despedido injustificadamente en pleno auge de la elección interna para renovar la dirigencia de la organización gremial.
El grupo que sigue a Manzano consideró en aquella ocasión que la empresa quería enviar un mensaje a sus empleados de que cualquiera de que ose defender sus derechos correrá la misma suerte que el líder.
