Toda la obra de Martín Peregrina surge de una necesidad personal: compartir una mirada metafísica, surrealista, de cómo ve los objetos cotidianos, representados en ilustraciones o en imágenes fotográficas. Así, a través de la exposición Imaginarium. Pintura & Arte objeto, que se exhibirá a partir de hoy miércoles 28 de abril a las 19 horas, en el Museo Universitario Casa de los Muñecos (2 Norte 2), podremos apreciar utensilios, juguetes artesanales, plantas e insectos, nuevos diseños industriales, dulces y panes caseros transmutados en piezas inimaginables, como es el mango de un cepillo dental en la enorme panza de un animal marino.
A Martín le asombra desarrollar esa capacidad reconstructiva en sus piezas, pues cree que es un efecto parecido al que se reproduce en un infante cuando le asombra poner por vez primera su mirada en cualquier objeto.
“Imaginarium nos enseña a ver las cosas por primera vez, similar a la mirada infantil”, resume.
Cada pieza pretende ser una provocación para despertar la imaginación del público y descubrir que las cosas más simples y comunes pueden ser aún asombrosas si apartamos un momento la mirada convencional, para dirigir otra –quizás menos adulta– refrescante y gozosa a nuestro propio entorno.
Tras un recorrido por las salas del espacio cultural, también se puede ver una canica multicolor que asemeja a un nuevo planeta del sistema solar, bajo el título Juego de niños (2009). Además, a manera de metamorfosis, observamos detenidamente el capullo de una flor tornada en La diva (2001).
Para el artista plástico no existe, aparentemente, nada en común entre los objetos descontextualizados que utiliza en su obra; sin embargo, hay particularidades físicas, como el color y la forma, que unifica el trabajo de manera lúdica.
“Es una mirada inconforme, que no se somete a las definiciones convencionales, ni a sus funciones y contextos habituales”.
Desde esta teoría, surgen imágenes en donde tijeras y llaves se transfiguran en aves; flores y semillas evolucionan en enigmas espaciales y personajes con caracteres enigmáticos, humorísticos y reflexivos, como sucede con rociador de ropa convertido en guajalote.
Evidentemente, “la amplificación que hago de cada objeto en mis cuadros (en su mayoría de mediano y gran formato), favorecen la redefinición contextual descubierta que deseo mostrar”.
En ese sentido, admite que el genio de la pintura metafísica, Giorgio de Chirico, ha sido un gran aliciente en su obra. “Mi trabajo es pintura metafísica contemporánea porque hago uso del mecanismo, del concepto básico de los pintores de principios del siglo XX, pero obviamente con mis propios elementos de mi época, de mi entorno, de mi lugar”.
Por ello, asegura que ha escogido una técnica pictórica directa, donde el realismo evidencie el material de qué está hecho cada objeto, para que el espectador reconozca que no se trata de una figuración de fantasía, sino que es real y cotidiano, que puede hallar en su propio entorno, como en la cocina, el taller, el jardín y la oficina”.
Imaginarium reúne 31 piezas (cuatro objetos intervenidos y el resto acrílicos sobre tela) creadas en los últimos dos lustros, de 2001 a 2010. La colección está dividida en tres temáticas: Cosmos, Aviario y Terra incógnita.
Como actividad paralela, Víctor Montaño ofrecerá, durante el mes de mayo, un taller dirigido a niños y jóvenes aprovechando los tópicos de la exposición, que permanecerá hasta el 24 de mayo. El horario para las actividades es de 10 a 17 horas, y no tiene costo.
Con 20 años de trayectoria artística, Peregrina (Puebla, 1964), egresado de la licenciatura en Artes Visuales de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM se ha consolidado como uno de los artistas plásticos contemporáneos con mayor visión en Puebla.