La 51 Muestra Internacional de Cine cierra su programación en Puebla con la galardonada cinta Violines en el cielo (Okuribito), del japonés Yôjirô Takita, éxito garantizado tras recibir, el año pasado, el Oscar a la mejor película extranjera, desplazando en la categoría a Vals con Bashir, de Ari Folman, y a La clase, de Laurent Cantet, obras de autor sin atractivo mayor para el criterio hollywoodense.
La cinta narra la difícil situación que vive un empleado en el arte del Nokanshi o la preparación de los muertos en su viaje al más allá, donde un músico profesional encuentra sentido a su vida.
En Violines en el cielo el prolífico cineasta japonés reflexiona sobre las complejas emociones del ser humano ante la muerte, con una especial atención en el funcionamiento de la industria funeraria y la forma en la que se vive el duelo en la sociedad japonesa contemporánea.
Takita, un hábil artesano fílmico, cuya obra como director abarca más de 40 títulos y opciones genéricas para todos los gustos, de la comedia a las artes marciales, hasta el cine erótico, sorprende con su incursión lírica sentimental en el territorio de las viejas tradiciones culturales de su natal país.
Transforma el tema del embalsamiento de cadáveres, oficio incomprendido y despreciado, hasta alcanzar los niveles del virtuosismo artístico.
En un tono de comedia, levemente satírico, que recuerda por momentos al cine de su compatriota Juzo Itami, en la película no es un azar que la referencia insistente a la comida esté ligada a entender la materia humana como un producto perecedero, cuyo manejo final no debiera provocar mayor repulsión o escándalo.
La ceremonia (nokan) a la que invita el embalsamador (nokanshi) tiene un valor estrictamente espiritual y supone el acompañamiento digno del difunto a su última morada.
El joven Daigo, desempleado luego de la quiebra de la orquesta en la que era chelista, acepta por equivocación el trabajo ingrato de limpiar y preparar cadáveres para las funerarias, volviéndose objeto de la repulsa de sus seres más cercanos.
La proyección se realizará el domingo 2 de mayo y ofrece tres funciones: 12, 15 y 18 horas, en las salas de cine de arte del Complejo Cultural Universitario (CCU).
El guión de la cinta es de Kundob Koyama, la fotografía de Takeshi Hamada, la música de Joe Hisaishi y es encarnada por los actores Masahiro Motoki, Tsutomu Yamazaki y Ryoko Hirosue, principalmente.