Otro capítulo de imposición y desaseo en la coalición Compromiso por Puebla es lo que se está viviendo en Atlixco, en donde el Partido Acción Nacional (PAN) consiguió postular a un buen candidato a edil, al empresario Ricardo Camacho Corripio, pero le han negado el derecho a decidir sobre su planilla de regidores y buscan que uno de los primeros sitios se le otorgue a un personaje llamado René Velázquez, quien hace algunos años fue echado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por su conducta anti–ética.
Y ahí no termina todo, el aspirante perdedor del proceso interno del PAN, el ex diputado federal Guillermo Velázquez Gutiérrez, y quien es uno de los principales operadores de Rafael Moreno Valle Rosas en la región, se ha convertido en un saboteador del candidato a edil Ricardo Camacho.
El panista Guillermo Velázquez, para deponer su actitud nociva para su propio partido, ha condicionado que quiere cuatro lugares en la planilla de candidatos a regidores, misma que todavía no es aprobada por la autoridad electoral, y por esa razón está siendo objeto de acomodos, así como de presiones y chantajes.
Tal situación le está generando problemas y divisiones en el PAN, un partido que tiene todas las condiciones para recuperar la plaza de Atlixco ante la desastrosa gestión del actual alcalde priista Eleazar Pérez Sánchez, pero que si no frena sus pugnas internas podría acabar sufriendo un conflicto y obteniendo una mala imagen que le impida volver a gobernar este municipio, el cual hasta hace tres años era el principal bastión de Acción Nacional en el estado.
La gravedad de que le quieran imponer a Ricardo Camacho desde el Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional a la planilla de regidores es la trayectoria del perredista René Velázquez, la cual es la siguiente:
René Velázquez hace algunos años fue expulsado del PRD, o por lo menos esa versión dominó en Atlixco, debido a que falseó información de su esposa, Laura Trujillo, a quien buscó postular como candidata a regidora, pero mintió al señalar que era militante del partido del sol azteca. Cuando se descubrió el engaño le suspendieron los derechos partidistas de este personaje.
Hace cuatro meses, René Velázquez volvió a ser rehabilitado en el PRD por el secretario general del partido en el estado, Jorge Méndez Spínola, quien impuso una dirigencia provisional perredista en Atlixco –encabezada por Miguel Báez–, y al primero de estos personajes lo empezó a impulsar para que se convirtiera en regidor.
Nadie conoce hasta ahora oficialmente que se haya levantado la sanción a René Velázquez, por la cual fue suspendido del PRD, pero como en dicho partido se carece de institucionalidad –o mejor dicho de vergüenza–, ese aspecto ha sido soslayado.
Tanto René Velázquez como Miguel Báez han cumplido la función –por encargo de Jorge Méndez– de aparentar que el perredismo de Atlixco está de acuerdo con la alianza electoral del partido del sol azteca con el PAN, cuando en realidad se sabe que el grueso de la militancia del Partido de la Revolución Democrática no fue tomada en cuenta en la conformación de la coalición y no estaba de acuerdo con dicha unión.
El único mérito que tiene René Velázquez, y que por esa razón se ha congraciado con Rafael Moreno Valle, es que su esposa hace tres lustros propuso al cabildo de Atlixco que el principal bulevar de ese municipio llevara el nombre del ex gobernador y general Rafael Moreno Valle, el abuelo del actual candidato a gobernador de la coalición Compromiso por Puebla.
La propuesta fue aceptada y se le dio a esa vialidad el nombre de Rafael Moreno Valle, además de que se colocó un busto del ex militar, mismo que ha sido objeto de un atentado.
Nadie sabe hasta ahora quién fue el autor, pero hace unos 15 días alguien derribó el busto del ex gobernador que se encontraba en la vialidad que construyó el actual director nacional del programa Oportunidades y ex edil de Atlixco Salvador Escobedo.
El otro dolor de cabeza del candidato del PAN en Atlixco se llama Guillermo Velázquez, hermano del ex alcalde Felipe Velásquez.
Desde que inició el proceso interno del PAN, Guillermo Velázquez dio muestras de que le gusta la guerra sucia y que es capaz de hacer cualquier cosa por alcanzar el poder.
Cuando estaba a punto de ser la votación en la que el PAN eligió a su candidato, Guillermo Velázquez convocó a varios periodistas para que entrevistaran a un campesino de la comunidad de Coyula con el propósito de que el labriego denunciara que se estaban entregando de forma ilegal recursos del programa Oportunidades para beneficiar al precandidato Ricardo Camacho.
Para nadie es un secreto que Camacho es parte del grupo político de Salvador Escobedo, el encargado nacional de Oportunidades; por eso se quería vincular su campaña en el PAN con dicho programa.
En realidad el campesino de Coyula nunca acusó a Camacho de beneficiarse del programa de Oportunidades, pero algunos medios de comunicación sí difundieron –por encargo de Velázquez– que el panista estaba siendo apoyado con fondos federales.
Trascendió que Salvador Escobedo habría llamado por teléfono a Rafael Moreno Valle y le habría advertido que el principal dañado por esa estrategia de Guillermo Velázquez no era Ricardo Camacho, sino el PAN.
Entonces, Moreno Valle frenó la estrategia de Guillermo Velázquez de golpeteo contra Camacho.
El día de la votación interna del PAN, Velázquez volvió a la guerra sucia. Frente a la principal casilla del partido instaló una cámara de video para vigilar que fueran a votar los panistas a los que les habría ofrecido trabajo en el ayuntamiento a cambio de apoyarlo. Pese a ese tipo de intimidación, Velázquez perdió.
Y pese a su derrota; ahora quiere cuatro lugares en la planilla de candidatos a regidores. Y lo peor del asunto es que creo que le harán caso a sus chantajes.