Atlixco. Aquí de pronto el tema de la construcción de la Central de Abasto brotó del baúl de los recuerdos para ponerse nuevamente en la agenda de los actores sociales involucrados, entre ellos la autoridad municipal, ex funcionarios de la Comuna, campesinos de la junta auxiliar de la Magdalena Axocopan, y como nuevos protagonistas una serie de organizaciones civiles y no gubernamentales, quienes este martes manifestaron su respaldo y apoyo a los labriegos “desamparados” por el incumplimiento oficial signado como condición para vender las tierras a 10 pesos el metro cuadrado.
El debate en torno a este expediente no cambia: concretar o no ese proyecto, y sobre todo, ¿en dónde? José Ignacio Galindo Martínez, uno de los muchos vecinos de Axocopan presentes en la rueda de prensa ofrecida ayer a los medios de comunicación por abogados de las ONG, escuchó atento los puntos de vista de los defensores de esa causa. Y esperó el final para pedir la palabra y resumir el problema de la siguiente manera:
“La intención de nosotros es muy clara: insertarnos nada más en la cadena productiva por medio de la infraestructura creada por las autoridades. Esa es una vieja propuesta de la gente de la Magdalena Axocopan. Porque somos ciudadanos respetuosos de las instituciones, queremos dejar en claro a la investidura del alcalde y del gobernador varios puntos de vista sobre el asunto discutido. Ya hablaron de muchas cosas como la falta de presupuesto y el impacto ecológico, considerados obstáculos para hacer realidad esa obra”.
Sin embargo, “si el problema es la falta de dinero, no entendemos los motivos por los cuales personal de este ayuntamiento buscó y encontró otros terrenos para aterrizar ahí la central de abasto. Quiero aplicar la lógica: uno más uno siempre serán dos (sic); es decir, las 34 hectáreas adquiridas años atrás a 10 pesos el metro cuadrado en el predio de Santa Rita significaron un gasto para el entonces presidente municipal Felipe Velásquez de 3 millones 400 mil pesos, más erogaciones del dominio pleno”.
Hoy, “funcionarios de la administración de Eleazar Pérez localizaron predios en la franja oriente de la ciudad a un precio de aproximadamente 500 pesos el metro cuadrado. Las cuentas son contundentes... por 10 hectáreas serán 50 millones de pesos. ¿Entonces eso indica la existencia de bastantes recursos? o ¿indica la falta de voluntad política?”
De ahí “nuestro llamado respetuoso a Eleazar Pérez para poner la suficiente atención a los ciudadanos de Axocopan. Debe entender algo: la central de abasto representa un alto impacto social no únicamente para esa comunidad, es para todo Atlixco y para cada uno de los municipios ubicados en esta región. En cuanto a los argumentos del posible efecto negativo en el medio ambiente en esa área por la llegada de estructuras inmobiliarias, pedimos pruebas a quienes sostienes eso. Éste es el momento de mostrarlas por escrito”.
La idea es “conocer todos los elementos técnicos del caso identificados como la causa o las causas de la falta de viabilidad para levantar ahí la central. Los pobladores de Axocopan estamos concientes de nuestra reserva territorial, y la muestra es que deseamos evitar los peligros ya abundantes en la también superficie ecológica Atlixcáyotl, convertida en un emporio de viviendas y edificios. Eso puede suceder en un futuro en nuestra comunidad. No queremos pelear con Eleazar Pérez. Llegamos para solicitar algo lícito aprobado años atrás por los regidores en un salón de cabildos, y no en un bar, en una fiesta o en la calle”.
¿Y qué quieren?
Representantes de las llamadas Asociación Nacional para la Defensa del Ciudadano y la Legalidad A. C, Alianza Ciudadana de Puebla A. C, Coalición Nacional Constitucionalista Revolucionaria de Trabajadores y Campesinos A. C. y GAMO A.C., unieron esfuerzos y solidaridad con los ex ejidatarios de La Magdalena para “lanzar un llamado a las autoridades correspondientes con la intención de hacer respetar el acuerdo de cabildo aprobado por unanimidad el 14 de julio de 2003”, durante la administración de Felipe Velásquez Gutiérrez, que dice así textualmente:
“El ayuntamiento adquirió unos inmuebles (sic) para la construcción de una central de abasto. La autoridad local conciente de la obra en beneficio de la ciudadanía de Atlixco, decidió ayudar en forma adicional a las personas que accedieron a vender sus tierras, exentándolos del pago de los derechos municipales generados, así como apoyarlos con parte del material de construcción a utilizar en dichas fracciones de terreno”.
Es decir, “los beneficios concretamente son: licencia de construcción, otorgamiento de escrituras de los 100 metros cuadrados cedidos, ayuda con parte del material para edificar esa área y licencia de funcionamiento”. Aunado a eso, como una forma de agradecimiento, el propio edil panista Felipe Velásquez extendió una especie de certificado a cada una de las personas que entregaron sus parcelas a cambio de 10 pesos el metro cuadrado.
El documento consigna: “el crecimiento económico en el municipio es un factor fundamental para la solución de los problemas de empleo y pobreza, y para avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa. Así, con el fin de establecer una política comercial coherente que lleve al desarrollo financiero demandado por Atlixco, iniciamos el proyecto de reubicación de tianguis con la adquisición de los terrenos necesarios, cuyos vendedores se convierten con esto en promotores del proyecto más ambicioso de esta administración”.
Continúa: “en este sentido, y en un gesto de reciprocidad en el marco de la participación social en las labores de gobierno, el H. ayuntamiento de Atlixco 2002–2005 extiende la presente con el propósito de avalar la donación de un terreno de 100 metros cuadrados de superficie que ocuparán en el módulo de abasto y acopio para el desarrollo comercial de nuestra comunidad”.
