A pesar que las autoridades sanitarias del estado insisten en que no hay evidencia de que la actividad maquilera e industrial en la región de Tehuacán no está perjudicando a la salud de los habitantes las estadísticas de malformaciones congénitas, cáncer y otras enfermedades parecen indicar lo contrario.
En este municipio se concentra una de las incidencias más altas de toda la entidad en Defectos del Tubo Neural (DTN), como la anencefalia, que es una malformación congénita que perjudica e inhibe el desarrollo de los hemisferios cerebrales en fetos humanos. De acuerdo con estadísticas proporcionadas por la jurisdicción sanitaria número 10, en 2008 se registraron 14 casos, pero un año antes, en 2007, fueron 23. Además, el IMSS de Tehuacán registro cuatro casos de dicho mal el año pasado, por tanto el número total de casos fueron 18.
Ambas cifras fueron superiores a los casos reportados en las jurisdicciones de Huauchinango y Chignahuapan, las cuales indicaron que hubo cuatro y dos casos en 2008, respectivamente.
Según datos del Grupo de Apoyo a Mujeres con Padecimientos Oncológicos (Gamo), siete de cada 10 personas que padecen cáncer y que son atendidos en el Hospital de Especialidades Manuel Ávila Camacho del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la cuidad de Puebla, son personas originarias de la región de Tehuacán.
La incidencia de enfermedades respiratorias agudas en 2008 en esta región del sur del estado fue mayor que en Huauchinango y Chignahuapan, municipios ubicados en la Sierra Norte y que se caracterizan por padecer con mayor intensidad los frente fríos: mientras que en Tehuacán se registraron 49 mil 866 casos en ese año, en las otras dos jurisdicciones fueron 30 mil 563 y 34 mil 191, respectivamente.
Polución impacta la salud: estudios
Por otra parte, estudios hechos por la Secretaría de Salud del gobierno federal (Ssa) el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Instituto Nacional de Ecología (INE) documentan que la contaminación del aire y agua sí contribuye al desarrollo de malformaciones congénitas, cáncer, parasitosis, enfermedades respiratorias y trastornos neurológicos.
La información del INE señala que el agua contaminada con excretas humanas o animales puede generar desde gastroenteritis causadas por las bacterias como Escherichia coli, Campylobacter fetos, Salmonella, Campylobacter fetos, Shigella hasta casos graves, incluso letales como disentería, cólera o tifoidea; la presencia de bacterias oportunistas como Pseudomonas, flavobacterium, Acinetobacter. Klesbsiella o Serratia que están asociadas con infecciones en la piel y membranas mucosas de los ojos, oídos, nariz y garganta.
Agrega que químicos como el diclorcetano, cloriro de vinilo y los hidrocarburos aromáticos policíclicos –sustancias que utilizan algunas textileras en Tehuacán que lavan mezclilla– producen depresión del sistema nervioso central, afectan la piel, la respiración, la circulación, el funcionamiento de los riñones, páncreas, hígado y ojos, y son mutagénicos y carcinógenos.
En tanto, un estudio hecho por el Centro Nacional de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud federal, el Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma del Estado de México sobre las exposiciones ambientes y DTN, documenta que los factores ambientales pueden repercutir en “la génesis de las malformaciones congénitas”.
“La residencia cercana a sitios de almacenamiento de desechos peligrosos, el alto uso de agroquímicos y la contaminación de agua con nitratos y trialometanos incrementa la prevalencia de defectos del tubo neural”, afirma la investigación de los institutos nacionales de salud.
Agrega: “Las madres residentes en áreas rurales podrían padecer algunas deficiencias nutricionales involucradas en los procesos enzimáticos relacionados con la migración celular necesaria para el cierre del tubo neural”.
El INSP en su estudio “Mortalidad por defectos del tubo neural en México, 1980–1997” refiere que la exposición ambiental y laboral a compuestos químicos, en particular plaguicidas, es otro factor que está asociado a los DTN.
Señala que Puebla, Chiapas y Oaxaca fueron los estados que tuvieron mayor extensión de superficie sembrada durante el periodo de la investigación, presentaron el mayor incremento anual en la tasa de mortalidad por defectos del tubo neural.
En Tehuacán –de acuerdo con la información de la Asociación de Avicultores de Tehuacán– hay 23 granjas porcinas y 18 aviarias, así como 150 empresas textileras registradas, y más de 200 empresas, incluidos talleres pequeños, dedicadas a la industria del vertido de la región, opera clandestinamente.
El mal manejo de las heces fecales en las granjas, que por el crecimiento de la mancha urbana han quedado situadas dentro de la ciudad, y la deficiencia de plantas de tratamiento de aguas residuales en las empresas textileras han provocado que los habitantes tengan que soportar la pestilencia que emana de los criaderos; plagas de moscas y que más de 50 hectáreas de hortalizas sean cultivadas con aguas multicolores, pero con fuertes cargas de químicos y metales.
Para Carlos Martínez Amezcua, especialista en Veterinaria de la Escuela de Agronomía de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), indicó que a través de la inhalación de polvo de heces fecales provenientes de las granjas de aves y puercos las personas pueden contagiarse de enfermedades bacteriológicas, y presentar problemas respiratorios.
Afirmó que si no existe un buen control del excremento de los animales que se crían en las granjas, se origina que los habitantes que cohabitan cerca de dichos criaderos, inhalen olores fétidos que pueden contener partículas contaminadas con bacterias y que se originen plagas de moscas.
Agregó que si las personas que habitan a 5 kilómetros de las granjas se quejan por los olores fétidos que se desprenden y por tener plaga de moscas es porque no están bien reguladas, además de que no están operando correctamente el desecho de excretas.
“Una granja bien manejada con buenos controles de olores no debe ocasionar un problema fuerte; así están en Europa: hay granjas que están pegadas a las poblaciones grandes, y ellos tienen mucho control sobre eso, algunos de esos países producen más o igual que en México; entonces, existe la posibilidad de pedir que esas granjas que contaminan tengan más controles”, aseguró.
Carlos Martínez Amezcua dijo que las granjas a las que se debe vigilar permanentemente son las que crían gallinas: “En una granja de pollo no va haber tanta excreta, pero en una granja de gallina allí sí deben de pedir que el alimento venga con controles de moscas porque en la granja de gallina hay más riesgo de que la mosca crezca porque allí sí cae el excremento y está más libre para que las moscas e insectos se vayan a parar sobre él... en la granja de pollo en cambio, los pollos pisan el excremento y se seca rápido, entonces no va haber proliferación de moscas”.
Rechazo oficial
De acuerdo con Cruz López Luna, consejero de la Cuenca del Papaloapan de la Comisión Nacional del Agua, la actividad industrial en Tehuacán sí está provocando polución y, a su vez, enfermedades y daños en la salud de la población. El origen de la contaminación, dijo, está en la industria maquilera y el sector pecuario.
Pero para la representación de la Secretaría de Salud del estado de Puebla en esta región no es así: rechazan que la alta incidencia de los males antes mencionados esté asociada a la contaminación ambiental y acuífera que han generado las granjas y la industria textilera.
En entrevista con La Jornada de Oriente, Alejandro Jiménez Espinosa, coordinador de la jurisdicción sanitaria número 10, sostuvo lo anterior, pero reconoció que sí hay pruebas de presencia de excremento humano en el agua para el riego de hortalizas.
“Mucha gente habla del canal de Valsequillo, que ocasiona leucemia... (son) barbaridades, el canal ha existido siempre. No tenemos estudios de los factores que estén ocasionando las infecciones. Vemos la patología, pero no estudiamos los factores (sic)”.
Por su parte, Jorge Flores Díaz, coordinador del departamento de Epidemiología, de la jurisdicción 10, señaló que no hay una “relación sustentada” entre el cáncer y la maquila, y que el agua contaminada del dren del Valsequillo tampoco es un factor para la aparición de defectos del tubo neural, como la anencefalia.
Refirió que en 2002 la Secretaría de Salud federal, la estatal, así como autoridades sanitarias de la región de Tehuacán realizaron un estudio para determinar los factores que estaban provocando que se presentaran nacimientos de niños sin cerebro.
Las dos principales hipótesis que se plantearon, dijo, fue que dichos defectos se estaban presentando en trabajadores de las granjas agrícolas y porcinas y que el agua que corría por el drenaje de Valsequillo contenía sustancias tóxicas, estaba incidiendo en la salud de los habitantes que vivían cerca del canal.
No obstante, a decir del funcionario, ninguna de las dos hipótesis fue comprobada por las autoridades sanitarias, y la conclusión del estudio fue que la ingesta de ácido fólico –nutriente esencial para prevenir defectos del tubo neural– en las mujeres embarazadas de la región, era deficiente.