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Martes, 9 de junio de 2009
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 OPINIÓN 

La posición gubernamental de no congelar la tasa de interés

 
ARTURO HUERTA GONZÁLEZ

El señor Luis Pazos, quien es titular de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), más que defender los intereses de éstos, protege los de los dueños del dinero. A raíz de la intención manifiesta por el Senado de la República de disminuir las comisiones que cobran los bancos por sus servicios y de congelar las tasas de interés del crédito al consumo, el Sr. Pazos ha afirmado que “congelar las tasas de interés de crédito sería contraproducente para la economía mexicana”. Señala que “este proceder lo único que haría sería limitar más el acceso al crédito, sobre todo a las personas de escasos recursos”. Cabe recordar que siempre las medidas a favor del capital financiero se justifican diciendo que son en bien de los más pobres, siendo que la realidad ha demostrado que las políticas predominantes, además de llevarnos a la crisis que enfrentamos, han acentuado la concentración del ingreso, a favor de los que más tienen. Los pobres ni tienen acceso al crédito ni cuentan con trabajo digno bien remunerado, sino que se encuentran desempleados, como resultado de las políticas predominantes que actúan a favor del sector financiero, y en detrimento del sector productivo y de la generación de empleos.

El titular de la Condusef se ha pronunciado con “seguir con la apuesta por una mayor transparencia en las comisiones que cobran los bancos y en promover una mayor cultura financiera”. Afirma que en “la medida que las personas se informen mejor de cómo usar sus tarjetas de crédito y conozcan que bancos e instituciones ofrecen las mejores ventajas, habrá mayores beneficios que perjuicios, al usar el dinero plástico”. El problema es que al no hacer la tarea la Condusef, así como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el banco central, de controlar y regular la banca, ésta hace lo que quiera. Cobra las comisiones y la tasa de interés que quiere, y no se da competencia alguna entre los bancos, tal como esperan las autoridades correspondientes para regular dicho sector. La crisis actual, tanto a nivel mundial, como la nacional, ha demostrado una vez más, que el mercado no se auto–regula. Que la falta de regulación del sector bancario y financiero, siempre desemboca en problemas de insolvencia, en inestabilidad y crisis bancaria y financiera. La banca aquí como en la mayoría de los países del mundo, especuló otorgando más crédito a favor del consumo (a altas tasas de interés), que al sector productivo, de ahí que no se generaron ingresos suficientes para asegurar el reembolso de dichos créditos. Ello se tradujo en cartera vencida y en crisis.

El titular de la Condusef afirma que la cartera vencida en México en relación al crédito al consumo está al nivel de 11, y para él es un indicador de que el sistema financiero está sano. El problema es que dicha relación está creciendo y ha llevado a la banca a suspender los créditos. Si el sistema estuviera sano, no habría restricción crediticia, ni reestructura de créditos vencidos a mayores tasas de interés, que vendrá a incrementar más el problema de deudores y acreedores. En vez de pensar las autoridades financieras en como evitar que siga creciendo el problema de cartera vencida, y de cómo la banca debe expandir más el crédito, insisten en mantener el comportamiento de la banca tal cual, como si no estuviera pasando nada en dicho sector y en el conjunto de la economía. Seguir con altas comisiones, como con altas tasas de interés, es atentar sobre el crecimiento de la inversión y el consumo, lo que seguirá contrayendo la demanda, la producción, el ingreso de los deudores y retroalimentando a su vez el problema de cartera vencida, y la restricción crediticia, que desembocará en otro Fobaproa. Todo apunta a que esto acontecerá en los próximos meses, pues estamos en un entorno de caída libre de la actividad económica, y por lo tanto, del ingreso de empresas e individuos, los cuales no tienen capacidad de hacer frente a sus deudas, lo que llevará a la banca a tener pérdidas, y por lo tanto a enfrentar problemas de insolvencia, pues no tendrán condiciones de encarar el pago de sus propias deudas, y ello demandará otro rescate bancario.

El titular de la Condusef, en vez de avocarse a evitar tal situación, se pronuncia por más reformas estructurales, sin reconocer que son ellas las que nos han llevado a la crisis que enfrentamos. Insiste en que es “necesario que no se postergue la reforma fiscal... para tener mayor dinamismo económico y dejar de perder competitividad” y que ello “nos va a llevar a contar con más y mejores ofertas crediticias para los usuarios de servicios financieros en el país”. No entiende el señor Pazos que no se puede instrumentar una reforma fiscal en un contexto de profunda recesión económica, dada la menor capacidad de pago de empresas e individuos. Ha de estar en su mente, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el cual es al consumo y es un impuesto regresivo que afecta más a aquel que consume todo su ingreso, que son los pobres. Ello vendría a contraer más el consumo, y por lo tanto la actividad económica, y con ello los ingresos de empresas e individuos, por lo que se recrudecería el problema de cartera vencida y más se restringirían los créditos. Seguir pensando en competencia, es seguir avalando un modelo económico que no da, que está en crisis severa, que exige replantearlo todo, lo cual no pasa por la mente de quienes nos gobiernan, por lo que seguiremos en más crisis.

 
 
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