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Martes, 9 de junio de 2009
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 SALUD 

Presente y futuro de la enfermedad infecciosa

 
ANTONIO CRUZ LÓPEZ

La enfermedad infecciosa parece ser desplazada por las enfermedades metabólicas y el cáncer, lo que en realidad no es cierto, si acaso lo hacen los accidentes debido a que la sociedad vive en un peligro constante ante la necesidad de transportarse en automóvil o en autobús. Hemos dicho varias veces en esta columna que la enfermedad se divide en exógena cuando es producida por agentes causales que provienen del exterior y que cada vez se incrementan más especialmente con los virus que usan como reservorios a los animales siendo capaces de parasitar al hombre, tal es el caso del virus influenza, el virus corona y algunos otros como los virus arbo que son una amenaza latente. En este concepto no hablamos de agentes externos causales de enfermedad de las partículas capaces de producir infección y que carecen de ácidos nucleicos, como los priones causantes de la enfermedad conocida como vacas locas, Scrapie y algunas otras que han causado caos en la comercialización de la carne de bovinos y de carneros en Europa. Las variaciones y reconformaciones de los virus corona e influenza que son propios de animales y que accidentalmente parasitan al humano parece que se consideran mal previstos para su inmunidad, como se apreció durante el escándalo mediático del virus influenza en nuestro medio, mismo hecho que se difunde cada año con la presencia de virus dengue, cuya transmisión apenas inicia, que se acentuará con la presencia de lluvias y se prolongará por las costas del Golfo de México que es área endémica. No se sabe si existe un reservorio animal de este virus por lo que es de suponer que sobrevive todo el año en pacientes asintomáticos y que así pasando de persona a persona inicia su epidemia cuando el número de mosquitos sobrepasa la natural picadura. Otro defecto de este virus dengue es que a los mosquitos Aedes les gusta picar al humano; son antropófilos, y sus hábitos y costumbres los hacen merodear la habitación humana, incluso viviendo en su interior; los hace endófilos. Estas dos características de hábitos y costumbres del mosquito son imposibles de controlar físicamente, por esta razón se pide a los habitantes de las áreas endémicas que no dejen cacharros o basura que sea capaz de contener líquidos porque una particularidad biológica del mosquito es que a pesar de ser holometábolo, es decir, que debe desarrollar fase de huevo, de cuatro a seis fases larvarias, fase de pupa y adulto, lo puede hacer en una sola gota de rocío o en un pequeño charquito que pudiera darle algún bote o una llanta abandonados como basura cerca de la casa.

Este hecho biológico hace la imposibilidad a un manejo adecuado de la prevención contra el dengue. Una medida que se dicta comúnmente es que los habitantes de región endémica vistan de camisa larga, que los proteja contra las picaduras que no tienen horario definido, pues el mosquito pica en horarios matutinos y vespertinos.

Así resulta que el conocimiento de estos datos debe ir a la par de la educación higiénica que debe hacerse de manera cotidiana. En Cuba cuando se reporta la presencia de virus dengue toda la población coadyuva en las medidas preventivas para evitar la transmisión que generalmente se interrumpe de manera rápida. En México donde las autoridades nos hablan siempre con mentiras, la población no está acostumbrada a establecer medidas colectivas inmediatas y esto permite que la difusión del dengue se establezca con enorme facilidad. La credibilidad que los mexicanos tenemos a nuestras autoridades en general, la falta de seriedad, la negativa siempre de la presencia de agentes infecciosos hace que la conducta de los afectados sea el obedecer poco o nada los dictados preventivos.

¿Cuál es el futuro que nos espera a todos ante estas opciones? La gente desconfía de la epidemia de influenza, siente que todos fuimos engañados, nuestro secretario estatal pugnó hasta lo imposible porque fuéramos un estado sin la presencia de casos, incluso sin posibilidad de diagnóstico se atrevió a decir que teníamos casos de influenza B y que carecíamos de casos de influenza C, cuando jamás se revisaron los aviarios y las granjas de cerdos para excluirlos de la posibilidad de estar negativos al virus, que por cierto es común entre las aves y otros animales, cuando se hacinan y se mantienen en condiciones poco deseables para mantener la enfermedad, porque a pesar de que los vacunan, las vacunas de influenza no son útiles debido a que cuando una célula de la mucosa nasal se infecta el virus que penetra a la célula libera su envoltura y su cápside, los ocho segmentos de su genoma que se comportan como genomas individuales, entrelazan sus bases púricas y pirimídicas y hacen variar a los genomas, este hecho se efectúa de manera corriente en cada infección celular de tal modo que el virus que sale de una célula infectada nunca es igual al virus que le dio origen porque varia, por esa razón la vacuna que se pueda establecer para un virus extruído no es útil para prevenir.

 
 
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