Durante los últimos 20 años la zona del Izta–Popo comenzó a sufrir una verdadera devastación de las áreas verdes, y para muestra un ejemplo: “En 1980 había alrededor de 70 mil hectáreas de bosque; para el año 2000 la cifra descendió a 35 mil, es decir, bajó a la mitad; hoy en 2009 las estadísticas refieren únicamente 25 mil”.
Arnulfo Sandre, funcionario del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (Soapama), agregó que año tras año el medio ambiente padece las consecuencias de la depredación humana. “En caso de no hacer nada por cuidar ese problema llegará el momento crítico, cada vez más cercano, de no tener absolutamente nada de árboles”.
Ellos “significan una parte trascendente para la vida: producen oxígeno, contribuyen para crear un ambiente agradable porque llaman a la lluvia; sin bosques, el clima terminará modificado como ya ocurre. Cada árbol talado representa la erosión de los suelos y la contaminación de los ríos. Más claro: por cada árbol tirado irresponsablemente perdemos una fábrica de oxígeno y dejan de infiltrarse de 10 a 15 metros de agua en el subsuelo en detrimento de los mantos acuíferos”.
Sandre hizo énfasis en las campañas de reforestación en este valle, encaminadas a revertir la problemática actual en materia ecológica: “En esta ocasión, el ayuntamiento de Atlixco, con el apoyo del Soapama y la dirección de Desarrollo Urbano realizaremos jornadas de plantación de árboles en varios sitios del municipio”.
Esto es “posible con el apoyo de varias escuelas. Deseamos sinceramente que los árboles sujetos a la tierra resulten con el paso del tiempo cuidados y conservados. No sólo es la acción de llegar a sembrarlos, es de igual importancia permitirles crecer y desarrollarse”.
Jesús Aroche Ramos, titular de la oficina de Desarrollo Urbano y Ecología, dirigió el discurso a “los estudiantes quienes son el futuro de nuestro mundo. En las manos de ustedes está mantener y preservar este lugar donde logra recrearse la vida, y es la biosfera”.
El día del medio ambiente “es una fecha celebrada en todo el mundo y queremos aprovecharla con los estudiantes por nuestro convencimiento de que en manos de ustedes el planeta deberá ser diferente”.
Quizá para algunos “este acto no parezca muy importante; sin embargo, hace rato platicaba con vecinos de esta unidad habitacional Infonavit quienes señalaban los problemas provocados en las propiedades por una cantidad de árboles. Y por eso pedían tirar más de uno. Imagínense, somos en el municipio más de 130 mil habitantes y que cada uno de nosotros permitiera derrumbar uno solo. En 10 años no tendríamos nada. Las cosas deben ser al revés”.
Ante este caso, “estamos comprometidos a buscar más variedades de árboles para no dañar las casas, las propiedades, el agua potable y el drenaje de los vecinos. Los apoyaremos de esa manera, aunque no vamos a permitir que los árboles sanos terminen derrumbados. De igual manera es fundamental que este día quede en los corazones, principalmente de los niños, que son el futuro. Celebremos para que cada año, y todos los días, pueda ser un día mundial del medio ambiente”.
Finalmente, Eleazar Pérez Sánchez, quien sembró algunos árboles, recordó que “la naturaleza es generosa con Atlixco, y por eso, además de sentirnos orgullosos, significa un compromiso para quienes vivimos aquí, y hablo de la responsabilidad de cuidar nuestro medio ambiente y riquezas naturales. Tesoros que desde el gobierno municipal estamos preservando con responsabilidad”.
De ahí la importancia de “defender el entorno bajo la premisa de que el crecimiento y desarrollo a corto y mediano plazo deben estar determinados por rigurosos criterios de sustentabilidad. El desarrollo sustentable es la mejor política para enfrentar el reto de la degradación de la ecología. Esa es la mejor estrategia para avanzar en una nueva cultura donde la economía y el medio ambiente queden complementados”.
El documento oficial del Plan Municipal de Desarrollo Urbano refiere las estrategias planteadas para atender la problemática del suelo, el medio ambiente y sus relaciones con la actividad humana local: “La redensificación (sic) del centro de la ciudad mediante la ocupación de baldíos y el fomento a la habitación de éstos; adquirir reservas territoriales con el fin de atender las futuras demandas; control de asentamientos poblacionales y evitar la llegada de personas a terrenos asignados a otros destinos y, sobre todo, una estricta vigilancia en los usos de suelo; además, muy pronto el ayuntamiento deberá afrontar la urbanización de 720 hectáreas de la nueva reserva”.