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Lunes, 18 de mayo de 2009
La Jornada de Oriente - Puebla - Salud
 
 

No se desecharon correctamente cubrebocas utilizados durante la contingencia: Ooselite

 

 


Ezequiel San Juan Marín reconoció que en Tehuacán los cubrebocas fueron desechados incorrectamente, pero considera que ello no representa un peligro para la ciudadanía  n  Foto Elizabeth Rodríguez Lezama

ELIZABETH RODRÍGUEZ LEZAMA

Tehuacán. Los cubrebocas que la población de este municipio utilizó durante la contingencia por la influenza AH1N1 se desecharon de forma incorrecta, ya que debieron recibir un manejo como residuos biológico–infecciosos, pero no fue así, y los habitantes simplemente los tiraron con la basura común reconoció el director del Organismo Operador del Servicio de Limpia de Tehuacán (Ooselite), Ezequiel San Juan Marín, quien considera que ello no representa un peligro para la ciudadanía.

Desde que se supo de la presencia del virus AHINI en México, y tras las diversas recomendaciones que hubo por parte de los diferentes niveles de gobierno nunca, en esta ciudad, se informó sobre el modo correcto de desechar los cubrebocas a los que la población recurrió para protegerse de un posible contagio.

Ante la falta de información al respecto la gran mayoría de los cubrebocas, que fueron todos los que en esas fechas tenían en existencia las farmacias, más los que la misma gente decidió elaborar, fueron desechados junto con la basura doméstica o de oficina, que finalmente terminó en el relleno sanitario.

San Juan Marín, quien resalta que por las causas que llevaron a la gente a usar los cubrebocas, éstos debieron tener un manejo de “residuos biológico–infecciosos, porque no sabemos quien pudo estar infectado”.

En Tehuacán únicamente los laboratorios y hospitales, por cumplir con la normatividad, tienen contratos con empresas que se dedican a procesar los desechos biológico infecciosos, de tal suerte que el resto de la población simplemente se limitó a tirar los cubrebocas utilizados en la basura que colocó después en los contenedores o bien entregó a los camiones recolectores.

No existe la certeza de que nadie haya tenido contacto con esos cubrebocas, mientras permanecieron en los contenedores toda vez que son varios los pepenadores que se ganan la vida rescatando desechos reciclables de los mismos contenedores, amén de que no todos los ciudadanos suelen deshacerse de su basura colocándola en bolsas cerradas.

Pese a ello Ezequiel San Juan Marín aseguró que es poco probable el riesgo de contagio vía esos cubrebocas, pues señala que su destino final es en el relleno sanitario donde cada capa de basura se cubre con una de tierra y se compacta perfectamente, razón por la cual es difícil que el virus de la influenza sobreviva en esas condiciones.

Dijo que se ha tratado de impedir que los pepenadores urgen en los contenedores, aunque el Ooselite carece de suficiente personal para hacer la vigilancia en todos los sitios donde se tienen ese servicio, por lo que no es raro encontrar gente que busca entre la basura cartón, plástico y aluminio, mismos que sacan sin usar protección alguna.

Lo que cabe hacer notar es que no en todos los municipios que circundan a Tehuacán se cuenta con relleno sanitario, por lo cual muchos cubrebocas quedaron en tiraderos a cielo abierto.

 
 
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