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Jueves, 12 de febrero de 2009
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 CUITLATLAN 

Peñaloza tiene al Panal en un callejón sin salida

 
FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA

En julio del año pasado, en la cúpula del Partido Nueva Alianza (Panal) ya se había tomado la determinación de expulsar de esta fuerza política al edil de San Martín Texmelucan, Noé Peñaloza Hernández, pues se consideraba que si se le mantenía iba a generar una crisis en el Panal. De última hora, el dirigente de ese instituto político, el pugilista Jorge Kahwagi Macari, frenó esa determinación.

Ahora en el Panal se arrepienten de no haber tomado esa medida, ya que Peñaloza tiene hecho un caos al municipio de San Martín Texmelucan, y el PRI esta determinado a usar el tema de este edil para golpear al Partido Nueva Alianza y por ende al SNTE, que es el sindicato que dio vida a esa fuerza política.

Las protestas de las juntas auxiliares contra Noé Peñaloza son genuinas, ya que en realidad los ediles subalternos de dichas comunidades no han recibido las participaciones que les corresponden. Pero también es cierto que operadores del PRI se han encargado de ir agrupando a los inconformes en contra del ayuntamiento para que puedan hacer protestas que impacten a la opinión pública.

De esta manera, Peñaloza ya se convirtió en la principal arma del PRI para golpear al Panal y al SNTE, y de esa forma, buscar restar poder a ambas agrupaciones que a su vez son parte de la estructura operativa del senador Rafael Moreno Valle Rosas en su camino a buscar ser candidato a gobernador.

Hace medio año el tema de Peñaloza llegó a la cúpula del Panal. La propia Elba Esther Gordillo Morales, presidente del SNTE, pidió dar una solución al conflicto de San Martín Texmelucan. El principal problema que había es que el alcalde no hacía caso a las sugerencias que se le hacían para dar un buen manejo a su gobierno.

La actitud de Peñaloza cambió radicalmente cuando supo que Elba Esther Gordillo había determinado que si no se sujetaba a las líneas de mando del partido, estaba dispuesta a hablar con el gobernador Mario Marín Torres para negociar su salida como alcalde.

Una solución repentina que surgió para estabilizar al ayuntamiento de San Martín Texmelucan fue el nombramiento de un grupo de funcionarios y asesores, surgidos la mayoría del grupo político del ex edil de Puebla, Enrique Doger Guerrero. Su tarea era evitar que el presidente municipal tomara decisiones al margen de la ley.

En un principio las cosas funcionaban bien. Dos funcionarios, Alejandro Corona y Carlos Ramírez, se volvieron el brazo derecho del edil. Sin embargo, con el paso de los meses, ese esquema dejó de rendir frutos.

Para nadie es desconocido que Peñaloza es un empresario que no entiende nada de política. Ciertos días, el edil se ha caracterizado por tomar acuerdos por la mañana y desconocerlos unas horas después. Es decir, no tiene palabra ni seriedad en sus actos.

Además, tampoco ha entendido que los presidentes de juntas auxiliares son autoridades en sus comunidades y no los puede tratar como empleados del ayuntamiento. Eso ha generado un choque constante con los ediles subalternos y muestra la poca memoria de Peñaloza, ya que cuando ganó las elecciones de alcalde en donde más votos obtuvo fue en esas localidades.

El PRI va a seguir golpeando el gobierno de Peñaloza no solamente por su afán de dañar la imagen del Panal y del SNTE, sino porque San Martín Texmelucan es un “foco rojo” para el tricolor, ya que si hoy fueran las elecciones el distrito sería ganado por el PAN.

Por tanto, el tricolor va mantener un golpeteo constante contra Peñaloza como una manera de recuperar electores.

Frente a este panorama, el Panal se encuentra en un callejón sin salida

 

Lozano Alarcón, el golpeador de Felipe Calderón

El poblano Javier Lozano Alarcón se ha convertido en una especie de “golpeador” del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, razón por la cual le encomendaron salir a responder el diagnóstico que el empresario Carlos Slim hizo de la difícil situación económica que atraviesa el país.

Slim hace dos días, al participar en el foro “¿Qué hacer para crecer?”, convocado por legisladores federales, presentó un panorama sombrío para el país al pronosticar un desplome del Producto Interno Bruto, que miles de empresas van a cerrar y que se va a, sufrir un nivel de desempleo que no se veía desde los años 30 del siglo pasado. Estas palabras impactaron no solamente por provenir del segundo hombre más rico del mundo, sino porque –desgraciadamente– están apegadas a la realidad.

El discurso de Slim fue un duro golpe al gobierno de Calderón, pues cuestiona los intentos de la administración de Felipe Calderón de esconder los efectos de la crisis, luego de que las autoridades de Hacienda habían dicho que el desajuste económico internacional solamente iba a provocar un catarro a la economía mexicana.

Para responder a Slim, el gobierno mandó a uno de sus golpeadores, al titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien se atrevió a decir que los pronósticos del dueño de Teléfonos de México (Telmex) no son reales ni certeros, y sugirió que sus críticas son para conseguir beneficios para sus empresas.

La intervención de Lozano fue lamentable, ya que no pudo responder con argumentos “sólidos” y “certeros” a Slim, sino muy en su estilo le salió a echar pleito y dejó el mensaje de entre líneas de que podría haber represalias contra el dueño de Telmex. Es decir, mostró que el gobierno de Felipe Calderón será intolerante con sus críticos.

Javier Lozano es un mercenario, ya que antes era militante del Partido Revolucionario Institucional y fustigaba al PAN. Luego se cambió de partido, como cambiar de saco, y ahora se dedica a despotricar contra los que cuestionan al gobierno de Calderón. Pero además no tiene argumentos para hacerlo.

Datos oficiales señalan que de noviembre de 2008 a la fecha, unas 540 mil personas de los principales centros urbanos del país se quedaron sin trabajo, siendo una de las olas de despidos más grandes de la historia contemporánea de México.

En la crisis económica que se vivió entre 1994 y 1995, que hasta hace poco era considerada la más severa, el número de trabajadores que se quedaron sin empleo fue de unas 386 mil personas. Es decir, las cosas están mucho más críticas de lo que se creía.

¿Entonces, tiene o no tiene razón Slim? Claro que sí. En cambio, las palabras de Javier Lozano muestran que el gobierno de Calderón no tiene respuestas para la actual crisis económica.

 
 
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