Para mi amigo Enrique Agüera I., rector de la BUAP.
Felicitaciones por sus logros, para bien de los universitarios
y de los poblanos.
Sinceramente.
l pasado mes de octubre se publicó el libro Así lo viví, escrito por el ex consejero presidente del IFE Luis Carlos Ugalde. Debo confesar que sólo por morbo, lo compre y lo leí en este fin de semana. La percepción que tenía de que se trataba de una narración de hechos, con los cuales pretende hacernos ver que no se le “cayo el sistema” en las elecciones presidenciales, fue certera y eso que no soy augur o pitoniso.
Considero que Ugalde no consigue su objetivo, por el contrario nos confirma una y otra vez su incapacidad y la sumisión que tuvo frente a un grupo numeroso de políticos para actuar con la ineficacia de la que todo el País dio cuenta a las once de la noche del día de las elecciones en las que según el ex consejero presidente, daría a conocer las tendencias electorales, las cuales todos sabemos, favorecían con un margen considerable a López Obrador frente a Calderón, sin embargo salió a dar un discurso ramplón y a “justificar” que era “imposible” hacerlo en atención a la cerradísima situación que prevalecía en el caso de los candidatos del PAN y del Frente Amplio Progresista. El pecado de “origen”, al que se refiere en el libro lo siguió hasta su salida y lo seguirá por siempre, donde quiera que vaya, donde quiera que se esconda junto con su dignidad y honor hechos pedazos.
Viene a colación el tema porque las encuestas previas a la elección (me refiero a las profesionales), daban como triunfador a López Obrador, quien fue cayendo después del craso error del “cállate chachalaca” y de la actitud quizá de soberbia con la que se presentaba en los actos de campaña en los que hablaba y se comportaba como presidente de la República, sin dejar de lado la intromisión del CCE en spots televisivos en cadena nacional, dirigidos a infundir miedo y terror por la figura del todavía líder moral del PRD así como la descarada campaña del presidente “flotador” Vicente Fox Quesada en todas sus giras y de manera previa a su vergonzosa salida de los pinos cargando a cuestas los cuestionamientos a sus hijastros y los negocios de sus familiares, que no vienen al caso.
Para entrar de lleno al tema, les diré que recientemente se publicaron unas encuestas en las que ubican a mi partido el PRI 14 puntos por encima del PAN. Lo anterior, dije en otra entrega, no debe movernos a echar las campanas al vuelo, por el contrario hay que continuar trabajando por la unidad y por la verdadera democracia interna, sin sumisiones, sin cargadas y sin dedazos, que por supuesto, estoy seguro no habrán ya que la firmeza y personalidad de un jurista y político profesional como mi apreciado amigo y para fortuna nuestra gobernador del estado, no lo permitirá. Eso me queda claro.
A propósito de encuestas preelectorales, leí un interesante artículo publicado en Internet de Consulta Mitofsky cuyo titulo es ¿Cómo interpretar una encuesta preelectoral? Siendo una de las empresas más serias y más confiables en el país, tomé algunos de los conceptos que reproduzco por su trascendencia: “..no caiga en la tentación de creer que una encuesta preelectoral es un pronóstico. Hay muchas razones para afirmar que una encuesta preelectoral no tiene por qué ser instrumento para hacer conjeturas futuristas ni adivinar con sus resultados el desarrollo de la jornada electoral”.
Siempre he pensado que el futurismo político es estéril y así lo he dicho cuando se me cuestiona en lo personal por mi futuro. Considero entonces, que Consulta Mitofsky no se equivoca, como es su costumbre y eso le ha dado la credibilidad y confianza que tenemos los mexicanos en ellos, principalmente en Roy Campos que de alguna manera es el rostro de la empresa. Hay que tomar en cuenta muchos factores que pueden variar las tendencias actuales: La Campaña; el estado de animo y el conocimiento que el entrevistado tiene de los candidatos; la cercanía de la elección; la participación del elector; el error estadístico y yo agregaría los antecedentes y la experiencia del candidato los cuales deben difundirse por todos los medios para que el elector juzgue y decida.
A contrapelo, encontré una encuesta en una página de una institución educativa de la cual omito su nombre, que no solo representa una burla para el ingenuo que la visite sino que las preguntas que se encuentran ahí elaboradas, parece que las realizó un estudiante de primaria y de los más malitos.
Basta con decirles que usted puede a su antojo manipular la encuesta de marras votando tantas cuantas veces lo desee: 100, mil, etcétera. Créanme que la imagen que da a la institución educativa poblana, esta página de Internet, es deplorable, lo malo es que la cabeza no lo sabe y si lo supiera o tan solo la viera despacharía de inmediato a los autores que seguramente cobran un respetable sueldo por ello.
Solo como ejemplo quiero decirles que aparezco en ella y que en unos cuantos minutos logre obtener más de mil votos a favor en la pregunta que dice: ¿hará Carlos Meza un buen papel? Y cualquiera se debe preguntar ¿en donde?; ¿en qué?, ¿quien es él? Sin embargo en otra pregunta relacionada con el jefe de los brillantes encuestadores, la pregunta es la siguiente: “¿Como considera la labor de XXX? A) Excelente; B) Muy Buena; C) Regular. Y nunca aparece, mala o pésima o algo que se le parezca. Por eso no hay que confiarse de las encuestas a destiempo y menos de una cómo la antes referida, (verdaderamente “patito”), que por desgracia proliferan en Internet y para mala suerte dependientes de una institución a la que le guardo un gran respeto y cariño. ¡Seamos más serios señores!
*Presidente del Comité Municipal del PRI en Puebla capital.
