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Viernes, 21 de noviembre de 2008
La Jornada de Oriente - Puebla -
 
 

 CUITLATLÁN 

¿A quién gobierna Miguel Ángel de la Rosa?

 
FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA

Aunque Miguel Ángel de la Rosa tiene un mes de haber tomado posesión como presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en los hechos no gobierna a nadie, ya que entre otras cosas no cuenta con un comité ejecutivo ni órganos de dirección ni sabe cuál es estado financiero del partido. Y todo hace suponer que esa situación por lo menos se mantendrá así hasta enero o febrero del próximo año.

Esta situación coloca por enésima vez al PRD al margen de la competencia electoral, ya que este partido no acaba de salir de tortuosa elección de dirigentes que se celebró en mayo de este año, a diferencia de las demás fuerzas políticas ya se están alistando para enfrentar los comicios de 2009.

Mientras el PRD poblano ni siquiera puede definir quiénes ocuparán cada una de las carteras del Comité Ejecutivo, el Frente Amplio Progresista ya está listo para quedar constituido en Puebla el próximo 28 de noviembre, sin la participación del partido del sol azteca; en el Partido Acción Nacional empezaron los movimientos de grupos para apoyar a los aspirantes a candidatos y en el Partido Revolucionario Institucional, inició el  levantamiento de encuestas para medir la popularidad de los posibles priistas que competirán en los comicios de mediados del año entrante.

De la Rosa luego de cinco meses de espera consiguió que la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia (CNGV) del PRD le diera el triunfo en la elección de presidente del partido, además de conseguir que Rubén Hernández, su compañero de fórmula e integrante de la tribu Nueva Izquierda, le dieran la secretaría general. Ambos tomaron posesión el día 21 de octubre y parecía que se había destrabado el caso Puebla. Eso no es así, apenas se desahogó una parte de un largo entramado de conflictos dentro de dicho instituto político.

Cuando en mayo de este año se realizaron las votaciones en el Partido de la Revolución Democrática no solamente se eligió al presidente estatal y nacional de esta fuerza política, sino también a los miembros del Consejo Estatal del partido. Y como era de esperarse, las votaciones de consejeros fue impugnada  por las diversas planillas que compitieron y el plazo para que se resuelvan los litigios todavía va para largo.

Se estima que la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia tardará por lo menos hasta enero del próximo año para sacar adelante las impugnaciones contra la elección de los consejeros estatales.

Las consecuencias de este atraso es que es en el Consejo Estatal en donde se eligen a los miembros del Comité Ejecutivo, una situación por demás absurda, ya que Miguel Ángel de la Rosa no tendrá el derecho de poner en la dirección del partido a gente de su confianza, sino la mayor parte de los puestos podrían recaer en perredistas que son de tribus adversas al presidente.

El problema no acabará cuando la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia emita los fallos de las impugnaciones, sino que luego de ello, la principal dificultad que enfrentará De la Rosa, es que no tiene mayoría entre los perredistas que se perfilan a ser parte del Consejo Estatal.

Ese órgano está formado por 159 miembros. De ellos, nueve son los alcaldes perredistas que hay en el estado. El resto son delegados que fueron votados en los comicios de mayo. Una parte, que no rebasa la mitad de los perredistas que se podrían ser integrantes del Consejo Estatal, son de Nueva Izquierda. El resto son de las corrientes de Miguel Tamayo, Elba Cerezo y Jorge Méndez Spínola.

Las tribus contrarias a Nueva Izquierda tendrán un amplio margen para dos cosas. Una para no conseguir que haya quórum en el Consejo Estatal.

O que se pueda reunir ese órgano de gobierno, pero con la condición de obtener un número importante de carteras en el Comité Ejecutivo.

Visto de otra manera, Miguel Ángel de la Rosa aunque ganó las votaciones con un margen de amplia mayoría, será un presidente acotado.

De la Rosa cuando tomó posesión le entregó formalmente el partido la presidente saliente, María Elena Cruz Gutiérrez. Sin embargo en los hechos solamente le dio las llaves del edificio sede del PRD, pero no el acceso a la información del partido.

Por no haber un secretario de Finanzas –que debe ser nombrado por el Consejo Estatal–, el presidente del sol azteca no tiene derecho a revisar la información financiera que dejó su antecesora. Los documentos los tiene el delegado del CEN perredista. Por tanto, no se sabe qué deudas quedaron y cómo se gastó el financiamiento público que el instituto político recibió en los últimos tres años.

Miguel Ángel de la Rosa ya puede emitir cheques, pues la dirección nacional del partido ya lo reconoce como líder del Partido de la Revolución Democrática en Puebla. Pero no tiene certeza cuánto dinero se tiene en la cuenta del partido.

Es decir, el PRD de pronto se convierte en un laberinto burocrático que parece no tener una ruta de salida.

Y pareciera que las tribus perredistas siguen obstinadas en destruirse entre ellas, olvidándose que sus rivales políticos están afuera, no adentro del partido.

 
 
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