La preservación de células del cordón umbilical puede salvar vidas. El cordón del recién nacido es desechado por costumbre, sin saber que la sangre que contiene al interior puede regenerar el sistema inmunológico, y con ello existe la posibilidad de curar varias enfermedades graves.
En entrevista con La Jornada de Oriente, Luis Eduardo Camacho Ustaran, gerente de Cryocell Stem Cell BAnking Puebla– Tlaxcala, habló sobre las ventajas de este sistema de almacenamiento de células madres, de las enfermedades que puede prevenir, y da respuesta a diversas interrogantes sobre el tema.
Explicó que las células madre contenidas en la sangre de cordón pueden tratar más de 70 enfermedades como leucemias, linfomas, anemias severas y algunas inmunodeficiencias combinadas. Asimismo, permite el trasplante de médula ósea, esto es, después de radiaciones y quimioterapias.
La recolección de sangre del cordón umbilical se realiza únicamente al momento del parto, ya sea de forma natural o cesárea; y no representa dolor ni molestias para el bebé o la madre.
–¿Cómo se recolecta y procesa la sangre del cordón? –se le preguntó.
–La recolección de sangre del cordón umbilical se realiza únicamente al momento del nacimiento del bebé. Al momento del parto se punza con una aguja el cordón umbilical y la sangre fluye por gravedad a la bolsa de recolección. Se toma también una muestra de sangre materna utilizada para pruebas de serología y permitir conservar muestras seguras.
“Las muestras de sangre se envían al laboratorio. Al ingresar la muestra al laboratorio, se asigna un código único que permite su identificación y trazabilidad en todo su proceso. La muestra se prepara para la separación de las células madre, al final estas se vacían en bolsas resistentes a la temperatura extrema. Se determina la cantidad de células madre mediante Citometría de Flujo, y luego pasa a la congelación controlada llegando a la cryo–conservación a una temperatura de –196°C”.
No obstante, informó que existen dos maneras de almacenar la sangre: en bolsa y viales. “Ambas opciones son confiables y tienen ventajas suficientes cada una de ellas, en EU se recomienda en bolsa, y en México no aplica esta regulación y los viales tienen el mayor historial comprobado de almacenamiento”.
–¿Por qué la importancia de almacenar las células madres?
–Conservar las células madre es pensar en futuro. Es importante contratar los servicios de un banco de células porque es una manera segura de proteger la salud de una familia, ya que el principal beneficio es contar con una opción de tratamiento para graves enfermedades actuales.
–¿Cuántas veces se puede utilizar las células madre que se almacenan; un solo transplante o depende de la cantidad que se use en cada intervención?
–Depende de la cantidad de células que se haya almacenado, según su recolección.
Depende del tipo de tratamiento que se vaya a aplicar. Hay tratamientos en los que es necesario utilizar la mayor cantidad de células, sin dejar posibilidad a que haya una segunda aplicación, lo importante es tener la alternativa para contrarrestarlo.
–¿Estas células se pueden compartir con otro integrante de la familia?
–Si se puede compartir. “Los hermanos son más compatibles entre sí porque comparten carga genética tanto del padre como de la madre la relación es de uno a cuatro, es decir, un 25 por ciento de posibilidad de histocompatibilidad y posteriormente los padres”.
–¿Qué otras enfermedades puede tratar?
–Existe un gran número de protocolos de estudios sobre tratamientos directos con células como infartos miocardios (reestructuración del músculo cardiaco), diabetes (células pancreáticas generadoras de insulina), secciones lumbares (en cuadraplejicos).
Finalmente habló del costo. “El proceso inicial, de recolección de la sangre, el costo es de 990 dólares (unos 10 mil pesos aproximadamente), que incluye el primer año de almacenaje, posteriormente se pagará anualmente la cantidad de 115 dólares (mil 300 pesos), de manera congelada por el tiempo que se desee”.
El tiempo que se almacena las células madres, puntualizó, “depende del tiempo que lo indique la familia, puede ser cinco, 10 o 20 años, y estas estarán protegidas; después, ceden los derechos al banco o deciden incinerarlas”.