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Jueves, 6 de diciembre de 2007
La Jornada de Oriente - Puebla - Suplementos
 
 
ESTÉTICA Y SALUD
 

La buena alimentación

 

En 2005 el Departamento de Agricultura de EU presentó oficialmente una nueva versión de la pirámide de guía alimenticia, con la intención de ayudar al público estadounidense en la elección de alimentos que los mantuvieran en buena salud y en la reducción de riesgo de enfermedades crónicas.
Rafael H. Pagán Santini

Muchos nutricionistas piensan que comer grasas puede contribuir a ganar peso debido a que las grasas contienen más calorías por gramo que las proteínas y los carbohidratos. Además, el proceso de almacenamiento de la grasas consumidas en el cuerpo puede ser más eficiente que la conversión de carbohidratos a grasa corporal. Pero estudios recientes sobre alimentación controlada han demostrado que esto no es particularmente importante. Aun más, los investigadores en esta materia no han encontrado evidencia que sustente que el consumo alto en carbohidratos sea benéfico para la salud. Tampoco, se ha demostrado que una dieta baja en grasas rinda algún beneficio directo a la salud a largo plazo. La mejor manera para evitar la obesidad es limitando la cantidad total de calorías, no sólo las calorías contenidas en la grasa.

Desafortunadamente, en muchas ocasiones se trata a las grasas trans–saturadas y a las saturadas de igual forma, aunque las grasas trans–saturadas extraídas de la hidrogenación de aceites vegetales son dos veces más dañinas que las saturadas, gramo por gramo. A diferencia de las grasas saturadas las grasas trans–saturadas pueden ser eliminadas totalmente de la dieta. Además no se hace hincapié o se ignora los beneficios positivos para la salud de los aceites monoinsaturados y poliinsaturados.

Las recomendaciones actuales enfatizan el control del sobrepeso a través del ejercicio diario y en el exceso del consumo total de calorías. La recomendación es que el volumen de una dieta debe consistir en grasas saludables (aceites vegetales líquidos tales como el de oliva, canola, maíz, girasol) y carbohidratos saludables (alimentos hechos con granos integrales tales como pan integral, avena, arroz integral).

Si tanto las grasas como los carbohidratos en su dieta son saludables, usted probablemente no tendrá que preocuparse por qué porcentaje de cada uno de ellos viene en el total de calorías que va a consumir. Las frutas y los vegetales siempre deben de ser consumidos en abundancia. Se recomienda el consumo moderado de proteínas provenientes de fuentes saludables (nueces, leguminosas, pescado, aves y huevo), pero el consumo de lácteos debe ser limitado a uno o dos servicios por día. Las recomendaciones actuales minimizan el consumo de carnes rojas, mantequilla, granos refinados (incluyendo el pan blanco, arroz blanco, y pasta blanca), papa y la azúcar. Las grasas trans–saturadas son totalmente desaconsejadas ya que, no tiene lugar en una dieta saludable.

En muchos lugares del mundo se han utilizado las imágenes para promover concejos alimenticios. Estados Unidos no ha sido la excepción, en 1992 sus recomendaciones tomaron cuerpo en el modelo de la pirámide alimenticia el cual fue ampliamente adoptado. En 2005 el Departamento de Agricultura de los EU (USDA) presentó oficialmente una nueva versión de la pirámide de guía alimenticia, con la intención de ayudar al público estadounidense en la elección de alimentos que los mantuvieran en buena salud y en la reducción de riesgo de enfermedades crónicas. Este tipo de recomendaciones repercuten a nivel mundial.

La pirámide alimenticia de 2005 que remplazó a la de 1992 difiere en varios aspectos de la primera. La pirámide de 1992 enfatizaba más en el consumo de carbohidratos complejos, pan, cereal, arroz, pasta, etcétera, en seis u 11 porciones por día, y minimizaba el consumo de grasas y aceites, mientras que la nueva pirámide pone más énfasis en el consumo del grano integral y en la actividad física. Sin embargo, no resuelve todos los problemas asociados a su predecesora, ya que pone demasiado énfasis en los granos y en la leche, y no enfatiza suficientemente los efectos adversos de algunas grasas. Esto lo señalaron los investigadores Walter C. Willett y Meir J. Stampfer en su artículo “Rebulding the Food Pyramid” publicado en la revista Scientific America Report, Vol 16. No. 4, 2006.

Los autores del artículo cuestionan las recomendaciones alimenticias presentadas en ambas pirámides. Su crítica fundamental sobre la pirámide de 1992 consiste en señalar el sobre énfasis en el mensaje de que la “grasa es mala”, lo cual llevó al corolario de que los “carbohidratos son buenos”. Situación que fue muy bien aprovechada por la industria de la alimentación, saturando el mercado de galletas dulces y saladas, pasteles y otros productos bajos en grasas pero alto en endulzantes como la sacarosa y miel de maíz alto en fructosa. La no diferenciación entre los diferentes tipos de aceites y grasas llevó a estigmatizarlas todas los ácidos grasos negando así el beneficio de muchas de ellas inclusive en la prevención de enfermedades crónicas.

Para evaluar plenamente los efectos saludables de una dieta, uno debe mirar más allá de la tasa de colesterol y los niveles de triglicéridos. Por ejemplo, la comida que comemos puede ocasionar enfermedades del corazón a través de diferentes vías, incluyendo el aumento de la presión arterial o la estimulación de formación de coágulos sanguíneos. Además, otros tipos de alimentos pueden prevenir las enfermedades del corazón de manera sorprendente; el ácido graso omega–3, que se encuentra en peces y aceites derivados de plantas, puede prevenir la posibilidad de fibrilación ventricular, arritmia cardiaca que puede provocar una muerte súbita.

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Los masajes antiestrés son terapéuticos, aseguró Deiana Martínez

 

Yadira Llaven

Si recordamos que más de dos terceras partes de las enfermedades están relacionadas con el estrés, nos daremos cuenta que el masaje es una de las mejores técnicas que benefician a la salud. Al respecto, la doctora Deiana Martínez Ibarra, especialista en Medicina Estética, aseguró que el masaje mejora la circulación de la sangre, el flujo de la linfa, ayuda a llevar nutrientes a las células y a eliminar impurezas y sustancias tóxicas. También aumenta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y la producción de glóbulos rojos y blancos, combatiendo el dolor.

Vía telefónica, dijo que el masaje antiestrés es terapéutico, pues ha probado ser efectivo como medio para aliviar condiciones tales como dolores de cabeza causados por tensión nerviosa y dolores musculares de espalda, así como para mejorar la condición de la piel.

Por ello, cada día más los médicos y otros profesionales de la salud recomiendan el masaje para aliviar problemas tales como sinusitis, artritis, alergias, dolores de cabeza, lesiones deportivas, así como otras muchas más dolencias.

Martínez Ibarra sugirió combinarlos con una dieta equilibrada y con ejercicio; no obstante, “el masaje ayuda a restaurar el contorno del cuerpo y a disminuir los depósitos de grasa, para que los músculos mantengan su flexibilidad”.

Detalló que el masaje antiestrés es muy efectivo, “se da un masaje en todo el cuerpo con un vibrador, lo que permite que el cuerpo se relaje, pues quita la tensión”; posteriormente, el procedimiento continua con un masaje manual que va de la cabeza a los pies, con aceites relajantes y al final se utiliza el regenerador celular para que la parte contracturada del cuerpo se relaje. Por ello, la especialista sugiere por lo menos cinco sesiones.

También, dijo, que existen otras propuestas de masajes antiestrés como las camas de piedras de jade, de las que se obtienen mejores resultados, pues, “las camas de rodillos en ocasiones dañan la columna”.

De las camas de piedras calientes, explicó que producen un calor agradable, que finalmente ayudan a relajar cuando las personas vienen muy estresadas. “Aunado a ello, pasamos por las extremidades de la persona un aparato de reflexología, que con delicados toques eléctricos permite mayor irrigación sanguínea, que también ayuda a disminuir la tensión y a desinflamar las piernas”.

El tratamiento dura aproximadamente dos horas, “es una terapia muy relajante que ofrece mayores efectos en cinco sesiones, que van acompañadas de música y aromaterapia”. Y de esta manera, tiene muchos efectos curativos por ejemplo: la artritis, colitis, ciática, lumbalgia, porque al producir la hipertermia desinflama la parte de mucho dolor.

Finalmente comentó que los masajes antiestrés tienen un costo accesible al bolsillo que va de los 200 hasta los mil pesos, en paquetes.

Entre los beneficios de un masaje antiestrés se encuentran: el mayor rendimiento físico e intelectual, mayor movilidad articular, sensación de claridad mental, desentumecimiento físico, nutrición de los tejidos corporales, previniendo y anulando la vejez prematura del individuo estresado, y mayor capacidad de percepción y consciencia del esquema corporal.

Y nivel energético: limpia el aura, regula la actividad de los chakras, desbloquea los meridianos de acupuntura, aumenta la conciencia de sí mismo, silencia la mente, favorece la concentración y la claridad mental, crea consuelo y sanación, y desbloquea emociones atrapadas entre los tejidos. Para mayores informes llamar al teléfono 2 30 41 95.

 
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