Trabajadores de seguridad del bar Bora Bora, que se ubicaba en la plazuela de Los Sapos, denunciaron que a casi dos meses de haber perdido su empleo, provocado por el cierre de la empresa, hasta el momento Carlos Leyva Blanco, propietario del lugar, aún adeuda el pago de los salarios devengados.
El adeudo de salarios exigido fluctúa entre tres y cinco semanas, pero además, según afirmaron los cinco empleados que solicitaron la intervención de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), en ese lugar se trabajaba sin obtener a cambio las prestaciones mínimas de ley.
Mauricio Sotomayor, jefe de seguridad del lugar sostuvo que durante todo el tiempo que los cinco trabajadores prestaron sus servicios en la empresa nunca contaron con prestaciones, como pago de vacaciones o aguinaldo, ni con los servicios médicos que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a pesar de que por la naturaleza del trabajo estaban expuestos constantemente a riesgos de salud.
“Conflictos y broncas con clientes claro que las hubo, y parte de nuestro trabajo era calmarlas y todo eso, pero no teníamos apoyo de la empresa, imagínate la broncas que podíamos ganarnos, y nadie nos apoyaba, y lo único que nos decía era que ese era nuestro trabajo”.
El empleado del bar sostuvo que aunque a dos de los cinco quejosos les afirmaron que tenían seguridad social e incluso les entregaron la hoja rosa que expide el IMSS sellada y firmada por la institución, nada de eso era cierto. “Cuando fuimos al Segu ro Social, nos dijeron que no estábamos dados de alta, les pedimos que nos explicaran pues teníamos el documento y nos dijeron ‘Pues arréglalo con tu patrón porque acá nunca has sido dado de alta”.
Los empleados, apoyados por la (Profedet), firmaron un convenio con la patronal para que se les pagara en tres exhibiciones el adeudo, so pena de sufrir la aplicación de una multa de 150 por día de incumplimiento, “pero hasta el momento seguimos esperando que la empresa cumpla con su parte”.
“Sólo estamos pidiendo que se nos pague las semanas que se nos deben, ni siquiera estamos exigiendo el pago de la penalización. Ese fue el acuerdo al que llegamos con el representante de la empresa, Vicente Serrano”.
“Hasta donde sabemos el patrón también es socio del Basic, de Cholula, del Santitos, en Los Sapos y tenemos entendido que su familia es accionaria de LeBlanc, es decir, nos parece que el señor tiene de donde y como pagarnos los ocho mil pesos que nos debe en conjunto”.
