MEDIEROS
desde los comunicadores

La estrategia es el silencio

Ana Lidya Flores

Mientras tanto ruido y tanta violencia ocupa a las audiencias de televisión, radio y prensa, el silencio se ha cernido sobre la grave situación de confrontación en las comunidades indígenas en Chiapas. De julio para acá, los corresponsales y enviados de La Jornada han documentado cuidadosamente la descomposición que se vive, de nueva cuenta, en el sureste mexicano.

La articulación entre los zapatistas y la recuperación de predios efectuada a partir de 1994 pasa por una crisis que es ocultada por la mayoría de las empresas mediáticas. Las versiones que se logran colar han sido manejadas para denostar a los miembros del EZLN. El paso del subcomandante Marcos por el Distrito Federal y su participación en la mesa redonda “Encuentro de los Pueblos Indígenas de América: guerra de conquista y resistencia” (Casa Lamm, 1 de octubre de 2007) fue usada mediáticamente. Fuera de contexto, una frase de un largo comunicado es usada por Televisa para agudizar la confrontación: toma cerrada del pasamontañas, un plano de pequeño conjunto y 15 segundos de tiempo a la nota. Resultado en el imaginario colectivo: Marcos contra el Peje. Así de sencillo. Ni un segundo más para exponer la argumentación.

El hecho es que esta semana inicia en Vicam, Sonora, el Encuentro de los Pueblos Indios de América convocado por la Comisión Sexta del EZLN. No está por demás seguir el desarrollo del encuentro. Por lo pronto, sugiero acudir a los medios alternativos, como la página del Enlace Zapatista. Y para entender el conflicto que hoy día se vive en Chiapas, valdría la pena visitar los detallados informes generados por el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (Capise A.C.). Frente a la estrategia de silencio sólo queda informar por los otros medios. Como éste y como todos los que estén a nuestro alcance, con disposición de escucha y difusión.

Ombudsman, mecanismo frente a poderes salvajes

Roberto Alonso

Juan María Naveja, subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, festejó en el mismo foro que los canales Once y 22 cuenten con un defensor del televidente para vigilar los contenidos de estas televisoras con base en sus códigos autorregulatorios. Incluso se manifestó a favor de que dicha labor pudiera ser apropiada en otros medios de información sin importar su carácter público o privado.

De inmediato, cual si se tratara de reaccionar frente a una disposición legislativa que colocara en riesgo sus intereses, la coordinadora de Planeación Estratégica e Imagen Corporativa de Televisa, Marcela Solares Delgado, respondió que una figura como la de un ombudsman en materia de medios no es necesaria debido a que ni televisoras ni radios privadas han atacado a alguien. Por si el comentario no fuera claro, sin mencionar siquiera la importancia de los ombudsman de medios en otros países como es el caso de Italia, la ejecutiva de Televisa añadió: “Quizás el término es incorrecto, creo que lo que estorba es el término”.

Frente al abuso de los poderes salvajes, entre ellos las televisoras, hoy en día urgen mecanismos para la protección de derechos fundamentales como el de la información a partir una visión garantista del derecho, perspectiva desde la cual la Corte interpretó la ley al desarticular la ley Televisa. El derecho de la información no sólo debe ser medido por cantidad sino también por calidad, por lo que negarse a ejercer responsablemente una obligación que debería trascender como servicio público, corresponde a menoscabar la democracia y la propia libertad de expresión, que no puede concebirse como libertad absoluta y menos como bandera para lo indefendible.

A los representantes de la industria de la radio y la televisión, el senador Pablo Gómez se los expresó de manera rotunda en aquella sesión memorable. “No es ahora cuando queremos cambiar el duopolio; eso será después en la Ley de Radio y Televisión; ojalá lo logremos.” Ese “después” ya es realidad en el Senado.