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Hace ocho días usé este espacio para hablar de la significativa cinta, muy lograda, La reina. Permítanme volver a ella por el interés que me provoca cuán unánime ha sido el reconocimiento de la crítica especializada hacia la película, algo que no suele pasar. Voy a presentarles, a ese respecto, una baraja de juicios valorativos –fragmentos de crónicas más amplias– que confirman el beneplácito de los especialistas hacia el film de Stephen Frears, que en buena parte encuentra su fundamento en la actuación de Helen Mirren como SM Isabel II, que significó para la actriz el Oscar de la Academia. (Hay que destacar, por cierto, que la extraordinariamente talentosa Dame Helen también interpretó ya a SM Isabel I, en el telefilme de 2005 Elizabeth I, trabajo por el que obtuvo el Golden Globe a mejor actriz de una miniserie televisiva, además de otros diversos reconocimientos). En fin, revisemos las opiniones de algunos reputados críticos fílmicos a propósito de La reina, que –al menos mientras escribo– sigue exhibiéndose entre nosotros. Ojalá sea por mucho tiempo.

Así encontraron a La reina... *Michael Booth (Denver Post): esta mezcla imperial de ingenio, humor y compasión se las arregla para humanizar, de golpe, los espinosos mundos de la realeza, la política y la cultura popular. *Ty Burr (Boston Globe): una sutil, frecuentemente graciosa, y en definitiva conmovedora, tragedia de maneras reales y significados. *Roger Ebert (Chicago Sun Times): narrada en serenas escenas de adecuado comportamiento y contenidas charlas, La Reina es una embelesedora historia de pasiones opuestas. *Jules Brenner (Cinema Signals): su majestad está en muy buena compañía. *Eleanor Ringel Gillespie (Atlanta JournalConstitution): esa es la magia de Mirren; ella es quien hace que nos importe, más allá de lo superficiales que sean nuestras reverencias. *Rick Groen (Globe and Mail): acertando en donde la mayoría de los docudramas fracasan, La reina convierte una rebanada de historia reciente en un entretenimiento reveladoramente inteligente, sin ser didáctico en un extremo ni sentimental en el otro. *Dave Calhoun (Time Out): un film de actuaciones deliciosas y gran ingenio. *Chris Cabin (Filmcritic.com): un acto de clase, de principio a fin. *Enrique Buchichio (Uruguay Total): un retrato íntimo e interesante en el que lo más sobresaliente es, de lejos, la sobria composición de Mirren. *Peter Canavese (Groucho Reviews): delicadamente equilibra el drama inherente a las trágicas circunstancias, con esa comedia de maneras que son la disfunción de la familia real y las ambivalentes actitudes de los británicos ante lo mismo.

¿Hay aún más elogios? Los hay: *John Beifuss (Commercial AppealMemphis): si la monarquía es o no merecedora de tal afecto, será debate de otra película; esta funciona maravillosamente en sus propios términos. *William Arnold (Seattle PostIntelligencer): tan magnífica de tantas maneras que parece elevar al docudrama, por primera vez, a las alturas del gran arte. *Frederic y MaryAnn Brussat (Spirituality and Practice): un audaz triunfo cinemático del director Frears, animado por una actuación de “calibre Oscar” por parte de Helen Mirren, que humaniza a la Reina Isabel en un tiempo de crisis y cambios. *Derek Elley (Variety): tradición e informalidad se topan –con mutuo beneficio– en la deliciosamente escrita y expertamente actuada La reina. *Robert Denerstein (Denver Rocky Mountain News): Frears nos ha dado asiento de primera fila para un drama tras bambalinas; el resultado es provocativamente realista.

15 juicios apabullantes, que se tornan 15 razones más para acercarse a La reina. Pero bien vale reiterar aquí que, al final, es la de cada uno la opinión que cuenta. Pero para emitirla, antes hay que estar ante La reina, con protocolo y reverencia de por medio.