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Puebla > Salud
jueves 9 de agosto de 2007

ESTÉTICA Y SALUD

El 80% de la población joven padece el problema de los terceros molares: García


Florencio García dijo que “hay personas, por factores genéticos y ambientales, que ya no presentan ninguno de los terceros molares” / Foto: Yadira Llaven

El presidente en Puebla de la Asociación Mexicana de Cirugía Bucal y Maxilofacial, Florencio García Zaraín, reveló que el 80 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 22 años padecen el problema evolutivo y de disfunción de los terceros molares mejor conocido como las muelas del juicio; padecimiento que lo convierte en el problema más incidente en la población joven de la ciudad. Aunque comentó que “hay personas, por factores genéticos y ambientales, que ya no presentan ningunos de los terceros molares, pero son muy pocos todavía”.

El especialista explicó que los terceros molares tienen una fisiopatología muy especial en la actualidad, puesto que desde hace ya muchos años la evolución no ha permitido que estas piezas logren salir en su posición original o en la posición que a nuestros antepasados si les funcionaba. “Con el paso del tiempo, el desarrollo de los maxilares se ha visto limitado y esto se debe al tipo de alimentación que el hombre ha ingerido últimamente, ya que antes los alimentos del hombre de Neanderthal eran crudos y duros, por lo que su función masticatoria era más importante.

“Si recuerdan –detalló– la fisonomía del hombre de Neanderthal, tenía un maxilar más prominente y voluminoso; en la actualidad tenemos un maxilar hipotrófico, es decir, su desarrollo no ha sido normal, porque todo lo que comemos es blando, a base de licuados y cocinado en microondas. Por ello, nuestros cráneos son más grandes, pero nuestros maxilares son más pequeños”.

Lo anterior resume la causa de la malformación de los terceros molares, pues en las generaciones actuales no logran salir de una forma adecuada, en la misma dirección que el resto de los dientes. En ese sentido, García Zaraín aseguró que el periodo de erupción del tercer molar es de los 16 a los 22 años, y el mayor índice es en la gente joven.

“Uno se da cuenta que tiene problemas con los molares cuando causa molestias e hinchazón en la cara, provocado por el empuje hacia los demás órganos dentarios, formando con ello un apiñonamiento dental, porque la mandíbula es más pequeña. Al romper el epitelio bucal, producido por la erupción, se forma una patología muy común que se llama pericoronitis, que no es más que una infección alrededor del tercer molar”.

Sobre la pericoronitis, alertó que si no se trata a tiempo puede producir trastornos como quistes y tumores en el área del tercer molar cuando no logra erupcionar. “Es una pieza que al no tener espacio tiene un patrón de erupción ectópico, es decir, sigue un camino diferente después de caer los llamados dientes de leche, ya que puede mantener acostado, hacia tras o se queda obstruido en el hueso”.

Al respecto, señaló que únicamente un cirujano bucal es el especialista indicado para dar solución al problema, pues, comparó, “si la persona con el padecimiento acude a un cirujano general, el procedimiento sería de dos a tres horas, y en un maxilofacial alrededor de 15 minutos, ya que cuenta con el instrumental y equipo adecuado, además de los conocimientos quirúrgicos necesarios para la extracción”. Pero también porque el realizar con un cirujano especialista permitirá que el postoperatorio sea benigno y el tiempo de recuperación más corto.

–¿Entonces que función tienen los terceros molares?

–La realidad es que provoca muchos daños y no nos sirven en nada, porque únicamente interfieren y obstruyen a los demás órganos dentales. A largo plazo la persona desarrolla problemas de articulación de temporomandibular cuando están presentes en boca los terceros molares. En conclusión, la “muela del juicio” sí requiere un acto quirúrgico, una atención especializada, y normalmente se recomienda la extracción de los cuatro molares (inferiores y superiores); asimismo, entre más joven sea la persona serán mejores los resultados.

“Con la realización de un estudio radiográfico (panorámico), permitirá la ubicación exacta de los dientes, antes que erupción, lo cual sería muy recomendable, puesto que previene los malestares de las erupciones, antes de que empiece a provocar problemas y enchueque los dientes”.

Sin embargo, advirtió que no se recomienda la cirugía de los terceros molares antes de los 14 años, porque en la región hay un factor de desarrollo y crecimiento de los maxilares, y si uno la realiza cuando se es muy jovencito se puede atrofiar el desarrollo normal… lo ideal es a partir de los 16 años”.

“Los terceros molares constituyen una zona de difícil acceso para el cepillado dental, por muy buena higiene que tenga la persona, pues con frecuencia presentan caries; aunado a la ubicación, que dificulta el trabajo manual del cirujano, es común observar que los dentistas decidan extraer el molar, porque no vale la pena trabajar con inconveniencias; aunque existen quienes prefieran tratarlos”.

–Con la evolución, ¿cómo estará constituida nuestra mandíbula a futuro?

–Los terceros molares, a futuro, dejaran de existir, por lo que la mandíbula se reducirá; pero estamos hablando dentro de 100 años, en un promedio. Nosotros, como especialistas de dar solución a estos padecimientos, ya no nos tocara ver a personas que no presenten la anomalía.

Finalmente, mencionó que en la práctica privada de la cirugía bucal y maxilofacial también son muy frecuentes los problemas de patología oral, el diagnostico precoz de cáncer oral, los tratamientos de los desarreglos internos de articulación temporomandibular, corrección de deformidades dentofaciales, y dientes supernumerarios, entre otros. (Yadira Llaven)

 

 

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