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Puebla > Estado
jueves 10 de mayo de 2007

ESTÉTICA Y SALUD

A buen término, un buen parto

Rafael H. Pagán Santini

No importa cuales sean las razones, un cambio en la forma, talla y volumen de nuestro cuerpo, en especial si es relativamente rápido, impresiona y afecta nuestro estado de ánimo. Esto ocurre en el tercer y último trimestre del embarazo. La actividad hormonal necesaria durante el embarazo, que comienza desde la implantación del huevo en el útero hasta el alumbramiento, transforma el cuerpo de la mujer. Algunos de estos cambios son obligatorios para poder llevar a término el parto. Otros son consecuencia indirecta de los cambios que sufre el organismo.

La pelvis de la mujer, la cual es poco profunda, ancha, abierta y con un arco púbico mayor que el del hombre, se adapta perfectamente bien a los requerimientos del parto. Su apertura es lo suficientemente grande como para permitir el paso de la cabeza del feto a través de ella. Tanto el útero como el feto van creciendo con los meses, esto va ha tener un limite, pero para cuando este momento llegue, la fisonomía de la mujer se habrá trasformado. El abdomen puede llegar a estar tan abultado que se será casi imposible recoger los objetos del piso.

Mientras el feto es pequeño tiene mucho más juego dentro del útero; una vez que crece, toma la posición para el nacimiento y su movimiento queda totalmente restringido. Debido a la presión de la cabeza del bebe, ubicado en posición de salida por la pelvis, todos los órganos abdominales sufren la presión de su presencia. La vejiga tendrá poca capacidad para almacenar líquido, así que se tendrá que ir en muchas más ocasiones al baño. Esto sólo podrá evitarse manteniendo un ritmo adecuado de hidratación durante el día y evitando cualquier tipo de estimulo diurético durante la tarde, para evitar así el tener que levantarse durante la noche.

El sistema digestivo también puede sufrir la falta de espacio para llevar a cabo sus funciones. Esto se va a transformar en malestares estomacales: la sensación de llenura, los gases, el estreñimiento y las hemorroides son de los problemas más comunes que se pueden padecer. Además, es muy común que las manos, los pies y los tobillos se hinchen durante el último período del embarazo. Esto se debe a los drásticos cambios hormonales, en especial el aumento de la progesterona, que hacen que el organismo retenga líquidos.

Mientras el embarazo llega a término, el organismo se va preparando para cumplir todas sus funciones de gestación. Los pechos irán aumentando de tamaño conforma pasa el tiempo, hasta un tercio más de la talla habitual. Hacía el final del embarazo se podrán sentir que los pechos gotean; es la forma de indicar que se están preparando para la lactancia.

No es de extrañar que con todos estos cambios físicos y hormonales el estado de ánimo se vea afectado. La mezcla de incertidumbre y de ansiedad pueden hacer que estos momentos finales del embarazo se conviertan en algo desagradable, cuando en realidad existe mucha alegría por la llegada de este bebe deseado. Lo mejor en esta situación es tratar de poner la mirada en sí misma.

Todavía no ha llegado el momento del parto y habrá que tener todas las cosas listas. Estos preparativos son un buen ejercicio para distraer la mente de las muchas preguntas que van surgiendo durante esos días. El arreglo personal no deberá faltar nunca ya que, muchos de estos cambios físicos irán volviendo a la normalidad días después del alumbramiento.

éste es un buen momento para buscar apoyo psicoprofiláctico y empaparse de toda la información que está al alcance sobre este momento tan crucial del embarazo. La información servirá para nutrir el proceso reflexivo que se lleva en la mente, al final de cuentas, esta fortaleza interna será lo único que podrá ayudarte a organizar tus ideas sobre el futuro.

El cuidado de su cuerpo reforzará un buen ánimo. Una limpieza esmerada de tu piel disminuirá los efectos de la acumulación de grasa en la cara producto del embarazo y que produce acné. Trate suavemente la piel al lavarla ya que, contrariamente a lo que se piensa, tallarla complica el problema porque estimula la secreción de grasa. Cuide la alimentación desde el inicio del embarazo y evite los agentes tóxicos que pueden afectarle tanto a usted como a su bebé.

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