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Puebla > Estado
miércoles 28 de marzo de 2007

ECONOMÍA A RETAZOS

Un nuevo sacrificio por la patria...

lba Esther Gordillo tiene más motivos para celebrar la nueva Ley del ISSSTE que el PAN, el PRI o el presidente Calderón: ningún candado legal le impedirá manejar los instrumentos clave del instituto: pensionissste y el nuevo Fondo de Vivienda. En este último, incluso, se fincan sus mayores expectativas de ganancia económica, pues la cartera de créditos del Fovissste podría ocultar millonarios recursos de los que el sindicato magisterial dispuso legalmente hace años.”

Jesusa Cervantes, “Fovissste, un Fobaproa para Gordillo”, Proceso, número 1586, 25 de marzo de 2007, p. 32.

El ideal de la globalización neoliberal...

“El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes que, hasta hace poco, eran espacios de encuentro entre personas, están convirtiéndose ahora en espacios de exhibición comercial.

“El shopping center o shopping mail, vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este tempo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, con éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar...”

Eduardo Galeano. “”El imperio del consumo”, Memoria, número 217, marzo de 2007, p. 60.

A propósito del Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Docente de la BUAP

María Eugenia Martínez De Ita

El pasado 19 de enero la Comisión Institucional de Estímulos al Desempeño del Personal de la UAP, emitió la convocatoria al Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Docente correspondiente a las actividades realizadas durante el año 2006.

Durante mes y medio (sin considerar el tiempo ocupado en 2005), los académicos que participamos en este programa hemos estado y estaremos involucrados en un proceso que implica, en el mejor de los casos, dedicar parte de nuestro tiempo a la solicitud de constancias, recopilación de documentos, llenado de bases de datos, revisión de esas bases, fotocopiado, organización de las constancias de acuerdo con el formato, entrega de materiales y, luego, elaboración de inconformidades que implican revisar nuevamente la documentación entregada y las bases de datos, así como la elaboración de argumentos.

No sé si alguien ya les dijo a las autoridades universitarias que estas actividades pueden ser satisfactorias y estimulantes para algunas personas, pero para los académicos esto es de lo más tedioso, desesperante e intrascendente, y en algunos casos son motivo para retirarse no sólo de la participación en esta convocatoria, sino también de la universidad.

Se podría pensar que este programa, al igual que otros –como la entrega de planes e informes de trabajo en las unidades académicas, de información a las dependencias de la universidad cada vez que la solicitan y solicitud de ingreso/permanencia a programas de la VIEP, Promep y SNI–, han contribuido a que desarrollemos ciertas habilidades, hábitos y conductas, pues las actividades que implican requieren de cierto ingenio, disciplina, paciencia y disposición. Desgraciadamente estas ventajas poco o nada tienen que ver con el mejoramiento del trabajo académico; más bien nos hemos visto inmersos en un ambiente en el que la simulación y la desconfianza han ido adquiriendo fuerza, el tiempo dedicado es tiempo perdido para el trabajo académico y el nivel de estrés al que nos vemos sometidos en nada ayuda al desarrollo de nuestro trabajo

El excesivo burocratismo de este proceso nos debería llevar de entrada a cuestionar el Programa de Estímulos, pero hay otras razones y todas ellas nos remiten a que el problema de fondo tiene que ver con el proyecto de universidad y con la política que las autoridades universitarias están impulsando.

Una de las razones tiene que ver con el discurso confuso y contradictorio de las autoridades universitarias respecto al reconocimiento de la importancia que tienen la docencia y la investigación en el trabajo académico. En algunas ocasiones hemos escuchado que este programa esta dirigido a reconocer y apoyar fundamentalmente el trabajo docente, pues hay otros programas (SNI) que reconocen la actividad de los investigadores; en otras ocasiones se ha dicho que la distribución del puntaje en los tres grandes rubros –y suponemos que el peso que cada actividad tiene– está determinado por los criterios de la Secretaría de Educación Pública y de Hacienda; sin embargo, de acuerdo con la convocatoria, “El programa tiene la finalidad de estimular al personal académico que destaque por su permanencia, dedicación y calidad en el desempeño de las funciones sustantivas de la universidad (docencia, investigación y difusión de la cultura)”. Si la intención es estimular el desempeño de las funciones sustantivas de la universidad, habría que aclarar el por qué hay un trato diferenciado para cada una de ellas.

Uno de los requisitos para participar en este proceso es la presentación de la solicitud de ingreso, en la que el profesor tiene que elegir (para el rubro de calidad) entre la docencia y la investigación; sin embargo, dichas actividades no tienen el mismo valor, de lo contrario ¿Por qué los proyectos de investigación están considerados en el rubro de calidad (rubros 3.3.36 al 3.3.40) mientras que la impartición de dedicación horas frente a grupo (rubro 2.1) es un apartado por sí solo?, ¿Por qué el puntaje máximo que se alcanza por los proyectos de investigación es de 76 puntos mientras que en el rubro de dedicación horas frente a grupo se pueden alcanzar hasta 300 puntos. Tampoco queda claro por qué se eliminó de la actual tabla de puntajes el rubro referido a la pertenencia al SNI y continúa el reconocimiento a la pertenencia al padrón de investigadores de la universidad.

Se vale que las autoridades universitarias asuman como política el fomento a la dedicación en la impartición de clases, pero en esta política debe quedar claro el papel y el reconocimiento que se va a dar a la investigación y a la difusión de la cultura; lo anterior remite a tener claro qué tipo de universidad es la que se está promoviendo.

Detrás de la tabla de puntaje así como de los criterios para definir cargas de trabajo en las unidades académicas esta la política de cubrir primero las horas pizarrón, en el caso de las facultades en primer lugar las de licenciatura, luego las de posgrado; en caso de que a los profesores les quede tiempo entonces podrán dedicarse a la investigación. La generación de conocimientos es vista en nuestra universidad como una actividad residual por mucho que se reconozca el impacto que tiene esta en el desarrollo de la sociedad. Habrá quien piense que esto se debe a que a las autoridades les interesa mucho la docencia; sin embargo, esto está a discusión porque si de veras hubiera un interés por fortalecer el trabajo docente se buscaría contratar personal de tiempo completo en lugar de horas clase, además se tendría que discutir ampliamente el concepto de calidad educativa que es el tema de una próxima entrega

Humor negrísimo...

“El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social confirmó el año pasado, en su primer informe sobre la pobreza, que el número de pobres aumentó durante el gobierno de Vicente Fox, quien convenientemente ocultó las cifras durante el último año de su gestión, en plenas elecciones. El informe plantea que de ese total de pobres, 25.7 millones, no pueden acceder a los mínimos requerimientos de alimentación, salud y educación.

Otro sector, los 19 millones que viven en pobreza extrema, no tienen ingresos que les permitan ni siquiera adquirir la canasta básica de alimentos ¡Puros renegados!

“Todo esto mientras don Carlos (Slim) gana al día 52 millones, 54 mil 795 dólares. O sea, 570 millones 260 mil, 274 pesos.”

“De veras, muchas felicidades”.

Helguera y Hernández. “Nosotros lo muy pobres y usted el mega riquísimo”, El Chamuco y los hijos del averno, número 119, 26 de marzo de 2007, p. 36.