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martes 13 de marzo de 2007 |
SALUDEl tiempo es el amorAntonio Cruz López
El amor no es fácil de entender, mucho menos explicar, no pocas veces es enfermedad que crea entidades increíbles en la experiencia humana, confirma que la vida sin amor pierde rumbo. El amor es motivo temático de artistas de pincel, música o letras, permite expresar sentimientos que ahogan del espíritu, donde los que vemos, leemos o escuchamos, sentimos el amor que alegra o hiere. A la tuberculosis pulmonar crónica se le llamó mal de amor, los afectados adoptan facies lánguida, pálida, triste, como de enamorados, la enfermedad deja ejemplos conocidos, como el de la baronesa escudada en el pseudónimo de George Sand, una joven convencional notoria y escandalosa en su tiempo, vestía como hombre y fumaba puro, en 1837 alternaba con gigantes creativos con los que fraguó aventuras amorosas: Musset, Marie Dorsal, Federico Chopin, músico de quien Schumann exclamó ¡descúbranse señores, he aquí un genio!, pianista dotado, pleno de romanticismo tierno y seductor; ambos en Mallorca vivieron un episodio etéreo de amor, 10 años juntos y un final triste que dejó acordes sublimes de amor. Por igual la tuberculosis inspiró la Dama de las Camelias o dio nombre a una enfermedad causada por hongos superficiales llamada pitiriasis versicolor, a la que se le dijo “mal de amor” o merlachia, solo por ocurrir en edad adolescente, de sentimientos encontrados que dan ruta al amor. Platón concebía el amor como la profundidad del alcance humano, que hoy vemos como amistad fría, caballeresca y asexuada, lo planteaba como un compromiso disciplinado de pasión, dirigido hacia todo aquello que es bueno, hermoso, un puente hacia la bondad, la verdad y la belleza. La Biblia ve al amor con amplitud y profundidad tal que supera la comprensión humana, es interpretación de oropel, idílica, dice que dios hizo todo por amor, pero amar es verbo transitivo, se ama a algo a alguien, por tanto dios no pudo haberlo creado por amor, porque no había nada más que él, creó: universo, tierra, sol, agua, animales, humanos, los hizo macho y hembra, después los bendijo, los amó y les ordenó multiplicarse, ¿Por qué entonces la religión bíblica interpreta la relación físico sexual como mala, fea, reprimible e intenta suprimir al sexo? Freud, científico de la psicología humana y la salud mental, afirmó como complementos de la salud mental, vivir, trabajar y amar, una tríada diferente de un hombre a otro, por que no hay trazo o plan de vida, por ello es útil dejar el concepto teológico y preocuparnos por deseos y necesidades que nos oprimen y que marcaran nuestro futuro, por que el amor comienza con la vida, se armoniza con el sexo opuesto en el desarrollo, se torna tortuoso o tiene éxito si su eventualidad da resultado en la expresión sensual, para volverse completo y saludable en el adulto o viejo que lo logró. Visto así el amor, cuento un secreto a mis dos asiduos lectores, mis amigos de siempre que me entienden y estiman tanto como yo a ellos, uno embelezado en el empeño de escribir rasgos de cultura, ciencia de la salud, música e idiomas, el otro inmerso en la incansable tarea de ser para todos, con el sueño de que pobres y ricos debemos vivir en un mundo posible, tratando de combatir la sombra de las desgracias ambientales de manera viable, entendido el que comprende el principio lo vivo y la vida. En 1957 apenas a los 19 años tuve la visión posible de una compañía que el tiempo hizo necesaria, nació cuando apenas enfrentaba las posibilidades de ser a través de aprender el sueño y pasión de mi vida y el sentimiento de mis padres, la medicina, estaba enfrascado en esas primeras y difíciles lecciones de la disciplina que finalmente absorbió mi vida, era una mujer, chiquita de cuerpo, enorme en valores, procedente de una familia como la mía, que había asistido a la misma escuela primaria que yo, que mostró las mismas expectativas ambiciosas de vida, nunca en la riqueza, siempre trabajo, dedicación, para hacer posibles las satisfacciones necesarias de vivir en familia. Un año después de conocerla soñaba que la vida sería ubicación posible, entonces escribí algo que pudiera ser un verso, que entregué el día 11 de agosto de 1958 a su resguardo, apenas cumplió años y se lo pedí para releerlo, 49 años después, reconocí que fue premonitorio y lo transcribo a ustedes, su título... “el amor a través del tiempo”. I El amor sin duda es la esperanza, la esperanza sin duda es el amor, la mujer que se sueña es la esperanza, la mujer que se tiene es el amor. II Más cuan pobre es la pluma que sostiene, que el amor es la causa de la vida, el amor no sabemos si proviene, del albor o el ocaso de la vida. III En el árbol senil de la existencia, una cosa me aturde que me mata, el saber si eres tú con tu presencia, la que alegra, pide y rima sonata. IV Son tus esquivos ojos la causa de mi vista, es tu porte frágil la añoranza de si ser, son tus manos inspiración de claro artista, y es tu boca el más rojo y bello atardecer. V Y así pensando lo que dicen tus facciones, y soñando lo que dice nuestro amor, voy más triste que el llorar de vibraciones, con mi lira y arpa de poeta soñador. VI El amor ha hecho nido con el tiempo, el tiempo solo es nido para dios, un dios hecho llagas por el tiempo,un tiempo que hace amor para su dios. VII Más entre tiempo, vida y muerte, eres tú mi esperanza más creciente, dios el guía luminoso de mi suerte un abismo... y el ocaso de quererte. VIII No hay amor a través del tiempo, no hay tiempo a través del amor, por que el amor... es el tiempo, por que el tiempo... es el amor. |
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