MEDIEROS

Historia de un ojo morado

Ana Lidya Flores

El año de Gabo llegó con música de fondo. La voz de Oscar Chávez cantando “los cien años de Macondo...” Los periódicos están de fiesta desde el fin de semana pasado. Creo que El Universal, como siempre, fue el primero en dar el campanazo. Publicó una fotografía de gran formato que muestra a un viejito simpático enseñando la lengua. El hombre que usa unos lentes con lo que parece un pesado armazón de pasta, es el señor premio Nobel, don Gabriel García Márquez.

En esa misma edición aparece el suplemento cultural Confabulario, y de ahí para adelante. Desde el sábado, “el gran diario de México” se ha lucido con numerosos textos y fotografías del celebrado autor de los aniversarios múltiples: 80 años de vida, 40 de la publicación de Cien años de soledad y 25 de la entrega del Premio Nobel. La casa editorial cumplió a carta cabal con su promesa de publicar durante esos cuatro días una serie de textos sobre el homenajeado.

El diario español El País presentó en el suplemento Domingo un extraordinario texto de Juan Luis Cebrián, y una colección de fotografías dignas de ser guardadas: los ojos del viejo Gabriel, otra en Estocolmo recibiendo el Nobel, aquélla que consigna su cercanía con Fidel Castro, esa otra donde aparece con un ejemplar de su célebre novela puesto sobre la cabeza. También una hoja de cuaderno que recoge un mensaje enviado a otra celebridad. En un recuadro, el autógrafo que todos los gabófilos persiguen, en fin.

Todo reportero y medio informativo que se precie de serlo reprodujo en el mundo de habla hispana su propio y singular homenaje a GGM. Un deslumbrante desfile de plumas famosas haciendo remembranza de su encuentro con el escritor. Es inevitable: la cercanía con la celebridad, la anécdota que contar, ese momento en que la vida los puso en común.

De entre todos los documentos leídos y revisados en estos días, destaca la fotografía publicada en primera plana por La Jornada del pasado 6 de marzo: un sonriente bigotón que muestra el ojo izquierdo golpeado y una herida en la nariz. Esa fotografía es la evidencia de esa historia guardada celosamente desde 1976, cuando Mario Vargas Llosa le dio un derechazo y le ocasionó las marcas.

El autor de la foto y del texto que la explica es Rodrigo Moya, un hombre que por su discreción logró lo que todos los gabófilos deben haber deseado, es decir, que la celebridad toque a su puerta para hacer el registro histórico de un ojo morado. El texto es maravilloso y no tiene desperdicio.

De entre todos los homenajes, fotografías, autógrafos, entrevistas, análisis y semblanzas en torno al Gabo, yo me quedo con el de Moya. Pese a la cercanía con la celebridad, siempre se mantuvo a distancia. Nunca llegó a una reunión con una cámara fotográfica, siendo él fotógrafo. Nunca quiso aprovecharse de la situación. Y la justicia que es poética, lo premió con la llamada a su puerta: Gabo lo buscó precisamente a él para que documentara gráficamente su ojo morado. Ya antes lo había hecho para que le tomara las fotos que ilustrarían la primera edición de Cien años de soledad. Moya era su amigo, no su fan.

Es una nueva–vieja fotografía. Debido a una investigación académica, dediqué tres años a hurgar en la vida del joven reportero. He leído cualquier cantidad de textos y he visto numerosas fotografías. Hoy me vuelvo a sorprender porque La Jornada da una noticia que bien pudo estar en un periódico de ayer, y lo que es mejor, nos muestra la paradoja de la vida: un sonriente herido por un puñetazo de derechas

Imágenes de García Márquez por sus 80 años

Claudia Magallanes

El día de ayer Gabriel García Márquez cumplió 80 años. El mundo celebró con él a través de lecturas de su obra, festivales de cine, y reportes en medios de comunicación. En medio de las noticias sobre el terremoto en Indonesia, los últimos atentados en Bagdad, la desigualad de los salarios para mujeres en Puebla, o que Carlos Slim es el segundo hombre más rico del mundo, medios nacionales reportaron el cumpleaños del escritor así como el de su obra cumbre, Cien años de soledad.

Distintos medios nacionales e internacionales mostraron imágenes de la trayectoria del escritor. Revivieron el momento de la entrega del premio Nobel en 1982, cuando Gabriel García Márquez, impecablemente vestido de blanco, hizo una reverencia de agradecimiento al público presente en la ceremonia en Estocolmo. También transmitieron imágenes de Aracataca, la ciudad donde nació el novelista, la cual este año es centro de atención internacional y de celebraciones en homenaje a su ciudadano más famoso.

La Jornada nacional puso en primera plana la foto tomada por Rodrigo Moya, testimonio de una anécdota de la vida del escritor. En la fotografía se observa a un García Márquez joven, con el cabello, el bigote y las cejas negras, mostrando una amplia sonrisa y un ojo morado. El pie de foto indica que la imagen fue tomada en 1976, y que el ojo morado se debió a un puñetazo propinado por el también escritor Mario Vargas Llosa. Carmen Aristegui, en su programa Hoy por Hoy, mencionó que saldrá una edición especial de la novela Cien años de soledad que cuenta con escritos y comentarios de autores como Carlos Fuentes y el mismo Vargas Llosa, dejando atrás los ojos morados.

Otras imágenes en torno a las celebraciones por el cumpleaños del escritor incluyeron a la vicepresidente del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, iniciando la lectura en voz alta de Cien años de Soledad en la Casa de América. Esta lectura ininterrumpida duró 16 horas, y en ella participaron políticos, actores, literatos y hasta reporteros que fueron a cubrir el acto. Todos ellos dieron voz a los habitantes de Macondo.

Diversos noticieros mostraron segmentos de películas basadas en la obra de García Márquez. En escena estuvieron el coronel, personificado por Fernando Luján; Santiago Nasar, vestido de blanco y esperando su muerte, sabida por el pueblo, más no por él. Las imágenes de los personajes cobrando vida fuera de la imaginación de los lectores nos llegaron por las pantallas de televisión, que recordaron a las de cine.

Durante el mes de marzo habrá homenajes a García Márquez y a su obra, en especial a Cien años de soledad, en Colombia y en el mundo. En Bogotá habrá una semana de festival de cine que no sólo proyectará las imágenes de las películas adaptando la obra escrita, sino que presentará también las películas y cortometrajes realizados con guiones de García Márquez y sus alumnos.

Los medios de comunicación presentan a sus audiencias imágenes, ya sea impresas o en movimiento, que ilustran las noticias. En medio de imágenes de guerra, de devastación o de corrupción, el día de ayer los medios dieron un respiro y nos mostraron imágenes de la genialidad de un hombre y de su imaginación. Vimos a Gabriel García Márquez el escritor, el hombre, el laureado, e incluso el sonrientemente golpeado.