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Puebla > Educación
lunes 20 de febrero de 2006

MAESTROS

Ajuste de cuentas

Gustavo Santin

Leticia Jasso Valencia, diputada local, integrante –todavía– de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ex secretaria general del Comité Ejecutivo de la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fijó una postura, mediante una rueda de prensa, que merece una serena reflexión por el asunto que involucra y por ser ella una persona vinculada de manera directa con el Grupo Mujeres en Acción, propiedad de Elba Esther Gordillo Morales, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTE. En el ejercicio de todos sus derechos “como mujer, maestra y legisladora...” Leti Jasso señaló que (Lesly Mellado May, La Jornada de Oriente, 13-II-06) “Como legisladora condeno enérgicamente la violación a los derechos humanos y exijo una investigación a fondo de los acontecimientos sucedidos para que se aclaren los hechos por el bien de todos”.

Nadie de quienes la conocen pueden dudar de la sinceridad de sus palabras, se creería realmente que su sensibilidad de mujer, maestra y legisladora está profundamente afectada por los acontecimientos que “violentaron los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho”, pero tambien quienes la conocen saben de su cercanía con la líder vitalicia del gremio de trabajadores de la educación mas numeroso de la República Mexicana y su afecto gremial a toda prueba. Más allá, es pública la molestia que existe entre los líderes magisteriales locales en contra de las autoridades gubernamentales lo mismo que con los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional, originado por la falta de espacios políticos que el SNTE consideraba naturales para su organización, acción que les ¿obligara? a aceptar postulaciones al senado y a diputaciones federales concertadas con el Partido Nueva Alianza (Panal).

Es fácil señalar que el pronunciamiento se encuentra al margen de las situación que tiene a Puebla “...en el ojo del huracán...” no tiene nada que ver con el cobro de facturas, como lo señalara la diputada Jasso Valencia, pero tambien lo es el reconocer que entre los agravios que considera el SNTE deben cobrarse están algunos que consideran pactados entre la profesora Gordillo y Mario Marín, como sería la designación del titular de la Secretaría de Educación Pública cargo que ocuparían o Guillermo Aréchiga Santamaría y/o Cutberto Cantorán Espinosa, los dos ex diputados federales postulados por el PRI y la organización magisterial; la invitación formulada por Mario Montero Serrano, presidente estatal del Revolucionario Institucional, para que quienes –dirigentes del SNTE– no se encontraban a gusto pasaran a la acera de enfrente o la insatisfacción por los resultados económicos obtenidos en la respuesta local al pliego petitorio 2005 que presentara la organización al gobierno de la entidad, lo mismo que lo que considera el SNTE como una falta de apoyo para que Rafael Moreno Valle ocupe una de las senadurías que representan al estado de Puebla en el Congreso de la Unión, pactada, según la organización, desde los encuentros de campaña y en los que, en alguno de ellos, estuvo presente la mismísima Gordillo.

Nadie puede cuestionar la postura esgrimida por Leticia Jasso, pero nadie puede creer que esta no represente una ofensiva de la organización para el cobro de cuentas pendientes.

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